Tu efecto en mi 1 [ACABADA]

CAPITULO VEINTICINCO

—Quien eres tú y porque no estás en mi cama-

Un pelinegro bastante grosero a simple vista suelta eso en cuanto llegamos, hay un grupo de cuatro chicos entre los que encuentro a los dos de ayer. El negro, creo que le llaman Patt, no pierde la oportunidad de pasarme un brazo por lo hombros

—Es mi amiga y cerra tu bocaza o Kyle te va a patear esa cara de mono que tienes- sonrío ante su amabilidad.

—¡Mi chica favorita! Me alegra verte aquí de nuevo.

Dany se acerca y me sorprende que se acuerde de mí con tan solo haberme visto una vez. Hoy sólo puede dejarnos tres motos pero con poder conducir una vez me basta y me sobra.

—¿Quieres participar también?- asiento apretando la goma de mi pelo, la presencia de Kyle a mi lado me transmite mucho seguridad

—Empezaremos de tres en tres y el que gane cada ronda contra el otro ganador.

Me siento en la madera viendo como Patt, y dos chicos más montan en las motos. Siento adrenalina en el estómago, no voy a negar que soy competitiva pero contra Kyle y el grosero de Pablo no tengo mucho que hacer.

—Deja que gane- susurro a su oído con una sonrisa lo más dulce posible —Quiero patearle el culo a ese cabrón- presiona sus labios divertido cuando Patt llega a la meta antes que los otros dos

—Tendré que llevarme algo a cambio- ruedo los ojos y sellamos el trato con un apretón de manos, pensaré después que puedo ofrecerle.

—No vale llorar cuando pierdas, princesa- me siento en la moto del medio notando como todo mi bikini se moja.

—A la de tres, señoritas.

Agarro el manillar con fuerza lista para activar mis reflejos en cuanto escuche el tres y en efecto, Kyle me toma un poco de ventaja pero no tengo problema con el, Pablo va más atrasado que yo y eso me hace sentir más adrenalina. 

La banderilla de metas está a pocos metros y acelero para pasar a Kyle y ¡GANÉ!,aplauden todos chillando y paso triunfante por el lado del perdedor, en cuando regreso le sonrío

—No vale llorar Pablo- le hago un puchero y todos se burlan de él.

—Me da miedo enfrentarme a ti, bonita.

Vuelvo a subir a la moto y veo a Patt nervioso al igual que yo, no me arrepiento de haber venido aquí.

Dan la señal y me toma un poco de ventaja pero en la recta final acelero y consigo entrar de pleno la primera.  Estoy a mitad camino volviendo alabada por todos cuando siento que me quedo parada sin poder avanzar.

—Se le habrá acabado la batería ¡sube con Patt!- mientras vuelve a por mi, Dani se acerca con una barca especial para cuando pasan estas cosas

—Esto es el cielo- me siento tras él intentando no palpar mucho su abdomen más grasiento que el de Kyle, no quería pero no puedo evitar comparar.

Comemos en un barecito de playa precioso todos juntos y el ambientes es muy agradable, cuentan anécdotas de sus aventuras juntos, la única pega que puedo sacarle a lo que llevamos de día es que Pablo no deja de tocarme las piernas en cuanto tiene oportunidad, está muy pesado. 

Cuando comienza a irse el sol, nos despedimos todos, después de toda la mañana y tarde juntos es hora de ir a prepararse para la noche. En una hora hemos quedado

—No vamos a ir, ni de broma- meto un par de pechugas en unas rebanadas de pan a modo de cena, le doy un poco a Mushka bajo las quejas de su amo

—No vayas tú sino quieres, yo si voy a ir- está molesto y me atrevería a decir que enfadado

—¿Te das cuenta de lo que quiere Pablo?- paso de él centrándome únicamente en mi cena

—Me da igual Pablo, quiero ir y salir una puta noche ¿ahora vas a prohibirlo?- subo escaleras arriba pero no quiere que esto acabe aquí y desde luego no lo hace

—Haz lo que te de la gana, abre los ojos y date cuenta de lo que la gente quiere conseguir de ti. Pasalo bien- con su portazo se queda todo en silencio. No voy a dejar se salir una noche porque a él no le de la gana pero hubiera sido más interesante si hubiera venido.

Un enterizo azul y blanco en pantalón corto y tirantes con un escote en pico crea la comodidad y belleza que necesito.

Como no me gustan los vestidos opto por esta clase de prenda cómoda y bonita a la vez. Dejo que mi cabello se quede suelto y salgo con un gran portazo de ahí, son apenas las once de la noche.

El lugar está poco iluminado y música no muy alta suena por todos lados, nos sentamos en una mesa alta y siguen contándome historias graciosas, sin duda Patt es el que mejor me cae

—¿Te apetece bailar,princesa?- me mojo los labios con el cóctel sin alcohol al que me han invitado

—Estoy cansada de todo el día Pablo y está noche salgo de viaje, lo siento- cada uno se dispersa en busca de chicas y la lapa no se separa de mi.

Pasa una hora completa en la que me cuenta con todo lujo de detalles su vida intentando impresionarme, este no es mi lugar y me comienzo a dar cuenta cuando su tercer vaso se está vaciando.

—Será mejor que me vaya, me alegro de haberos conocido- me sostiene por la cintura impidiendo que me vaya pero le aparto saliendo del lugar

—No te puedes ir así, te vas de viaje y no siquiera se si volveré a verte alguna vez más en mi vida-  al llevar zapatos planos me facilita la huida

—Estas siendo bastante gilipollas, no me sigas- me detiene por los hombros y empiezo a molestarme de verdad

—Solo pido sentir tus labios- me sostiene la cara con fuerza y nerviosa le empujo sin mucho éxito, borracho y acosador, no tenía que haber venido.

Salgo rápidamente hasta casa y cada poco giro mi cabeza a ver si me sigue pero no lo hace, se vuelve al club para mi suerte.

Entro en casa y mi respiración está agitada, Mushky me salta encima emocionado y como ya es costumbre me tiro al suelo a saludarle con caricias

—Que rápido ha acabado la fiesta- maquino una contestación algo diabólica pero se lo merece por ser tan gilipollas

—Puedes estar tranquilo que he disfrutado de ella, y joder si he disfrutado- le observo mientras me río triunfante al ver su cara.