13 Niall Horan (Español)

Capítulo 29

Por los siguientes días, todo estaba tranquilo y volvimos a la rutina de que él llegaba a casa por la noche mientras yo dormía todo el día. Una noche Niall volvió a casa alrededor de las tres de la mañana armando una fiesta, despertándome por estar bebiendo y tener música a todo volumen en el piso de abajo. Molesta, bajé las escaleras en pants para encontrarlo sentado en el sillón bajando una botella de cerveza mientras había otras dos más enfrente de él. Había un juego de póker en la mesa, y muchas chicas ebrias agasajándose con algunos escoltas. Disgustada, me senté a lado suyo en el sillón y esperé por una explicación mientras él sonreía descaradamente. Bufé y me fui a la cocina, empujando a una chica que besuqueaba a un escolta para sacar una botella de vodka.

Niall me siguió hasta la cocina, apretando mi trasero con sus manos y presionando sus labios sobre mi cuello. Le pegué con mi codo en su costilla, haciendo que gimiera y riera un poco al girar mi cadera para estar de frente. Mordí mi lengua mientras miraba sus labios, su húmeda lengua pasando sobre ellos cuando deslizaba su mano cálida por mi blusa. Agarró mi cintura, me levantó hasta el mostrador antes de alcanzar mi botella y darle un sorbo al vodka. Empujando mis caderas contra su cuerpo forzó su boca en la mía, el frío vodka combinado con su lengua caliente hacía que mi piel se estremeciera. Me rendí y rodeé su cuello con mis brazos al presionar mis muslos con los suyos. Él gimió ligeramente cuando lo sentí sonreír, sus caderas se movían contra las mías mientras sus dedos lentamente bajaban el elástico de mis pants, deslizando sus dedos por mis bragas.

Quité su mano, no estaba de humor para revelarme enfrente de todas esas personas. Él se retiró para beber un poco más del vodka, sosteniendo la botella hasta sus labios antes de empujarme hacia adelante para besar mi pecho. Lo frío de sus labios contra mi piel suave cerca de mi clavícula me hizo agarrarlo con fuerza mientras cerraba mis ojos. Él terminó los besos húmedos pasando su lengua por los puntos donde sus labios estuvieron, su caliente respiración me estaba volviendo loca. Deslizó un dedo abajo justo en medio de mis piernas, frotando mi clítoris por encima de la delgada tela.

"¿Te gusta eso, bebé?" Él susurró en mi oído cuando comencé a jadear, mis dedos apretando su antebrazo. Un disparo afuera nos hizo saltar, Niall quitó su mirada de mí para observar la puerta. Él se separó de mí y sacó su propia arma mientras las demás chicas corrían y sus escoltas lo miraban para acatar ordenes. Les hizo señas y ellos sacaron sus armas para salir, gritos y peleas se escuchaban cuando la puerta se abrió. Me bajé del mostrador y arreglé mi ropa, tomando un poco de vodka para calmar mi ritmo cardíaco. Regresé a la sala con la botella en mis manos y me acomodé en el sillón cuando otro disparo se escuchó.

"Saquen a ese hijo de puta de aquí y asegúrense de que estamos cubiertos." Niall irrumpió dentro de la casa, había un pequeño moretón en su mano cuando se sentó a lado mío. Me arrebató la botella de vodka, se la terminó antes de lanzarla a la pared y el vidrio cayó por todos lados.

Se veían faros intermitentes desde las cortinas, haciendo que Niall volteara y le bajara a la música. Tomó un cigarrillo y lo puso en su boca, encendiéndolo para ponerme a horcajadas sobre su regazo. Soltó el humo antes de agarrar mi cuello y empujar mis labios con los suyos, su lengua lamiendo mi labio inferior. No quería complacerlo, intenté retirarme pero puso sus dos manos alrededor de mí y forzó mis caderas contra las suyas. Sus manos se movieron a mi blusa y la retiró, con una mano desabrochó mi sostén y lanzó a un lado. Antes de que pudiera protestar, la puerta se abrió; jadeé y me cubrí cuando Niall le daba otra calada a su cigarrillo y miró a la puerta.

Los cañones de las armas estaban en nuestras caras, los oficiales nos decían que levantáramos las manos y el detective entró con una sonrisa satisfecha. Les pude decir "Váyanse a la mierda" a los oficiales que gritaban, retrocedieron cuando el detective nos rodeaba. Niall dejó sus manos en mi cintura, el cigarro ardía entre sus labios.