Capítulo 10

32 1 0
                                    

Me estaba haciendo daño, mucho daño. Me giré bruscamente y vi al chico nuevo cogiendome de la muñeca. En ese momento pude ver su rostro. Era moreno y con unos perfectos ojos café. Le observé y acto seguido solte mi muñeca de su agarre.

-¿Que quieres?. -Dije acariciando mi muñeca.

-Wow, tus padres no te han enseñado lo que es la educación ¿Cierto?. -Se río. - ¿Te duele?

-Mira desconocido, hazte humo y déjame en paz. -Contesté.

Me fui de la cafetería sin dejarle contestar. Lo único que alcance a oír fue su risa. Pero este chaval era tonto ¿Por que me había echo eso? ¿Que quería? ¿Por que me hablaba a mi? En ese momento mis pensamientos fueron interrumpidos por mi mejor amiga. Ups me había olvidado completamente de ella. La había dejado sola en la cafetería.

-¡Lara! ¿Que acaba de pasar?. -Estaba algo agitada a causa de la maratón que había hecho corriendo detrás de mí.

-No lo se. -Intenté poner una sonrisa. -Pero ese chico no me gusta. Tiene algo raro.

-¡Señorita Méndez! La llama el director. -Nos giramos y vimos a Martina la secretaría del director.

-Enseguida voy Martina. -Contestó Maria. -Luego hablamos.

En ese momento la vi desaparecer entre los pasillos del internado. Abrí mi puerta y entre en la habitación donde me encontré con Zack. Me miraba raro pero a la vez contento.

-¡¿Dónde diablos te habías metido?!. -Empecé a llorar. -¡Me as dejado sola cuando no debías hacerlo! ¡Te e necesitado tanto!

-Lara cielo no llores por favor... Siento que me falta la respiración si tu lloras. -Me cogio la barbilla. -Eres mucho más hermosa cuando ríes que cuando lloras.

-Zack... -Fui interrumpida por él.

-Dejame hablar. -Hizo una breve pausa. -Nunca te dejé sola. Siempre estuve ahí. Aun que tu no quisieras saber nada de mí yo te cuidaba. Esa es mi misión y no voy a fracasar. Además no te dejaría morir por que eres importante para mí... Tu siempre serás esa única persona con la que puedo ser yo mismo. Cuando era popular tenía muchos amigos pero nunca ninguno de verdad. Tu me haces sentir especial y aun que esté muerto tu me... -Se calló. No sabía que iba a decir y no pensaba preguntarlo.

-Eres el mejor. Gracias y perdón por qué pense lo peor sobre ti. Pensé que me habías dejado sola. -Me limpio las lágrimas.

-Te tengo que contar algo importante.

-Esta bien... Dime. -Sonreí.

-Lo que yo había dicho eres más hermosa cuando ríes que cuando lloras. -Me sonroje. -Bueno los días que estuve desaparecido descubrí que los que te quieren hacer daño van en busca de mi abuelo. El sabe todo sobre el colgante. El problema es que el no es fácil de encontrar. Tenemos que ir en su busca.

-Joder esto cada día se complica más. -Suspire. -¿Cuándo?

-Esta noche.

-¡¿Que?! ¡¿No puedo dejar el internado?! Se darían cuenta...

-Tenemos que hacerlo. Quizás encontremos algo para que puedas deshacerte del colgante. Por favor ven conmigo. -Me sonrió y puso cara de cachorrito.

-Esta bien. Solo lo haré por ti. -Me abrazó.  

-Te espero en un par de horas en la puerta de atrás.

Lo vi desaparecer en frente de mis ojos. Aún se me hacía raro ver ese tipo de cosas. Siempre me quedaba con cara de estúpida. No podía creer nada de lo que veía. Verle desaparecer, verle convertirse en algo inanimado... Tantas cosas para tan pocos días. Nunca pensé que mi vida podría cambiar por coger un colgante.

~

Ya eran aproximadamente las doce de la noche. Hice una pequeña mochila con las cosas que necesitaría. No era mucho ya que no quería cargar con mucho peso. Me asomé a la puerta para comprobar que no había nadie. Miré un par de veces y cuando creí que era seguro salir, salí.

Caminé por el gran pasillo de mi internado hasta la puerta donde había quedado con Zack.

-¿Zack? ¿Estas aquí?. -Dije casi en un susurró. No obtuve respuesta, como siempre. Siempre me hacía lo mismo. Este chico no era para nada puntual.

-¡Lara!.

-¡Zack!

-No grites.

-No grites.

-¡Ah!

-¡Ah!. -Nos miramos y empezamos a reír pero automáticamente nos callamos.

-¿Que es eso?

-¿Que es que?. -En ese instante oí pisadas de alguien. Los dos nos callamos. Me acerqué a él y lo abracé.

-Ni se te ocurra decir nada. -Dijo en un susurró cuando estaba a punto de hablar.

-¿Hay alguien ahí?. -Preguntó la voz de una chica que no logramos ver. La voz me resultaba muy familiar. -Joder tío que miedo. Mejor me voy... ¡AHHHH!

Zack y yo nos miramos con una expresión de horror en nuestros rostros ¿Que había pasado con esa chica? Salimos de nuestro escondite y vimos como un hombre con capa negra se la llevaba. Logré ver su rostro y era ella. Una de las personas más importantes de mi vida, Maria. Intenté correr detrás de eso pero no pude, ya había desaparecido y con él mi mejor amiga. Me giré y vi a Zack. Parecía preocupado. Esta vez estaba muy decidida a ir a buscar a su abuelo. De paso era una excusa para buscar a mi mejor amiga. No la podía dejar sola. Todo era culpa mía y yo lo arreglaría.

-¡Vamonos ya!. -Grité. Lo cogi de la mano y con un simple 'Desaparecer' que dijo Zack aparecimos en un sitio raro y siniestro.

----------------------- 

Espero que os guste. He tardado en escribir ya que estaba muy ocupada. Ya os subiré algún capítulo que no hayáis leído.

Bueno pues lo de siempre comentar, votar... Gracias, Ashlee :)

Mi protectorWhere stories live. Discover now