13 Niall Horan (Español)

Capítulo 5

Vivir en la casa de la familia de Niall era silencioso, normalmente su padre estaba siempre fuera por asuntos de trabajo y 13, mientras Celia invitaba a otras mujeres del grupo para platicar y beber. Seguí las indicaciones de Niall quedándome en su habitación, tal y como él me dijo. Esto me dio mucho tiempo para pensar, especialmente en lo que el padre de Niall le preguntaba la primera noche que vine aquí. "¿Qué tan dedicada es ella?" sé que estaba refiriéndose a mi dedicación por 13, lo cual hasta este punto es nula, pero entre más pienso en ello, más lo considero.

No podía olvidar la razón absoluta por la cual estoy involucrada con 13, Mikey. No tengo idea si Niall ya o algún día terminará conmigo. Sabía que a él le gustaba acostarse con varias chicas por semana, pero ¿Cuántas habrá traído a casa para conocer a su padre? No he visto a ninguna estas últimas semanas. Mientras pienso en esto, saco mi cuaderno para trazar algunos dibujos de lo que creo que Niall tiene tatuado en el pecho.

Un día cuando Celia no invitó a nadie y veía televisión mientras bebía vino, tenía un diseño. No era nada como el tatuaje de Niall, pero dibujé a un dragón aplastando un diamante en su boca. Me quedé observándolo por algunos minutos para pensar en cómo probar mi lealtad. Puse el cuaderno en mi bolso y corrí por las escaleras para encontrarme a Celia sorprendida.

"Oh bueno, ¿Qué te trae por acá?" Preguntó. Su voz y palabras mal articuladas mientras meneaba su copa de vino.

"¿Puedes decirle a algún escolta que me acompañe a un lugar? Necesito ir por algo." Pregunté lentamente, sus ojos miraron a la ventana para revisar.

"Alan mandó algunos hombres aquí por unas cosas, supongo que no les importaría llevarte a la ciudad." Le agradecí apresurándome a la puerta para encontrarme con el amigo de Mikey llenando la cajuela.

"¿Crees que puedas llevarme?" Pregunté. Él escupió al piso y no me moví esperando su respuesta.

"No estoy aquí para ser la niñera de ninguna puta." Frunció el ceño, mi enojo se estaba elevando.

"Si, bueno. No te necesito para cuidarme, el sentimiento es mutuo. Sólo necesito que me lleves." Respondí bruscamente, haciéndolo reír.

"De acuerdo, pero siéntate atrás y mantén la boca cerrada." Asentí y me deslicé por el asiento de atrás mientras él encendía el carro y aceleró. Dejé que mis ojos descansaran inclinando mi cabeza hacia la ventana, sólo abriendo mis ojos cuando el carro se detuvo.

"Puedo dejarte aquí. No provoques que te maten." El escolta murmuró y rodé mis ojos saliendo de ahí. Mientras caminaba por todas las tiendas y restaurantes, estuve en busca de un salón de tatuajes. Finalmente cerca de un teatro abandonado, pude ver uno a la vuelta de la esquina. Mis ojos reconocieron a algunos miembros de 13 cuando me metí al lugar. Esperé al tatuador y me sorprendí de que ninguno de ellos me siguiera.

"¿Qué se le ofrece ahora, señorita?" Mi tatuador sonrió cuando le tendía mi diseño. "Es impresionante. ¿Qué harás con el?" Preguntó y yo me quité la blusa y enseguida mi sostén, acostándome boca abajo en la silla.

"Un juego de posibilidades." Simplemente dije y él levantó su ceja pero sonrió mientras ponía en marcha el intrincado diseño. Cuatro enloquecedoras horas después, él finalmente retiró su material y enderezó su postura para admirar su trabajo.

"Está terminado. Échale un vistazo y dime que piensas." Me paré y miré el resplandeciente dragón fresco cayendo por la entera longitud de mi espina dorsal, el diamante cubría la herida de bala. Sonreí y cuidadosamente me puse mi ropa, asintiendo como aprobación. El sol comenzaba a caer cuando salí del lugar, para ser sorprendida al encontrar a Mikey esperándome. Le di un fuerte abrazo y él sonreía.