Capítulo 2: Viejos amigos.

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Oak Minds, el pueblo perdido en medio de un bosque. El lugar perfecto para alguien como yo. Tenía que comenzar a actuar como una simple humana para poder encajar sin llamar la atención.

Asistir a la secundaria. Esto era peor que cadenas en el cuello. Solicité mi entrada al instituto Oak Hills, ya que era el único. Ya saben, pueblo de poca gente. A decir verdad, habían alrededor de 2000 habitantes, 1999 en este momento. Un desayuno noble para la reina.

Al terminar de desayunar tuve que ir al lago que quedaba cerca del bosque, a limpiarme. Era algo así como una vagabunda: no tenía hogar. Cuando terminé, ajuste mi chaqueta y me hice una coleta alta, la cual dejaba ver mis orejas puntiagudas. Así es, parecía el mismísimo Légolas.

Desde donde estaba pude escuchar la campana de entrada del instituto.

-Mierda, primer día y ya llego tarde.- me dije a mi misma.

(...)

Cuando llegue a Oak Hills la entrada estaba vacía, un desierto. Solo faltaba el maldito arbusto seco pasando por el frente mío. Los pasillos estaban iguales. ¿Que había pasado? ¿Mason se comió a todos?

En fin, era la vigésima vez que cursaba la secundaria. No iba a preocuparme por llegar tarde. Nada de nada. La primera materia que tenia era biología, que asco.

Entre a la sala y pude divisar en el banco del fondo al mismo Aaron, jodido idiota.

-Señorita Moore, llega tarde.- dijo el profesor regordete.

-Sí, sí, sí. - fui hasta el final de la sala y me senté sola en una mesa. Ya saben, antisocial desde nacimiento.

Aaron me miro amenazadoramente. Más que amenazadora, así era su mirada siempre. Fría, distante. Que se pudra en el jodido infierno...Ah no, esperen...ya se pudrió allí.

Aunque a decir verdad la chica que estaba sentada al lado de él se veía muy... ¿distinta a él? Eran polos opuestos. Pero ya saben, los polos opuestos se atraen.

La chica comenzó a mirarse raro con una rubia que estaba sentada adelante mío. Aaron, como siempre, seguía sumiso en su estúpido cuadernito dibujando como un maricón. Si supieran el odio extremo que le tenía a aquel chico.

La campana sonó. Era libre de biología al fin. La chica se había quedado en su escritorio mientras que Aaron se levantaba como una estrella fugaz y salía del aula y cuando yo decidí salir pude escuchar hablar a las dos chicas nuevas, supe que una se llamaba Tris y otra Kelsey, ambas hermanas. Esperen, ¿Esa era la Kelsey de la que todos hablaban?

(...)

Las clases habían sido...aburridas. Solo pensaba en dormir, aunque no podía hacerlo muy seguido. El pasillo estaba lleno de personas que podrían ser mi almuerzo, ellos sacaban de sus casilleros sus pertenencias y se marchaban. Pero esta cárcel aun no había acabado.

Divisé a esa tal Kelsey hablando con su amiga, Tris. Por lo que escuché estaban hablando de... ¿Jake? ¿El perrito pulgoso Jake?

Deje de escucharlas cuando vi que los Lawrence se estaban reuniendo en su "pasillo feliz", así que decidí ir justamente para el lado contrario. No tenía ganas de tener encuentros desagradables hoy.

El comedor estaba lleno de adolescentes hormonados. Ellos comían espaguetis y yo solo quería comérmelos a ellos. Aunque la sangre de adolescente no era mi favorita.

Solo me concentraba en la pobre chica, Kelsey, ya  que se le ocurrió la brillante idea de pasar por el pasillo feliz de los Lawrence justo en el momento en el que todos se encontraban allí presentes, se arrepentiría de por vida.

Las clases habían acabado y yo tenía que ir a la fábrica abandonada a encontrarme con un viejo amigo. A paso de humano estaba a 1 hora, a paso de vampiro... 5 minutos. Al llegar pude divisar solo una mesa alumbrada por una luz tenue. Me senté al frente de esta y pude verlo.

-¿Que tal el colegio?- estaba de espaldas afilando sus cuchillos de plata.

-Bien supongo, como siempre, aburrido.- dije mientras me levantaba de hombros.

-Sabes que en unos días es la fiesta en el bosque y que tenemos que atacar. ¿Cierto?- dijo dándose vuelta y apuntándome con el cuchillo amenazadoramente.

-Sí, lo sé. Un poco de miedo siempre viene bien. Ahora baja ese chuchillo.

-Dime Marcy, ¿viste a los Lawrence?- pregunto.

-Sí, más que nada a Aaron. Estaban molestando a Kelsey.

-¡¿Kelsey?! Espero que esos cretinos no le hagan daño.

-Tranquilo Mason. Kelsey estará bien. Nosotros nos encargaremos de eso.

Mercy (Aaron)Where stories live. Discover now