Luces y estrellas.

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Capitulo 13.- Tras un hermoso atardecer, un oscuro anochecer se aproxima.









Pov. Onodera







Esta escena ya la habíamos hecho en un pasado, y siendo así, no le veo el caso a repetirla.



Gritos, desesperación y frustración. Esto no es más que una pequeña y simple escena que conforma parte de toda la obra, ellos lo saben perfectamente, están consciente de lo necio e impulsivo que puedo ser al haber tomado ya una decisión. Es mi vida, ya no soy el mismo niño de 19 años que huyo de su casa mudándose al otro lado del mundo, mis sentimientos no cambiaran con unos cuantos gritos y regaños, mi decisión no se verá afectada tras una furiosa mirada. Me casare con Masamune, estén o no de acuerdo. — ¡¿Qué?! ¡Deja de bromear Ritsu, esto no es gracioso!—. Mi madre fue la primera en levantar la voz, viendo con enojo al azabache a mi lado.



-No estamos bromeando. Tu misma te diste cuenta, sabias que con mi visita te presentaría a la persona con la que me casaría. Me casare con Masamune, y quisiera tener su aprobación.- dije con tranquilidad, enjaulando mis miedos y el nerviosismo que me causaba enfrentar una vez más a la melodramática que es mi madre.


-¿Nuestra aprobación? Hijo, ¿Te das cuenta de lo que nos pides?-Pronuncio con indignación mi padre, solo dejando en claro que eso no sucedería. No sé cómo pude pensar que venir aquí había sido una buena idea.


-Señor Onodera, lamentamos venir de esta manera a su casa sin dejar que procesen la noticia pero, yo amo a su hijo y quiero casarme con él. –Intervino Masamune, solo logrando el fruncir del ceño de mi padre con esas sinceras palabras.


-Papá, Mamá...-Llame su atención, sé que esto no cambiara su forma de ver las cosas pero al menos espero que estén conscientes de la situación.- De verdad estoy enamorado de Masamune, y si no pueden darnos se aprobación para nuestro matrimonio, regresaremos a los Estados Unidos, y nos casaremos aunque ustedes se nieguen a estar presentes en la ceremonia.



Sorprendentemente no dijeron mas, me puse de pie y Masamune me imito, con la última fuerza que quedaba en mi cuerpo tome su mano y salimos del comedor. Estoy muerto del miedo, eso no lo negare, pero al menos al sentir su calor junto a mí, logra tranquilizar un poco el frenético latir de mi corazón. Creo que jamás espere que mis padres lo aceptaran, aunque si tenía una leve esperanza de ello.

¡¿Como es posible que esto me este pasando a MI?! -2° Temp-Sekaiichi HatsukoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora