One Shoots

Sam Pottorff

-¿Qué tenes pensando para la cita de hoy?-pregunta mi mejor amiga-

-Algo sencillo, llevarla al lago al atardecer, ¿crees que esta bien?

-Claro bobo-dice ella- le va a gustar, además van a estar los dos solos-sonríe- va algo así-reímos-

-Gracias por apoyarme-digo-

-Para eso somos amigos, ¿no?

Me dolía mucho ver que me diga la palabra amigos. Hace dos años estoy completamente enamorado de ella, me dolió mucho saber cuando estuvo de novia, pero para mi suerte no duraron. Así que hoy decidí engañarla, diciéndole que tenía una cita y que necesitaba ayuda. Pero lo que ella no sabe es que esta cita es para los dos

-No se que ponerme-dije gritando- 

Después de estar tres horas jugando a la play con mi mejor amiga, decidí irme a cambiar ya que se iba acercando el horario. Tomé una ducha que ni llegue a los diez minutos

-¿Por qué gritas tanto?-dijo ella apoyándose en el marco de la puerta-

-Me siento ustedes-reímos-

-A ver-dice entrando a mi habitación- 

-Lindos bóxer-dice antes de ver mi placard- 

-Es el trébol, me va a dar suerte 

-ríe- Que tonto sos Sam

El mejor sonido para mis oídos es su risa. Me encanta como achina los ojos, como se sonroja cuando se ríe 

-Ponete este jean-dice pasándome uno que me regaló ella- Con esa camisa, anda con tus zapatillas favoritas y el perfume que usas

-Gracias-digo

Ella sale de mi habitación, dejándome nervioso. Falta nada para declararme, decirle todo lo que siento hace dos años. Falta poco para saber si somos novios o me deja en la friendzone 

-¿Cómo estoy?-dije poniéndome adelante de ella- 

-Pareces una mujer siendo así. Estas bien nene-dice-

-¿Vamos?-me mira confundida- Estoy nervioso, no quiero ir solo-miento-

-Voy porque es cerca-

Ella estaba perfecta vestida, era simple pero me encanta como le queda. Un short tiro alto color negro, un top floreado con sus vans que le hacen juego con el top. Con ese perfume que tanto me vuelve loco

Le abro la puerta del copiloto y luego la cierro, paso por adelante del auto y abro mi puerta. Prendo el motor y antes de arrancar pusimos nuestra radio preferida. 

-¿Cómo te sentís?-dice algo ¿preocupada?

-Nervioso

-Tranquilo bobo, todo va a salir bien-me sonríe- 

-Eso espero enana- 

Luego de unos minutos viajando llegamos al destino. Cada vez más me sudaban las manos y mis pies empezaban a fallar. Apago el motor, bajo del auto para abrirle la puerta y que ella baje

-Bien-dice- llegamos. Ahora-suspira- anda que seguro la chica te está esperando 

-Nena-le digo- antes que te vayas tengo que decirte algo

-¿Qué?-dice confundida- 

-No hay cita-digo sin rodeos- No conocí a nadie por internet como te había dicho

-¿Entonces?

-Esto es para vos-digo sin ningún rodeo- Porque me gustas y te quiero más que una mejor amiga, porque te amo como pareja

-¿En serio Sam?-dice sorprendida- 

-Nunca mentiría con algo así, ¿queres tener una cita conmigo?

-Claro nene-sonríe- 

La lleve a donde tenía la manta, con unas velas alrededor, una pequeña canasta con comida que obviamente preparo mi mamá. 

-¿Cómo es que tenías todo esto preparado?

-Kian y Jc-le digo, ella sonríe- 

Estuvimos toda la atardecer hablando, riendo. La veía mucho más feliz que antes, sus ojos celestes tan hermosos, brillosos 

-Todo esto es raro-dice- pero me encanta-dice para luego sonreír- 

-Y falta algo más-me mira- No encontraba la manera de decirte lo que sos para mi, lo importante que sos. Las ganas de no perderte nunca, en todos los sentidos. Como mejor amiga o como pareja. Quiero que seas esa chica, que al despertarme la vea toda dormida, despeinada, que me sonría cada día, cada momento. Robarte besos, abrazos. Quiero ser ese hombre, que cuando peleemos te bese y todo se calme. Quiero ser ese hombre, el que te regala flores, chocolates. Ser ese hombre que te seque las lágrimas luego de ver una película o cuando discutís con tus padres aun que lo hacemos-ríe- Quiero ser ese hombre con él que pases el resto de tu vida. Que me ames como yo te amo a vos. 

-Sam-dice con lágrimas en los ojos- todo esto es hermoso 

-¿Queres ser mi novia?-

-Si Pottorff

Y por primera vez sentí esos hermosos y carnosos labios. Oficialmente hoy era mía, mi novia