-Hola, yo me llamo Michiru Kaioh- sonrió y le dio la mano
Mientras Haruka abría los ojos como platos, al darse cuenta que a la que tenia frente a ella era la princesa de Nokaith.
-Bueno te quedaras toda la tarde viéndome así- seguía sonriendo no sabía porque pero al verla toda la tristeza que sentía había desaparecido
-No disculpa es que no puedo creer que de verdad estoy conociendo a la princesa del reino- hablaba nerviosa aunque no sabía si era por que Michiru era la princesa o por que tenia la sonrisa más bonita que había visto –Pero, ¿Qué haces aquí?, no piensas que es un lugar peligroso para ti, estas muy lejos del palacio ¿Cierto?-
-Si la verdad es que me escape y como no sabía a dónde ir pensé que este sería un buen sitio- se noto algo de tristeza en sus ojos recordando de nuevo el por qué había terminado en ese sitio
-Lo más seguro deben estar buscándote, deben estar preocupados por ti-
-No lo creo, lo más seguro nadie se ha dado cuenta aun de que no estoy- se volteo rápidamente no quería que la viera llorar
-No digas eso como podrían dejar de notar que no estás si debes ser lo más importante para ellos-
-No es así, por eso es que me escape ya no quería estar sola, me siento olvidada por mis padres, no tengo muchos amigos la única que me cuida y me quiere de verdad es mi nana, pero ahora está muy ocupada ayudando a uno de sus hijos en su casa y no hay nadie para mi, para escucharme, para jugar conmigo, para acompañarme- se cubrió de nuevo su rostro con las manos cuando sintió que no podría mantener mas sus lagrimas alejándose unos pasos de Haruka
-No llores por favor, alguien tan linda como tú no debería llorar así, sabes estoy segura que tus padres te aman pero el trabajo de ser reyes debe ser complicado y por eso no están mucho contigo- se acerco a ella lo mas que pudo después de todo no quería que se fuera sin dejar que la ayudara
-No lo sé mi mamá siempre está ocupada con sus amigas aristócratas eso no es nada muy importante para como lo veo yo, y con mi padre pasa lo mismo tal vez si tenga un poco de trabajo pero no creo que sea tanto como para no verme nunca o ni siquiera escucharme cuando estoy con ellos- calmando un poco sus lagrimas
-Bueno tal vez tengas razón pero aún así no creo que sea lo correcto huir de tu casa, tal vez tu nana al no encontrarte si se sienta triste- tomo su mano en un intento de que no huyera en cualquier momento
-Sí pero ya no soportaba mas, no sabía qué hacer así que solo me fui- cuando Haruka tomo su mano sintió una enorme tranquilidad como si el solo hecho de estar con ella la liberaran de sus problemas y de su soledad. –Pero tal vez tengas razón y lo mejor sea que regrese-
-Así es no lo dudes yo siempre tengo razón- se separo un poco y sonrió –Pero como saliste sin que nadie te viera-
-Veo que eres un poco modesta- sonrió olvidando por completo toda esa tristeza que la había llevado a ese sitio –Bueno salí por uno de las entradas secretas que tiene el castillo-
-De verdad tiene-
-Si claro yo conozco casi todas aun me falta por descubrir pero sé que pronto los sabré todos-
-Bueno creo que tú también eres un poco modesta- ambas sonrieron al mismo tiempo y sus miradas volvieron a conectarse de una forma inexplicable pero Michiru rápidamente quito su vista al sentirse nuevamente nerviosa
-Gracias por ayudarme Haruka pero creo que debo irme a casa ya que tienes razón, tal vez cuando regrese mi nana ya hay vuelto y este buscándome-
-Espera, no te vayas aun, mira dices que estás sola, ¿cierto? yo igual no tengo hermanos y vivo muy lejos del pueblo para tener amigos con quienes jugar por qué no juegas conmigo un rato y luego te acompaño hasta el castillo antes de que oscurezca- no sabía porque pero quería que se quedara, quería tenerla a su lado por más tiempo
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Amando a tu enemiga
RomanceHaruka una simple campesina y plebeya del reino y Michiru la princesa y única heredera de este se conocen por casualidad desde los ocho años pero conforme van creciendo y conociéndose más nace entre ellas un amor profundo que no puede romper ni la s...