La Niñera De Tus Hermanos (Editando).

Capítulo 4

—Marie, Lily quiere ir al parque.— menciona Alexia.

Sonrío, el parque siempre ha sido mi lugar favorito para pasarlo de maravilla.

—Entonces iremos.— camine hasta su dirección.— vamos a cambiar a Lily e iremos al parque ¿bueno?

—Bien, ve tu y cambiala mientras yo voy por las cosas necesarias.— sonríe y asiento.

Camino hasta donde se encuentra Lily, tomo su muñeca y la ayudo a levantarse.

—Ven pequeña. — doblo mis rodillas para quedar a su altura.— ¿quieres ir al parque?

—¡Si! — exclama.

Una sonrisa aparece en mi rostro, la cargo y subo las escaleras hasta su habitación encontrándome con Jackson.

—Hola nana.— besa mi mejilla.— estoy aburrido ¿que haremos?

Sonrío. — bueno, pues pensaba ir al parque con tus hermanas y si quieres ir vamos.

—Es una muy buena idea.— rasca su barbilla.— iré por mi anti mosquitos.

—Esta bien, ve.

Entro a la habitación de Lily y elijo una ropa deportiva para ir al parque, después de todo tengo planeado jugar con ellos algún juego divertido.

—Ten.— bese su mejilla.— cuando estés lista no dudes en llamarme ¿bueno, enana?

—De acuerdo, Marie.

Asenti, salí de su habitación cerrando la puerta y encontrándome con Kendall el idiota mas sexy que he visto.

—Hola.— sonríe y blanqueo mis ojos.— he escuchado que irás al parque con mis hermanos ¿te acompaño?

—No hay necesidad pe...

—Si hay necesidad... son mis hermanos y si les llega a pasar algo la culpa la tendrías tu.— me acorrala contra la pared.— piensalo nena.

Su rostro se acerca al mío haciendo que sus labios rocen con los míos, sentir su aliento mezclarse con el mío hace que mi vello se paren.

—Marie...

La voz de Lily hace que empuje a Kendall hacía la pared, mis mejillas se vuelven rojizas.

—¿Ya estas lista, mi amor? — pregunto nerviosa.

Sonríe y se acerca hasta mi oído.

—Te gusta mi hermano. — besa mi mejilla.— creo que lo mejor es que termines con tu novio... no puedo guardar este secreto pero tu le pareces linda a el.

Trago en seca, ¿yo parecerle linda a Kendall?... no lo creo, su tipo son las barbies, yo ni siquiera llego a su altura.

—Baja, tus hermanos están en la sala.— me pare.— iré a preguntarle a tus otros hermanos.

Lily asintió, camine hasta sus habitaciones y empecé a tocar varias veces hasta que salió Michael y Tobías.

—Hola niños. — sonrei.— ¿quieren ir al parque?

—Si.

—Claro, nana.

Asenti, baje por las escaleras Kendall estaba sentado en el sofá con Lily sobre su regazo, mi mirada choco con las suyas y sus mejillas se tornaron rojizas... se ve tan tierno.

—Bueno, ¿todo esta listo? — pregunte.

—Pelota listo, agua listo, refrigerio listo, amor listo.— Alexia miro en mi dirección y guiño su ojo.— hermanos listo, todo esta listo Marie.

—Bueno, vamos todos.— Lily corrió hacía a mí y tome su mano.— es mejor llegar temprano, no queremos volver tarde ¿cierto niños?

—¡Cierto!— dijeron todos a la misma vez.

Salimos de la gran mansión, caminamos hasta el parque mas cerca.

—¡Todos en linea, por favor!— grite.

Todos formaron una linea.

—Lily, Alexia, Kendall.— sonrei.— Tobías, Jackson, Michael... todos están, ahora si a ¡Jugar!

Todos corrieron, seguí detrás de ellos pero unas manos en mi cintura me lo impidieron.

—¡Chicos!— grito Kendall.— ¡Vengan!

Todos corrieron de nuevo a nuestra dirección con una sonrisa en su rostro.

—Jugaremos guerra de caballos.— somos cuatro hombres y tres niños así que uno tendrá que ser el juez ¿quien?

—¡Yo!— grito Jackson.

—Esta bien.— sonrió Kendall.— Tobías con Alexia, Michael con Lily y yo con... nuestra hermosa nana.

Mis mejillas se tornaron de color carmesí.

—¡Oh!— gritaron todos.

Me subi en su espalda y el muy descarado posiciono sus manos en mi trasero apretándolo.

—Tengo novio. — susurré.

—No me importa.— sonrió.— el no esta aquí.

—Baja esas manos ¡Ya!— grite.

—No.— apretó mi trasero.— bueno, tres... dos... ¡Ya!

Grito, comenzamos a correr... me gustaba estar a su lado, me sentía demasiado cómodo y a buen gusto.

—¡Hemos derribado a Michael!— grita Tobías. — ¡Vamos hermanas por esos dos enamorados!

—¡No estamos enamorados! — dijimos a la misma vez.

Y ahí fue cuando Kendall estaba a escasos centímetros de mis labios y en pocos segundos sus labios impactaron en los míos.

—Me gustas, nana.— susurro.

—Es muy apresurado para que digas esas cosas.— bese su mejilla.

—Esta bien.— sonrió. — pero ya sabes que me gustas ... pero demosle tiempo al tiempo.