Con la ventana abierta. Escuchando el viento veraniego. Aquel ruido que rompe en las blancas cortinas de mi habitación. Eso era nuestro verano.
Tumbada en la cama, y viendo fotos nuestras. Al fin y al cabo siempre me di cuenta que las flores de los balcones no paraban de cantar tu nombre, todo se centraba en tí.
Pues la verdad que seguro que no habían visto un Sol tan radiante. Porque tenerte, besarte, andar de la mano contigo, mirarte, decírte un te quiero al oído, sería lo más maravilloso de todo.
Siempre he dicho que mirarte a los ojos, me recuerda divisar la luna llena. Y que cuando me hablas, escucho un coro de amor para dos. El falsete de un te quiero en mi corazón.
Y eso que sólo me he enamorado una vez. Pero aún asi se que cuando me enamoro, me desespero, y que cuando me enamoro se detiene el tiempo. Sonrío, cuando me enamoro.
También pienso que si tuviera el naufragio de un sentimiento, sería un velero en la isla de tus deseos. Y si en tus sueños escuchas el llanto de un amor imposible, esa voz seré yo. Porque yo también sufro. Y sufro por ti. Aunque no lo creas.
Igualmente, yo te esperaré. Y nos sentaremos juntos aquí, junto al mar, caminando juntos de la mano. Que aunque tú estes con ella, yo se que volverás. Porque pienso en positivo. No quiero que la vida se me desplome pensando en que no llegaremos a ser nada.
Por eso tranquilo, que yo te esperaré.

ESTÁS LEYENDO
Cuando encienda el Wi-Fi.
RandomOs animo a que leais la historia hasta el final. Ahí esta la verdadera gracia, y comprendereis el verdadero sentido.