Esperé a que mi acompañante saliera primero del baño y me dispuse a seguirlo, afuera estaba lleno de personas que esperaban ver qué pasaba.
No tenía porque ser todo tan serio ¿Verdad?, puse mis manos juntas más arriba de mi cabeza y comencé a moverlas de un lado a otro cantando victoria, la gente comenzó a reír y a aplaudir y me atrevo a decir que vi un atisbo de sonrisa en las comisuras del policía.
Llegamos a la delegación y luego de un rato de papeleos y de ver policías de un lado a otro me hicieron pasar a una oficina.
—Anastasia Howe — llamarón y me puse de pie para dirigirme a la oficina donde me llamaba un tipo alto. podría rodear el metro ochenta y pico, de tés blanca y unos ojos verdes oscuros —Tome asiento — ordenó y accedí
—Como verá, el cargo es simple, se le acusa de falta a la moral al ser pillada en un baño químico teniendo relaciones — dijo él intentando parecer serio.
— Nada lo prueba- dije coqueteándole con los ojos, de una u otra forma saldría de esta —podría haberme desmayado y él entro a ayudarme o puede que estaba ayudándome con mi tarea pero queríamos un lugar privado — ahora ya no se aguantaba, reía sin parar, levanté mis cejas y se puso serio.
— Con su tarea ¿eh? — yo asentí
— Biología, claro
— ¿Eso quiere decir que se declara inocente? — preguntó ya dejando los juegos y buscando unos papeles
— Pues claro —él arqueó las cejas y me miró serio
— ¿Está consciente de que eso dificulta el caso? — nada de juegos esta vez, su mirada ya asustaba aunque se veía mucho más sexy que antes — Dejémonos de juegos, sabemos ambos lo que estaba haciendo dentro de ese baño así que actúe de manera razonable y firme los papeles
— ¿Si firmo pagando la cuota el cargo queda de todos modos? — El Teniente asiente — pues en ese caso hagamos algo, yo sé que ambos queremos volver a vernos por lo que podríamos llegar a un acuerdo
— ¿Un acuerdo?
— Vamos a una cena y si yo en esta no consigo acostarme contigo pones los antecedentes y la multa
— Esta loca señorita Howe — yo asentí
—Puede que sea mi segundo nombre — guiñé y el rió
—Anóteme su número — aceptó
—Nunca he perdido
— Pues será la primera vez entonces — me aseguró y yo negué saliendo invicta de la situación… Por el momento
Llegué casi corriendo a mi casa pidiéndole al taxista que excediera el máximo más de una vez a lo que respondía con una cara de desagrado hasta que le hacía ojitos, sonreí internamente y luego de cancelar corrí nuevamente hacía el edificio.
Arreglé las cosas intentando darme un baño rápido y al entrar a la ducha sentí unas llaves en mi puerta
— ¡Anastasia! — gritó
¿Era posible qué tuviera llaves?, ¿cuándo se las dí?
— Anastasia — volvió a llamar
— ¿qué no sabes que tengo timbre? — reclamé aún dentro de la ducha
— Con que aquí estabas — dijo sentándose en la cama, más bien recostándose — ¿Sabes cuántas llamadas te dejé en tu celular?, ¿Para qué lo tienes?

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Dame placer
RomanceAnastasia no conoce limites, es una estudiante de derecho que manda a volar la ley cuanta veces quiere. Negar el sexo a alguien que se lo pide no está dentro de sus planes aún cuando conoce a Daniel.