El Diario De Una Forever Alone. ♡Shadamy♡.

Capítulo 18

2 de noviembre.

Mi amado diario:

El día de hoy, mi tia y yo nos levantamos a las seis de la mañana para tomar un camión temprano a Sweet-Bell.

Sweet-Bell, es la ciudad más pequeña de todos Mobius, y también, la ciudad en la que nací.

Llegamos a la ciudad y visitamos una florería, compramos quince ramos de flores, todas de diferentes colores. Tomamos el bus para poder llegar al cementerio, y cuando bajamos caminamos una larga distancia.

Casi, al llegar, del lado de la calle, un carruaje nos arrebazó.
No, no podía ser posible.
Mi tía y yo nos ¿Asustamos? Un poco y nuevamente volteamos a ver de quién se trataba. Aunque ambas creíamos saber de quien.

A lo lejos, el carruaje se detuvo enfrente del cementerio, y cuando llegamos a donde estaba, una persona bastante conocida para nosotras bajó.

¿Te acuerdas de Lady Valentine?
Te la mencioné antes. Ella fué la que bajó del carruaje. Un carruaje, pff, no me extraña. También tenía puesto un lujoso vestido largo y un sombrero, la vestimenta de toda duquesa.

- "¡Pero qué sorpresa!" - Exclamó mientras levantaba los brazos para darnos un abrazo.

- "Emm... ¡Valentine!" - Exclamó mi tía dejando la caja con las flores en el suelo y fué a saludarla
y darle un abrazo.

- "¡Stella! ¡Qué hermosa te ves!" - Se giró hacia mi. - "¡No puede ser! ¡No creo que tú seas la pequeña Amy!" - Me dedicó una enorme sonrisa y se acercó para abrazarme.

- "¡Lady Valentine!" - Exclamé tratando de no parecer muy fingida, dejé la caja que cargaba y la abracé.

- "¡Amy! Estás muy bella, idéntica a tu madre, ¡Ya eres toda una señorita!"

- "Jeje, gracias, usted también luce muy hermosa. "

- "Ay querida, ¡Pero si ya soy una vieja!" - Exclamó echándose a reír. Definitivamente lo dijo con modestia, ya que se ve muy joven.

Nuevamente mi tía y yo tomamos nuestras cajas.

- "Valentine, querida, no sabíamos que vendrías."

- "Lo sé Stella, pero la verdad es que yo nunca vengo el dos de noviembre, siempre vengo uno o dos días después. Pero no lo sé, ésta vez, sentí deseos de venir hoy."

- "Me alegra que hayas venido, ¿Nos acompañas?"

- "¡Por supuesto! La verdad estaba por proponerlo, ¡James! ¡Thomas! Ayudénlas con las cajas... por favor." - Pidió llamando a dos de los cuatro sirvientes que la habían acompañado.

Cuando Lady Valentine se adelantó un poco más con ambos hombres me acerqué a mi tía y le susurré en el oído:

- "Ésta no es Lady Valentine."

Ella sólo rió y seguimos caminando.

Ambos hombres llevaron nuestras cajas y nos acompañaron a cada una de las lápidas.

Pusimos un ramo en cada lápida, uno del color favorito de cada uno, llevábamos 15 ramos, y éso porque no todos los seres que perdimos habían sido sepultados allí.

A mi padre le encantaba el azul, siempre me hacía reír diciendo que le habría encantado ser un erizo color azul. Cosa que siempre recordaba cuando veía a Sonic. Su color de piel era rosado, como el mío.

El color favorito de mi madre era el rosa, también era una eriza rosada, siempre me decía lo afortunada que se sentía de ser rosada.

Sin embargo coloqué un ramo de rosas rojas. Apesar de que le encantaba el rosa, prefería el rojo en ése tipo de flor. Ella era maravillosa, ellos, todos ellos, eran maravillosos.

Después de un rato allí, más personas empezaron a llegar con muchísimas flores lindas.

Después de colocar cuidadosa y especialmente cada ramo, salimos del cementerio. Lady Valentine, nos invitó a comer, y la verdad estábamos muy hambrientas, así que aceptamos. Jamás había viajado en carruaje.

Obviamente, Lady Valentine, nos llevó a un restaurante muy lujoso. Nos la pasamos conversando y recordando cosas. Sinceramente ésa mujer, no se parecía nada a mi tía. Quisiera ser como mi tía Stella, ella hablaba sin problemas ni nervios con ella, a mi siempre se me dificultó hablar con ella incluso antes de que fuera nombrada una duquesa. Quien sabe, ella era muy... exigente, delicada y quería que todo fuera perfecto y a su manera. Ella no solía hablar tanto y mucho menos sonreír. Ni idea de que le ha pasado.

Paseamos un rato por las plazas y Lady Valentine encerio llamaba mucho la atención, con un vestido tipo reina y sirvientes con pelucas raras, ¿Cómo no la llamaría? Lo último que quiero, que me vean.

Finalmente, Lady Valentine se ofreció a llevarnos de regreso a casa, y aquí vamos, de regreso a Albion. Y aquí estoy yo. Contándote mi día.

Desde la ventana del carruaje todo luce tan mágico, el obscuro cielo con pequeños luceros esparcidos por cada rincón. Es lindo apreciar ésto, en especial cuando vas en un carruaje.

Te lo recomiendo.

Con cariño,
Tu propietaria,
Amy Rose.