— Hola... - Saludé sin más.
— Hola... - Me contestó del mismo modo y se levantó, cortésmente, para retirarme una silla y ofrecerle el asiento.
Me situé a su lado y le miré, en silencio.
— ¿Te gusta este sitio? – Preguntó.
— No está mal. – Contesté.
— Si lo prefieres podemos ir a otro lugar o simplemente pasear.
Su voz delataba que se sentía nervioso. Me hizo mucha gracia pero no lo demostré. Ambos sentíamos el mismo hormigueo en la boca del estómago.
— Me apetece tomar un té. – Dije y miré la carta de tés.
Aquella cafetería estaba especializada en ese tipo de bebidas. Había tés de tantos sabores distintos que perdí la cuenta. Elegí un Príncipe Charles, de la marca Lipton, pues me gustaba el té negro con sabor intenso, y unas tortitas con nata y sirope de chocolate. Aquella tarde me sentía con hambre. Cameron, por el contrario, se pidió sólo un café irlandés; pero terminamos compartiendo mi postre.
Me sentía muy a gusto con él. Tenía una forma de ser parecida a la mía. Me resultó curioso que coincidiésemos en tantos gustos y aficiones. Me confesó que su, pasión oculta era la lectura y que incluso, había llegado a publicar un libro. Hablamos sobre ello un buen rato y nos pusimos al día de parte de nuestras vidas. Él, al igual que yo, había tenido una mala experiencia en el terreno sentimental. Tuvo una novia, la cual conocía desde el instituto, y ésta terminó abandonándole cuando entró a trabajar para el ejército. Aquello le marcó muy negativamente y desde entonces no quería saber nada sobre una relación estable con nadie. Yo correspondí a su confesión y le relaté lo que me sucedió con Rayn. No me dijo, nada, pero en su mirada pude ver, comprensión y en parte enfado por cómo, me trató el que había sido el hombre de, mi vida hasta el momento.
— Y ahora, ¿tienes a alguien especial? –Preguntó y me miró, como si me estuviese estudiando.
— Puede. – Sonreí -. No es una relación, convencional. De hecho, ni siquiera sé si se podría llamar relación. ¿Y tú?
— Estoy en tu misma situación. He conocido a alguien pero no estoy seguro, de adonde me llevará lo que estamos viviendo.
— ¿Y dónde está ella? – Pregunté, con interés -. ¿No viene a la boda?
— Puede que lo haga, pero no estoy seguro todavía. – Sonrió. Le miré de soslayo y sonreí. Me pareció que estaba jugando conmigo, así que le seguí la broma.
— Quizás vaya, pero no como tu acompañante.
— Eso me partiría el corazón. – Sonrió.
— ¿Has probado a pedírselo?
— ¿Cómo sabes que no se lo he preguntado?
— Porque seguro que si lo hubieses hecho, no estarías tan dubitativo. Sabrías la respuesta.
Cameron me miró, arqueando una ceja y terminó riendo a carcajadas. "Dios mío...Qué guapo es... Y cuando sonríe me parece tan sexy..." Me dije a mí misma. Intenté tranquilizarme y centrarme en nuestra conversación, por miedo a despistarme y comenzar a desnudarle con la imaginación.
— Oye, Cameron...
— Llámame Cam. Mis amigos me dicen así.
Si antes me parecía sexy, al escuchar cómo quería que le llamase, su atractivo, a mi parecer, aumentó.
— Cam... ¿Te han comentado Ale y Michael lo de este fin de semana?
— Sí, pero no estoy seguro de querer ir. ¿Tú... irás?
ESTÁS LEYENDO
En la oscuridad - Cameron & Aaron (HOT)
Fanfiction"_____, _____..." El timbre de aquella voz masculina le retumbaba en los oídos, mientras su mente seguía sumida en un profundo sueño. _____ es una chica que vive una existencia feliz y despreocupada. Su vida da un giro radical cuando una noche, un d...