Maullidos traviesos Ver. DaeJae

Parte única

Lleva al rededor de treinta minutos saltando de un lado para el otro sobre la cama intentando despertar a su dueño, y quizás sería más tiempo si es que hubiera aprendido a leer la hora en el reloj de manecillas.

DaeHyun normalmente no tiene el sueño pesado, pero la noche anterior ha tenido mucho trabajo, tanto que hasta YoungJae se quedó dormido con las orejas erguidas y atentas por sobre su cabello esperándole para jugar, como suelen hacerlo antes de dormir —o quizás algo más.

Y YoungJae entiende perfectamente que el hombre pueda estar cansado, recuperando las horas de sueño, es por eso que cuando se ha despertado hace dos horas, fue a la cocina y tomó su desayuno solo, con cierto vacío al no tener a cierto moreno alto regañándole por ensuciarse la cara comiendo, aunque luego le miraría con cierta ternura oculta y se encargaría se asearle él mismo.

Pero bueno, para el pesar de YoungJae, eso no ha pasado esta mañana y es probablemente por eso que está tan efusivamente intentando despertar a su dueño.

Eso, y también que el "molesto" ciclo ha decidido atacar desde la tarde anterior, pero se había quedado callado antes al ver a su dueño tan atareado.

—DaeHyun-nim —llama con voz dulce, atrapando las mejillas del mayor entre sus manos y su cola paseándose por el cabello de DaeHyun —¡DaeHyun-nim!

Nada.

Pero el gatito no se rinde, y ríe travieso al pensar en algo cuando DaeHyun suelta un pequeño ronco quejido en sus sueños, apenas retorciéndose bajo las sábanas que solo cubren desde la mitad de su torso hacia abajo, y YoungJae intenta ignorar, por el bien de su propio cuerpo sensible debido al ciclo, el hecho de que DaeHyun duerme solo en ropa interior durante el verano.

—DaeHyun-nim —está ahora muy, muy cerca del oído del mayor, temblando un poco y con un pie afuera de la cama para prepararse para huir —¡DaeHyun-ah!

YoungJae sabe que hablarle informal a su dueño lo meterá en problemas, DaeHyun se lo enseñó desde el primer día en que Junhong le trajo al apartamento del hombre, aunque DaeHyun está bien con un simple "hyung", pero el gato siempre se ha empeñado en llamarle "maestro" porque, según él, sigue siendo su mascota, a pesar de que a DaeHyun no le agrada mucho esa palabra cuando piensa en los suaves y esponjosos labios del gatito junto a los suyos, mucho menos con el recuerdo de lo que hacen debajo de las sábanas —una vez en la ducha y quizás más de una en el sofá, pero DaeHyun no hablará acerca de eso.

Está escondido al pie de la cama en caso de que su intento por despertar a DaeHyun haya funcionado y se esté levantando para regañarle. Pero DaeHyun solo vuelve a quejarse en sus sueños y se acomoda boca arriba, enredándose un poco con las sábanas.

YoungJae gruñe, sus orejas hacia atrás molestas mientras hace un mohín.

Bueno, si el tonto no va a despertar, más le vale aprovechar su coma temporal.

Desde pequeño, el híbrido nunca ha sabido como quedarse quieto o callado por más de diez minutos, lo cual le trajo unas buenas reprimendas en el pasado y más o menos también ahora, es lo más seguro cuando encuentra el marcador permanente negro en el último cajón del escritorio de DaeHyun y sonríe malicioso cuando descubre que funciona.

YoungJae dudaría de esta travesura si hubiera sido en el tiempo en el que todavía se estaba quedando "temporalmente" —Junhong es muy bueno utilizando palabras elegantes, que luego no cumplirá, para mejorar la situación— en el apartamento hasta que le consiguieran un hogar permanente ya que a Junhong, quien había encontrado al gatito hambriento vagabundeando por las frías calles se Seúl, no se le tiene permitido ni siquiera conservar un hámster, mientras que YongGuk habría hasta donado un órgano por quedarse con la criaturita si no fuera porque comparte piso con Himchan, oséase, un individuo que no puede estar en la misma habitación que el gato sin ahogarse en sus propios estornudos y, por otro lado, Jongup apenas cabe él solo en la pequeña habitación que alquila dentro un edificio de viviendas de mala muerte.