Tenia miedo, mucho miedo. Ese tío, era un caníbal. Y la tía... tenía un loca obsesión... muy loca.
El silencio se hizo presente, estábamos solos. Me acerque a Zeus y lentamente sin hacer ruido lo libere. El estaba con una tonalidad de colores azul, celeste y blanco.
David: Tranquilo, saldremos de aquí.
Me acerque a la puerta, estaba cerrada. Mierda,debía improvisar.
Un ruido interrumpió los pensamientos. Una voz, como de un niño. Provenía de la bolsa.
Retire la cinta con miedo y escalofríos. Era un niño de no más de 7 años.
??? : Ce-celo?
Ese niño me conocía, no entendía nada.
David: No hay tiempo de hablar. -tome al niño de los brazos mientras lo bajaba- Debemos salir de aquí.
Todavía no sabia como salir de aquí, pero estamos demasiado nerviosos como para decirles que había poca probabilidad de salir de aquí cuando mi mente se iluminó. Una compuerta, no muy grande con un par de tornillos.
Mi mente de había iluminado ya que había estado atornillando unos cuadros y el destornillador se encontraba en mi bolsillo.
Lo saque de mi bolsillo. Y, lentamente, saque cada uno de los tornillos
David: Por aquí, vamos!
Ingresamos por la pequeña compuerta,y estuvimos caminando agachados por un tiempo hasta que encontramos la luz. Salimos en una alcantarilla, con muy mal olor.
Los tres, a la vez, tapamos nuestras narices y buscamos alguna escalera. Encontramos la pequeña tapa de alcantarilla, la levantamos y salimos en la vereda.
???:Apresúrate, debieron ir por aquí !!
Esa voz grave del caníbal se escuchaba no muy lejana mente.
David: Apuraros, no están tan lejos.
Salimos de ahí dentro, estábamos en la calle, ingresamos a un café y nos dispersamos entre la gente.
Tomamos asiento, le pedí a la mesera 2 aguas y un jugo, para el niño, aunque ni siquiera se quien es...