Nuestras vacaciones estaban llegando a su fin. Habíamos pasado unos días más que magníficos en la playa y por los alrededores de la ciudad pero sin duda alguna lo más memorable era tener a Chanyeol a cada momento al menos por unos días. Llegué a imaginar cómo sería mi vida a su lado y pensando en que la idea no me parecía nada descabellada caí en cuenta que mi vida nunca sería de la misma manera si en algún momento no lo tuviera a mi lado.
Era el último día que estaríamos en aquel lugar maravilloso, aquel en el que te podías olvidar de tus problemas y vivir feliz por unos momentos. No quería alejarme de eso pero me di cuenta que todo siempre debe tener un fin y el final de nuestras vacaciones había llegado.
Podía ver en los rostros de todos la misma necesidad que la mía; permanecer más tiempo ahí pero todos sabíamos que no era posible así que sin decir más, cada quien tomo un camino ese último día, cada quien con su pareja.
Luhan y Sehun habían decidido ir a un parque acuático en el que se pudieran lanzar de un bungee ya que Sehun estaba insistiendo como loco que no podía irse hasta vivir esa experiencia por lo que Luhan terminó cediendo. Minseok y Jongdae se dirigieron a un antro para poder bailar muy a gusto durante un buen rato. Kyungsoo y Jongin habían salido desde muy temprano a una pequeña isla donde podrían pasar grandes momentos completamente a solas.
Chanyeol y yo habíamos decidido tener una cena romántica por la noche, pero mientras ese momento llegaba dábamos un paseo por la playa desde temprano hasta que la tarde comenzó a hacer su aparición. Tomé la mano de Chanyeol y éste jugaba a balancear nuestro agarre de adelante hacia atrás. Cuando el sol estaba más próximo a ocultarse decidimos descansar en la arena, lo más cercano al agua sin que esta nos mojara y contemplar aquel bello paisaje.
- ¿Sabes una cosa? -me preguntó Chanyeol, dirigí mi mirada hacia su rostro y este se encontraba observando hacia ese bello atardecer. Noté que el color naranja que nos rodeaba hacía lucir a Chanyeol aún más guapo de lo que era, le daba un brillo más especial del que suele tener, por lo que mi corazón empezó a latir rápidamente y con dificultad pude ordenar mis ideas y contestar.
- ¿qué cosa? -respondí dudoso-
- Me encanta este lugar, me encanta ver este atardecer, me encanta el sonido del mar, me encanta ver volar a las aves con tanto ahínco pero sobre todo me encantas tú. - Volteó a verme haciendo que mi corazón trabajara a su máxima potencia- Me encanta tu compañía, me encantan tus labios, tus ojos, todo de ti.
Sus manos se posaron en mis mejillas y acariciaron suavemente mi piel, seguí su contacto con mis manos y en el momento preciso unió nuestros labios.
Comenzó a besarme lentamente, pude corroboran por milesíma vez que sus labios tenían el más delicioso y adictivo sabor que había probado en la vida. Rodeé su cuello y profundicé el contacto entre nosotros, sus manos viajaron a través de mi espalda hasta mi cadera y continuamos así hasta que la falta de oxígeno se hizo más fuerte pero a pesar de eso la necesidad de estar juntos era aún mayor.
Chanyeol unió nuestras frentes y con el corazón aún agitado al mil por hora fue mi turno de expresar mi sentir.- Te amo -comencé- No tienes ni idea de lo mucho que lo hago, te has vuelto mi necesidad. Te quiero a cada momento -cerré mis ojos y me deje embriagar por mis otros sentidos, llenándome de Chanyeol por completo.- No te vayas nunca.
- No lo haré porque te amo demasido. -contestó de inmediato, haciéndome sentir seguro-
No necesité más, lo besé una vez más para después terminar de ver el atardecer y así despedimos el último día en aquel lugar.
Regresamos al hotel, nos vestimos descentes y nos dirigimos al restaurant a cenar.
Entramos al recinto y era hermoso, nunca había estado en un restaurant como ese. Chanyeol había hecho una reservación y todo estaba preparado. Tomamos lugar en una pequeñas mesa arreglada con un par de rosas en su centro haciéndola lucir sencillamente elgante. El mesero llegó a atendernos minutos después y ordenamos el platillo especial del día.
Lo primero que llegó fue una botella de vino, nuestras copas fueron invadidas por aquel líquido de olor peculiar pero que al probarlo deleitó nuestras papilas gustativas y Chanyeol sonrió hermosamente.
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