Libérame.

Capítulo 2

-Lamentamos mucho la actitud de nuestra hija, ella usualmente no es así.

-No se disculpen señores Kim, lidio con una pequeña en casa.

-Imagino lo mucho que debe haber crecido Krystal. ¿Cómo se encuentran tus padres? -preguntó el mayor de los Kim

-Todos se encuentran muy bien, les mandan saludos.

-Lamento no poder conversar con tu padre personalmente, nuestra agenda apenas nos permite ver a nuestros hijos.

-Entiendo perfectamente. –La castaña dio una cálida sonrisa.

Pasaron una hora entera hablando con la nueva niñera de su hija, temas diversos como política y estudios. La castaña se sentía extraña, pues en ningún momento hablaron más de la menor que iba a cuidar, trato de pasarlo desapercibido, llegó el momento en el que ambos se despidieron, pues tenían un viaje que hacer, solo se destinaron de despedir a la niñera e irse sin más.

Se paró de aquel sillón para disponerse a conocer la enorme mansión, -¿les costaba tanto mostrarme aunque sea la habitación de su hija?- Pensó ella mientras caminaba sin rumbo encontrándose en la cocina –Esto es un laberinto-.

-¿Quién eres tú?

Se escuchó una voz varonil en toda la habitación, la castaña reaccionó al instante con un grito tan agudo que el joven tuvo que tapar de su boca para callarla, recibiendo una fuerte golpe en su entrepierna cayendo al suelo, quejándose de dolor.

-JIWOONG DIOS MÍO, LO SIENTO TANTO –dijo la mayor, ayudando a parar al joven.

-QUE DIABLOS TE PASA, CÓMO ES QUE GRITAS ASÍ. Joder... como duele

-Perdóname, me asustaste, creí que no estabas en casa, yo..

-¿Quién..eres tú? –Dijo el confundido

-No bromees conmigo Jin.. Soy Jessica –El joven le dio una mirada inexpresiva- Jung Jessica, jugábamos de pequeños. ¿No te acuerdas de mi?

-Te ha pasado ese momento incomodo cuando vas a una reunión familiar y siempre te comentan "¿Me recuerdas? Jugábamos de pequeños" pero solo te queda sonreír... -Mostró su sonrisa más forzada logrando la risa de la mayor-

-Nunca cambiaras... Soy la princesa del hielo, joven Kim –Hizo una reverencia ante el menor, viendo como este sonreía de manera diferente ante el acto, la había recordado. Sintió cómo rápidamente este se acerco y la alzó entre sus brazos, él era más alto que ella, a pesar de su diferencia de edad.

-Tanto tiempo sin verte. –Comentó él, tomando de la mano de ella para besarla.

-Creí por un momento que olvidaste nuestros juegos absurdos.

-Tu eras mi princesa después de todo. ¿Qué haces aquí?

-Tus padres me contrataron como niñera.

-Preciosa, estoy muy grandecito para que me cuiden, pero por ti, me vuelvo un niño de 8 si es necesario. –Sonrió de manera pícara.

-A ti no tonto, a tu hermanita menor.

-¿Tengo hermana menor?

-Que gracioso. –Comentó ella con sarcasmo, mostrando su molestia–Tus padres se fueron tan rápido, que no me mostraron la casa, ni mi habitación

-Joven Kim, el almuerzo será servido en unos minutos, su hermana se rehúsa a bajar y comenta que hará huelga de hambre –Dijo una señora de avanzada edad entrando a la cocina