La princesa en la torre.

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  Capitulo 9.- La princesa en la torre.






Pov.Ritsu





Sus húmedos besos parecían volverse adictivos, la suavidad de sus manos al recorrer sin pudor mi piel desnuda me está enloqueciendo, el palpitar de ambos corazones junto el claro asfixiante que nos rodea está llenando la habitación. Quizás sea irresponsable hacer esto en casa de mis padres, pero si he de admitirlo, la cordura fue algo que se fue ya hace bastante tiempo junto con esas prendas que solo representaban un impedimento para nosotros.


Un manto nocturno ha tomado el cielo, iluminando solo a su paso con tenues y hermosas pequeñas luces en el cielo la ciudad de Japón. Entre besos y caricias poco me importa si mis padres pudieran darse cuenta, mi cara arde debido a la excitación por el hombre sobre mí, aquel azabache que recorre mi cuerpo sin problema alguno, conociéndolo a la perfección, tocando y besando cada parte solo logrando que esta se caliente cada vez más rápidamente... ¿Cómo es posible que con simples besos me tengas a tu merced? –Masamune...- jadeé, el oji-avellana dejo de besar y marcar mi pecho para así volver a mis labios, con ternura y delicadeza los tomo, saboreando detenidamente mis labios, volviéndolo un beso lento, profundo y excitante.


Me roba el aliento, roda mis suspiros y mis latidos. No entiendo como lo hace, ¿Cómo logra hacerme estremecer de esta manera? ¿Siempre fue así?



Enrede mis dedos en sus suaves cabellos, y lo abrace por el cuello con el otro brazo, obligándolo a no separarse, solo haciendo que el beso subiera de intensidad. Deslizo su lengua entre mis labios, acariciando y tocando la mía con ansia y deseo, la entrelazamos un par de veces anhelando seguir con ese húmedo contacto que solo descontrolaba como loco a nuestros corazones, ahogué mis gemidos unas cuantas veces, negándome a separarme de él. Sin embargo la falta de aire era el impedimento. Nos observamos unos momentos, conecte mi mirada con esos hermosos ojos color miel, llenos de amor y deseo, y con tan solo una mirada era más que obvio lo que pasaría a continuación... -¿Estás seguro de esto Ritsu?-logro preguntar tratando de hablar con la poca cordura que se suponía debemos tener en estos momentos.


-Si-Balbucee sin prestar tanta atención a su pregunta, lo atraje una vez más para saborear sus labios. No opuso resistencia y acepto de inmediato mi beso, deslizo una de sus manos a mi abdomen, recorriéndolo con cuidado y cautela, introduciéndose entre mi única prenda, acariciando así mi excitación mientras me pierde entre sus besos.


Mis manos descendieron de sus hombros, abrazándolo por la espalda conteniendo algunos gemidos, me aleje de sus labios continuando esta vez yo, recorriendo su cuello. Coloco su cabeza entre mi hombro y cuello, respirando con dificultad en mi oído mientras succiono entre besos unas partes de su cuello, mordiendo y lamiendo marcando al azabache que es mi prometido. Mordió mi clavícula haciéndome soltar un quejido, tomando las riendas de la situación de nuevo al comenzar a masturbarme con mayor intensidad.


El sonido de la cama moverse no es de esperarse, esas pequeñas risas entre acciones tampoco faltan, volviendo la situación en pequeñas y exquisitas venganzas del uno contra el otro. –Ma-Masamune... ya n-no lo so- Mng...-Hable entre cortado, asfixiándome del ardor en mi piel, enloqueciéndome el palpitar de mi miembro, los latidos golpean con fuerza mi pecho confundiendo mis acciones pero ya harto de no tenerlo dentro de mí. Dejo de succionar mis pezones, solo para verme con esa traviesa mirada logrando que cara ardiera aun más si eso era posible.

¡¿Como es posible que esto me este pasando a MI?! -2° Temp-Sekaiichi HatsukoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora