13 Niall Horan (Español)

Capítulo 1

                  

Trabajar en el centro de Dublín era lo suficientemente malo, pero trabajar como bailarina lo hacía peor. Había pequeños bandos en las áreas adyacentes y los suburbios, pero justo en el corazón del lugar ardía una profunda rivalidad entre dos bandos. Diamond* tomó el lado este superior, pero 13 tomó casi toda la ciudad, dirigidos por dos líderes que nunca conocieron el amor o la piedad, había constantes peleas y violencia. 13 tenía muchos miembros y transmitían miedo a todos que hasta al policía nunca se entrometía.

Alan Reid era el frío y mal humorado líder de 13. El comenzó la tradición de que todos los miembros tengan un tatuaje de pelea, usualmente prominente detrás del cuello.

Él tuvo solo un hijo, Niall Horan, quien tomó el puesto después de su padre y no tenía interés para nada además de beber, fumar y dinero. Él era conocido por pasar mucho tiempo en prostíbulos o recoger prostitutas en la calle.

Su madre fue asesinada en una amarga pelea entre Diamond y 13, haciendo que Alan jurara vengarse por su muerte.

Había un toque de queda no oficial para la ciudad, 10:00pm siendo la hora en la que los miembros de 13 salen y planean esquemas o se juntan en los callejones. Desafortunadamente, en el club donde trabajaba cerraban a la media noche, haciéndolo difícil para evitar escapar corriendo de algún miembro de 13 o Diamond. Usualmente mis compañeras y yo caminamos juntas para que sea más seguro llegar a casa.

Yo vivía un poco más lejos que las demás, viviendo en el oeste de la ciudad significaba que tenía que recorrer un poco más que cualquiera. Así como salimos del club e iniciamos nuestro camino a casa, había una pesada presencia de 13 alrededor. Ellos nos miraron en silencio pero no avanzaron hacia nosotras, sabiendo que nos resistiríamos como grupo. Una por una de las chicas se fueron a casa, hasta que llegamos al corazón de la ciudad donde yo me despedía de la última chica, quedándome sola. Me quedé cerca de las áreas alumbradas, algunas de ellas por señales de restaurantes aún abiertos. Mis zapatos chocaban ruidosamente contra el pavimento, la calle aún resplandeciente por la lluvia de más temprano.

Mantuve mi cabeza en alto dejando que mis ojos vagaran a mi alrededor, mi corazón acelerándose. Mantuve mi respiración calmada para no convertirme en el objetivo, aunque no había ningún miembro de 13 a la vista. Mientras pasaba por una juguetería cerrada, eché un vistazo por la gran ventana, pude notar en la reflexión del vidrio a dos hombres que me venían siguiendo. Antes de que tuviera tiempo de pensar en lo que haría, ellos tomaron mi brazo y me empujaron contra un callejón sin iluminación.

No decía nada, uno de ellos forzándome contra la pared, mis músculos tensados cuando me preparaba para iniciar una pelea. Aún sin luz, pude notar sus facciones, uno de ellos tenía el cabello muy corto casi rapado y una gran sonrisa, el otro con la cabeza rapada igual. El que me sostenía contra la pared habló primero, su voz era apenas un susurro.

"¿Que hace una chica sexy caminando por las calles sola?" Siseó. Sus brazos amarrándose fuerte con los míos. No dije nada, mis ojos escaneando el callejón para ver una luz proveniente de una ventana frente a nosotros, una figura en la silueta. Mi mirada ahora obscura para el hombre que estaba a centímetros de mí, casi presionándose a sí mismo contra mí.

"Respóndeme cuando te hablo, perra" Su amigo se movía más cerca de nosotros mientras yo me mantenía callada, quemándolo con la mirada. Repentinamente abrí mi boca y le escupí directo al ojo, provocando que retrocediera un poco aflojando su agarre. Pude sacudirme fuera de él y comencé a caminar por la calle, solo para ser arrastrada de vuelta contra la pared por su amigo.

Esta vez gruñí suavemente por la fría pared de ladrillo pegada a mi espalda.

"¡Déjame ir!" Gritaba, solo para conseguir que él apretara una mano en mi garganta y me forzara más contra la pared.