『 El Hijo de Ticci Toby. 』 © [TERMINADA Y EDITANDO]

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Entré a la casa mientras Smile corría a sentarse en la alfombra de la sala. Me senté a un lado suyo mientras me recostaba en su lomo tranquilamente mirando el techo blanco. De pronto miré los ojos de verdes de aquella niña que me cuestionaba en la mañana.

-¿Qué quieres ahora?- Le dije sin expresión alguna mientras ella inflaba las mejillas en forma de un puchero.

-Esas no son formas de contestarle a una niña.- Se quejó cruzándose de hombros mientras soltaba un largo suspiro cerrando los ojos. -Sólo dime a que viniste, dramática.-

La niña se acomodó aquel vestido suyo sentándose con delicadeza en el suelo cruzando ambas piernas. -Quería jugar contigo.- Dijo mientras abría un ojo mirándola.

-¿Y por qué conmigo?- Le cuestioné mientras me sentaba con normalidad entrecerrando los ojos. No me daba buena espina.

-Porque eres el hijo de Toby, supongo que eres algo interesante.- Mencionó dándole vueltas a uno de los mechones de su cabello. Suspiré cerrando los ojos para después levantarme. -Sólo un rato.-

La niña se levantó alegre mientras me jalaba. -Vamos al cuarto con Ben, quizás el quiera jugar también. Ben era un chico un par de años mayor que yo, era como Link del juego de Zelda pero más aterrador.

Entramos a la habitación mientras me asomaba viendo a Ben pegado a la consola.

-Hola Ben.- Lo saludé tendiéndole el puño. Uhm, hola Allen.- Me dijo chocando este con el suyo. Me senté a un lado suyo mirando su partida.

-¿A favor...?.- Pregunté con interés alzando una ceja mientras el chico se señalaba de forma rápida con el pulgar. -A mi favor.- Sonreí un poco. -Como siempre.- El contrario se limitó a asentir con una sonrisa orgullosa mientras Sally sacaba un juego de mesa.

-Vamos Allen.- Me llamó mientras me movía por el suelo llegando hasta ella.

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-Adiós.- Me despedí de Sally mientras cerraba la puerta de la habitación; al parecer fue divertido. Bajé llegando a la sala y miré a mi madre sentada en la sala jugando con su cuchillo de tortura. Me acerqué sentándome en sus piernas recargándome con total comodidad mientras ella plantaba un beso en mi cabello.

-¿Todo bien.- Asentí ante su pregunta mientras miraba a la televisión. Algunos minutos más tarde llegó papá con el par de hachas en sus manos y Masky y Hoody con sus máscaras en la mano.

-H-He vuelto.- Fue lo único que dijo mientras dejaba sus armas en la mesa y Masky y Hoody se tumbaban en el sillón de un lado.

-Creí que llegarías más tarde ¿sabes?.- Comentó mi madre mientras se acercaba mi padre dejándole un beso en la mejilla y a mi me daba un pequeño patpeo en la cabeza y un leve tic en mi ojo se producía. -T-También creí lo mismo.- Dijo mi padre mientras se quitaba los lentes de la cabeza pasando una mano por su cabello.

-¿Qué tal t-tu día?- Me preguntó mientras alzaba los hombros. -C-Cómo siempre, en realidad, o pregúntale a Smile.- Dije tallando uno de mis ojos dejando escapar un bostezo.

-Interesante.- Dijo mientras tocaba el hueco de su mejilla y yo entrecerraba los ojos, era raro cuando hacía eso.

Miré a mamá y ella me dedicó una sonrisa. -Má, papá esta tocando su hueco.- Mamá miró a papá amenazante.

-Toby, deja de hacer eso, se te infectará otra vez tonto.- Le dijo frunciendo el ceño mientras mi padre me dirigía una mirada acosadora y miraba a mamá después. -¡P-Pero es divertido!-

-Haber si es divertido si se infecta idiota.- Una pequeña sonrisita se formó en mis labios mientras mi padre se dejaba aquél hueco y bufaba.

Llegó después un chico de cabello oscuro, sin párpados y con una enorme sonrisa hecha con algo filoso. Llevaba puesta una playera negra y unos pantalones negros.

-Que hay Jeff.- Preguntó mamá mientras miraba a este y el contrario se tumbaba a un lado de mi padre.

~¿Haciendo la buena labor de madre eh Clock?.- Dijo mientras pasaba su mirada de mi madre a mi y ella asentía.

-Como siempre.- Dijo mientras mi padre miraba a Jeff. -¿Y-Y que te trae a-a casa tan temprano viejo?.-

-Me aburri de la gente estúpida de la calle. Esperaba más de ello.- Mencionó mientras jugaba con el cuchillo. De un momento volteó a mirarme extendiendo su sonrisa ya hecha.

-Que tenemos aqui, al bebé Toby.- Me dijo en un tono infantil para que después mi madre le aventara una cuchilla la cuál esquivó.

-Te escucho Jeff.- Le dijo y el contrario solo soltó una carcajada. -Esta bie, tu ganas Clock.- Miré a mi madre quien me sonrió.

-Iré a dormir.- Dije bajandome de sus piernas y sin expresión alguna subí las escaleras. Eran por eso de las 6 de la tarde.

Pasaba por los cuartos y encontre uni abierto. Me asomé y vi a Masky y Hoody tirados en sus camas y sin esperar más me mirarón.

-¿Pasa algo Toby miniatura?.- Me pregunto Masky mientras yo negaba con la cabeza. -¿Todo el tiempo mi padre tartamudea?.-

El pelinegro asintió con la cabeza y el contrario levantó una mano pidiendo la palabra. -Ya es una manía suya, de vez en cuando puede hablar normal.- Luego se volteó dandome la espalda.

-¿Cuándo esta enojado es malo?-
-Algo así, tiene sus encantos aún con su mal genio.- Dijo alzandose de hombros y terminada esa pregunta salí de su habitación.

Abrí la puerta de mi habitación mirando una sombra en el rincón. Cerré la puerta lentamente manteniendo ambas manos atrás de forma elegante.

-Eres la chica del bosque. ¿Que querías?.- Dije tranquilamente mientras una niña quizas de mi edad o un par de años más pequeña salía del rincón mirandome.

Tenia ojos escarlata, no notaba nada de vida en sus ojos: estaban huecos, llevaba puesto un vestido negro con detalles rojos y un fleco parejo a la altura de sus cejas. Parecia una muñeca de porcelana.

-Quiero jugar.- Me dijo como si nada, con una voz muy sencilla mientras la miraba a los ojos aún en busca de algún rastro de vida.

-Pero ya acabó mi hora de jugar.- Le dije friamente mientras se sentaba en mi cama y se quedaba quieta sin dirigirme la mirada. -Quiero quedarme aqui, no quiero volver con papá.-

-¿Quién es tu papá?.- Le pregunté con un leve rastro de interés.

-Offenderman.-