XVII. Vacío

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Abrí los ojos, me sentía genial sin saber porqué. Algo dentro de mí estaba saltando de alegría, pero no sabía o creía no saber el motivo. ¿Ha pasado algo que me haga sentir así de feliz por dentro? ¿Qué pasa? Sentí una respiración a mi lado y vi a Mello al lado de mí.

Entonces recordé, por fin me había entregado a él. Sonreí involuntariamente mientras me levantaba y buscaba mi ropa. Cuando la encontré la dejé en el baño al lado del lavabo para recordar que debía lavarla. Me acerqué al armario y saqué ropa limpia. No toda blanca, no quería que alguien sospechara que había vuelto a ser Near.

Incluso cuando ya estaba listo, Mello seguía dormido. Era domingo, así que no había ningún problema en que siguiera durmiendo. Salí de mi cuarto y grité al girarme.

-Soy yo, no hagas ruido, son las ocho de la mañana.

-¡Dios, Jet! -grité suspirando-.b¿Qué haces aquí?

-Tengo que hablar contigo. Vamos a mi cuarto, no queremos molestar a nadie más del orfanato.

-Vale, pero rapidito que estoy ocupado.

Me guió hasta su habitación y me dejó pasar. Sorprendentemente, no había ningún libro a simple vista. ¿Qué le ha pasado a este chico? Él siempre está aquí dentro leyendo y no se relaciona con nadie más que conmigo. Luego el antisocial soy yo. Cerró la puerta y le oí echar el pestillo. Le miré y su mirada me asustó.

-Lo has hecho con él, ¿verdad?

Aquella pregunta me pilló por sorpresa. ¿Para qué quiere saber eso? ¿Es un masoquista? Bueno, ya lo sé, pero saber eso le hará mucho más daño. ¿Qué le digo? Si miento, se quedará más tranquilo y Mello no saldrá herido.

-No, no lo he hecho con él -dije con voz firme para que no me descubriera.

-Mentiroso. Te he oído.

¿Cómo que me ha oído? ¿Acaso ha estado...? Me cago en sus muertos.

-¿En tu vida existe la palabra "privacidad" o "intimidad"? No lo he hecho con Mello, y punto.

-Nate, esta vez no estoy jugando. Os he oído, lo tengo grabado en el móvil.

-¿Y tú para qué quieres eso?

-Me parece que no lo entiendes, Nate.

Se acercó a mí hasta que me paralizó los brazos con sus manos. Yo quise girar la cabeza, pero capturó mis labios con un beso antes de moverme. Intenté forcejear para que me soltara, era demasiado fuerte y no conseguí absolutamente nada bueno.

Me empujó hasta que sentí la pared del dormitorio a mis espaldas. Me dejó y lo vi jadear. Lo empujé, cayó al suelo, y yo corrí hasta la puerta la escapar. Caí al suelo por los nervios y vi la sombra de alguien delante de mí.

-Así que estabas con él -Mierda.

-M-Mello. Sí, me dijo que quería hablar conmigo y-

-¡¿No entiendes que estar con él a solas es peligroso, Nate?! ¡¿Por qué no huyes de él como huías de mí?! ¡Yo por lo menos no te quería violar!

Estaba dudando de mí, o sea, ¿WTF? ¿Estaba dudando de mí? Yo nunca lo engañaría con nadie, y menos con un enfermo mental como Jet. Y él lo sabe, me conoce. Entonces, ¿a qué venía todo este sermón?

Me levanté del suelo con cuidado, pero no me atrevía a mirarle a la cara. Me daba miedo, tenía miedo de lo que me pudiera hacer. Tal vez pegarme, tal vez dejarme, o tal vez volver a ser como antes: volver a ser rivales, volver a ser bordes con el otro. Volver a ser Mello y Near. No quería que algo así pasara, me gustaba ser como soy ahora. Me gusta ser el que quería a Mihael Keehl, no quería que cambiara. Pero tal vez no pueda hacer nada.

Negro & Blanco [Death Note (MelloxNear) Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora