Capítulo 7

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Vi la cosa más espeluznante de mi vida. Eran unos bichos verdes y viscosos que expulsaban una especie de baba blanca. No eran muy altos pero parecían fuertes. Tenían unos dientes bastante grandes. Miré a Zack intentado desesperadamente que me sacará de ahí. Puse mi cabeza entre su cuello. Uno de ellos habló:

-Vaya, vaya ¿Que ahí aquí? Carne fresca ¿Quizás?. -Se tocó los "labios". -¡Zack! Te estaba esperando. Dame ese maldito colgante.

-¡No te acerques a nosotros!- Intenté poner cara de malota pero no funcionó.

-No te metas en esto Lara. No quiero que te hagan daño. -¿Pero acaso no era la cosa más mona de este planeta?

-Vaya, veo que no pierdes el tiempo. Te "matas". -Hizo un gesto con los dedos. - solo para estar con esta. -Negó con la cabeza-No, no, no... Muy mal Zack.

-Dejanos en paz, yo no tengo el colgante.

-¡Si claro! ¿Que dedo quieres que me chupe? -Puso tono burlón cuando de repente sus asquerosos amigos nos empezaron a acorralar.

-Tengo miedo Zack... -Dije muy bajo.

-No te preocupes cariño, cierra los ojos y intenta pensar en algo bonito. -Hizo una pausa. -¡Vamos allá!

Zack hizo aparecer una espada por arte de magia y empezó a matar a algunos bichos. Yo no era capaz de mirar la escena. Estuvimos un buen rato así cuando de repente el mismo bicho que habló antes dijo:

-¡Oh mi señor! ¡Aparece! Tenemos al chico y al colgante.

-¡Lara! ¡Esto es muy peligroso! ¡No puedes seguir aquí! ¡El vendrá! Cuando yo te diga salta al río, corre todo lo que puedas y busca un lugar seguro. Cuando estés a salvó llámame con la mente.

-Pero Zack... -Le miré entre horrorizada y desconcertada.

-¡Nada de peros! ¡Deprisa! ¡Ahora!. -Lo miré por última vez y salté al agua.

El agua me arrastró hasta una cabaña abandonada. Toda empapada entre y intenté buscar algún teléfono o a alguien pero fue imposible ya que la casa estaba abandonada. Me recosté en una esquina de la cabaña y empecé a llorar.

-¿Dónde diablos estas Zack? ¡Te necesito! ¡Ven conmigo! -Intenté llamarle pero era una tontería. No creo que me escuche.

Después de aquello solo se que me empecé a quedar dormida. Sentí como alguien me cargaba en brazos y corría lo más rápido posible.

Mi protectorWhere stories live. Discover now