Mugi no daba crédito a lo que acababa de escuchar: Mio le contó que ella y Ritsu se habían besado. La sorpresa fue tal que tuvo que detener su auto para asimilar la recién recibida información. Tenía sentimientos encontrados al respecto. Por una parte, se alegraba de que sus amigas aún tuvieran esos sentimientos la una por la otra; pero por otra parte, sentía que iban demasiado rápido, lo que podría traerles problemas contra Ryotaru.
—¿No crees que van muy rápido, Mio-chan? —preguntó la rubia.
—Lo mismo preguntó Reina cuando nos vio. Pero fueron 20 años desde la última vez que nos besamos. Esta vez no pude resistirme y menos sabiendo que aún correspondemos nuestros sentimientos. Antes de que me digas algo, estoy consciente de que Ryotaru podría usar eso en nuestra contra, pero confío en que Nodoka sabrá manejarlo —dijo Mio con una extraña seguridad.
—Espero que tengas razón, Mio-chan. Por el bien de tu hija, espero que así sea —suspiró Mugi mientras retomaba el camino al trabajo de la pelinegra.
Mientras tanto en Kitauji, las clases avanzaban con normalidad, aunque en uno de los salones había cierto barullo. Para los compañeros de clase de Reina no pasó inadvertida una inusualmente constante sonrisa en su rostro. Ninguno se atrevió a preguntarle directamente la razón de esa sonrisa, pero sí especulaban sobre ello. A la hora del almuerzo, la trompetista fue en busca de Kumiko para consumir sus alimentos, hallándole en el comedor junto a Hazuki y Sapphire. Las tres chicas notaron la sonrisa de la pelinegra incluso antes de que ella se sentara al lado de su novia.
—Te ves bastante feliz, Kousaka-san —aseguró Sapphire.
—Es por mi madre, Kawashima-san —respondió Reina—. Ayer pude ver su lado más dulce con la persona que ella ama. —Mientras que esta respuesta satisfizo a la joven Kawashima, Kumiko y Hazuki miraban incrédulas a la pelinegra, adivinando lo que Mio y Ritsu habían hecho la noche anterior, aunque a la joven Katou se le dibujó una sonrisa en su rostro.
—¿No debería preocuparte que eso pasara tan pronto? —preguntó Kumiko.
—Si lo dices por Kousaka, él no me preocupa. Tengo la confianza puesta en Manabe-san y también tengo un plan b por si mi madre pierde el caso. —Esa seguridad en las palabras de Reina causó intriga en Hazuki, especialmente por ese plan b.
—Reina-san, más que ese caso, me preocupa lo que pasa por tu mente —aseguró la tubista.
—No deberías preocuparte por eso, hermanita. Soy una buena persona después de todo. —La sorpresa de Kumiko, Sapphire y la misma Hazuki ante estas palabras fue enorme. La joven Kawashima casi se atraganta con su comida al escuchar esto.
—¿¡A qué te refieres con eso de decirle "hermanita" a Hazuki, Kousaka-san!? —exclamó la contrabajista, pero, cuando Reina se disponía a responder, una alumna entró al comedor gritando «¡Taki-sensei se va a casar!», anuncio que sorprendió a todos en el comedor. Este anuncio hizo que la sonrisa de la pelinegra se ampliara, aunque no dejó de impresionarle que fuese tan pronto que se diera.
Luego de que las clases finalizaron, la pelinegra fue en busca de su profesor. Quería confirmar de primera mano la veracidad de la información divulgada durante el almuerzo. Reina halló a Noboru en la sala de profesores, organizando algunos papeles. Ella ingresó a la sala y, sin rodeos, formuló la pregunta que la había llevado a ese lugar.
—Sensei, ¿es verdad que vas a casarte?
—Parece que ya corrió el rumor —murmuró para sí Noboru antes de darle una respuesta a su alumna—. En efecto, Reina, contraeré matrimonio en unos meses.
—¿Y quién es la afortunada? Si se puede saber.
—Una excompañera de la facultad. Hemos estado saliendo hace un par de años y decidimos dar el siguiente paso en nuestra relación. —Noboru se veía particularmente feliz al hablar de esa chica con quien decidió establecer un hogar, algo que alegró a Reina.
—Sinceramente muchas felicidades, sensei. Le deseo lo mejor en esa nueva etapa de su vida. —Tras decir esto y hacer una reverencia ante su profesor, la pelinegra salió de la sala de profesores y se dirigió hacia la calle. En la entrada de Kitauji fue interceptada por Hazuki, quien tenía una duda desde el almuerzo.
—Reina-san, ¿por qué me dijiste "hermanita" en el almuerzo? —preguntó la tubista.
—¿Te molesta, Hazuki? —contrapreguntó la trompetista.
—No —replicó la chica de ojos dorados con nerviosismo—, es solo que se me hizo extraño ya que no tenemos lazos sanguíneos ni somos tan cercanas.
—¿Ritsu-san te contó lo que pasó entre ella y mi madre anoche?
—Sí, anoche mismo. De hecho, estaba preocupada por tu reacción al verlas.
—Siendo sincera, me llenó de ternura. Como dije esta mañana, fue la primera vez que la vi de esa forma y eso me hace feliz.
—Eso significa que apoyas que ellas dos sean pareja, ¿verdad?
—Así es. Fue por eso que te dije "hermanita". Sé que, en un futuro cercano, seremos una familia. —La tranquilidad con la que Reina pronunció estas palabras, así como la sonrisa en su rostro, hicieron que Hazuki se alegrara. Ahora, ambas chicas deseaban con todo su corazón que Mio saliera triunfante en el caso contra Ryotaru.
Alrededor de una hora después, la trompetista se encontraba en las afueras de la prisión donde su padre se hallaba recluido. Estaba allí para contarle de la boda de Noboru, sin saber que su madre había estado ahí horas antes. El lugar le pareció algo tétrico, pero eso no la detuvo. Después de unos minutos, estaba frente a frente con aquel hombre con el que comparte el 50% de su Adn.
—¡Vaya sorpresa! Tanto la madre como la hija vinieron a visitarme el día de hoy —dijo Ryotaru, sorprendiendo a su hija.
—¿Mi madre estuvo aquí?
—Sí, esta mañana. Aún me duele la mejilla por la caricia que ella me dio. —Una pequeña risilla salió de la boca de Reina al escuchar esto—. Por cierto —prosiguió Ryotaru—, ¿a qué se debe el honor de tu visita? ¿Acaso vienes a decirme que estás arrepentida de haberte pervertido?
—Sigo sin entender ese odio tuyo a los homosexuales. ¿Acaso fuiste violado por un hombre en algún momento de tu pasado?
—¡NUN... ca! —Ryotaru tuvo que bajar la voz al notar que los miembros de seguridad se ponían en guardia—. Esas perversiones no deberían existir. Es solo entregarse al placer sin más. Por favor, hija, recapacita. Siempre te gustó Noboru, así que no entiendo por qué te dejaste pervertir.
—Porque me enamoré de Kumiko; así de simple. Pero claro, olvidé que un hombre como tú, que piensa que los golpes son muestras de afecto, no sabe de amor. ¿Sabes algo? Antes de que revelaras tu verdadera forma de ser, yo te admiraba. Creí que eras el hombre perfecto y que mi madre se había sacado la lotería contigo. Pero me decepcionaste cuando esa fachada se cayó por tus acciones. No creas que te odio, porque no lo hago. De hecho, aún te sigo admirando como trompetista, pero no como persona. Creo que si, en vez de tratar de "corregir la perversión" de mamá, la hubieses enamorado, la historia sería diferente. Pero ya es muy tarde y el daño está hecho. —Reina, tras decir esto, se dispuso a salir del recinto. Justo cuando iba a salir, giró a ver a su padre—. Por cierto, Taki-sensei se casará este año con su novia de la universidad; así que, aunque se te de el milagro de salir de aquí y ganar mi custodia, no podrás obligarme a casarme con él. Nos vemos en la corte, Kousaka —dijo la pelinegra e inmediatamente abandonó el lugar.
"Thoru me traicionó. Rompió nuestro acuerdo y permitirá que Noboru se case con alguien que no es mi hija. Cuando salga de aquí me las pagará" pensó Ryotaru mientras regresaba a su celda.
Cuando Reina regresó a su casa, le contó a Mio lo que conversó con su padre, al igual que la noticia del matrimonio de Noboru. Por su parte, la exbajista también relató lo que sucedió entre ella y Ryotaru esa mañana. Para ambas fue extraño estar algunos momentos de aquel día con aquel hombre que tanto las había lastimado, aunque sintieron una extraña satisfacción al saber que ambas, de una u otra forma, habían lastimado su orgullo.
Continuara...
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Más Allá De Una Confesión De Amor
FanfictionDespués de pasar a las competencias nacional de bandas sinfónicas, Reina recibe la desagradable noticia del divorcio de sus padres. ¿Cómo reaccionará a esto? ¿Afectará su desempeño?