Capítulo 7

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— ____... - Ale me despertó de mis fantasías.

— ¿Qué? – Pregunté, sorprendida.

— Me gustaría que fueses sincera conmigo. Yo siempre te lo cuento todo.

— ¿A qué viene esto?

— Sólo trato de entender por qué no me quieres hablar sobre tu relación con Cameron.

— Los y yo no mantenemos ninguna relación de novios, como te estás imaginando.

— Le has llamado Cam. – Sonrió.

— Bueno, él me ha dicho que le llame así.

— Entonces, ¿qué clase de relación tenéis?

— Ale...

— No quieres hablar sobre ello.

— Es que no hay nada sobre lo que hablar. Te casas en una semana y después él volverá a marcharse. ¿No ves un poco absurdo comenzar un noviazgo que tiene fecha de caducidad? No, Ale. Cam no es para mí, por mucho que me guste.

— Pero hay algo entre vosotros, ¿verdad? —. Desvié la mirada y volví a centrarme en el paisaje nocturno. Durante unos segundos no dije nada. Ni yo misma entendía nuestra relación. Sólo sabía que me había enamorado de él. Era una locura, sobre todo porque hacía muy poco tiempo que nos conocíamos, pero no podía evitar los sentimientos que albergaban en mi corazón.

— Nos gustamos. – Dije sin más.

— ¡Oh! Pero eso es bueno. No tenéis por qué ocultarlo. Nosotros no estamos aquí para juzgar a nadie. Pasad juntos todo el tiempo que podáis y centraros sólo en lo que sentís el uno por el otro. Michael tenía planes para mañana, pero haré como si me hubiese enfermado y así os daré todo un día para estar a solas. — Sonreí ante la propuesta de Ale y asentí.

Cuando llegamos a la casa, cada una se marchó a su habitación. No estaba segura de que Cameron me visitase finalmente. Con Michael nunca se sabía qué iba a pasar. Por eso era un chico tan divertido. No obstante, por si acaso, cogí un conjunto negro de camisón y tanga de encaje, muy sexy y minúsculo. Retiré la colcha y la sábana, y me tumbé en la cama. Estuve esperándole hasta que mis ojos se cerraron y caí en un profundo sueño.

Estaba amaneciendo cuando sentí movimiento en la cama, detrás de mí. Por un momento pensé que estaba en casa y era mi amante nocturno.

Acopló su cuerpo, totalmente desnudo, al mío, y comenzó a besarme en el lóbulo de la oreja, en el cuello y en el hombro. Noté las caricias de su pene sobre mi trasero y abrí los ojos. Su mano izquierda se coló entre mis muslos e introdujo sus dedos entre la tira de mi tanga. Tiró de ella, haciendo que la tela de encaje se apretase contra mi sexo y se humedeciera por la excitación que recorría cada poro de mi piel. Me cogió uno de los pechos y apretó el pezón con sus dedos, haciéndome gemir. Me hizo girar, hasta ponerme de frente a él, y me besó, entrelazando su lengua con la mía.

— Eres tan hermosa... No me canso de decírtelo. Me vuelves loco.

— Y tú a mí. – Le contesté, mientras acercaba mi mano hasta su enorme y erecto pene. Cuando notó la presión que ejercía sobre su sexo, gimió y cerró los ojos, para sentir cada uno de mis movimientos mientras le masturbaba. Cuando comenzó a sentir ese cosquilleo especial en su sexo, frenó mi avance y se incorporó de rodillas en la cama. Cogió mi tanga y comenzó a desplazarlo por mis piernas hasta que me lo quitó. Entonces se lo llevó a los labios y lo lamió. Aquello me excitó.

Abrió mis piernas y hundió su cabeza en mi sexo, mientras me masturbaba con su lengua, causándome un placer tan intenso que llegué al clímax. Mientras los espasmos sacudían mi cuerpo, acaricié su cabello y tiré de él. Se incorporó y me dio la vuelta. Entonces me penetró con tanta fuerza que ahogué un grito en la almohada. Sentirle en mi interior era algo que no se podía explicar con palabras. Jamás me había sentido así con el que había sido mi único novio. Me encantaba escuchar sus gemidos de placer. Encogí mi sexo para atraparle en mi interior y eso le hizo correrse estrepitosamente. Ya no nos importaba si nos oían Ale y Michael. Sólo queríamos vivir el momento y disfrutar el uno del otro.

En la oscuridad - Cameron & Aaron (HOT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora