Capítulo 8

35 1 0
                                    

Abrí los ojos poco a poco ya que la luz me incomodaba bastante. Miré a los lados y no había nadie. Tenía miedo y necesitaba saber donde estaba. Me levanté con cuidado de la cama y camine hasta lo que parecía ser la cocina. Olía bastante bien. Abrí la puerta con cuidado ya que tenía miedo por quien pudiera estar allí.

-¿Ahí alguien?. -Nadie contestó y mi miedo aumento cada vez más. -¿Hola? ¿Zack?. -Dije su nombre inconscientemente ya que deseaba que fuera él y no uno de esos monstruos de ayer.

Me acerque a la mesita de la cocina. Me quedé pensando en donde estaba cuando de repente unas manos tocaron mi cintura. Me asuste y dí un pequeño saltito. Me giré con cuidado y vi a un sonriente Zack. Me tranquilice y salté a sus brazos.

-¡Dios! Zack, pensé que eras uno de esos monstruos o alguien que me quería hacer daño ¡Joder! ¡Tenía tanto miedo!. -Respiré hondo.

-¡Lara! ¡Lara! Tranquila, ya pasó... ¿Vez porque no te quería llevar? Tenía miedo de que pasará algo como eso y que te hicieran daño... -Me dijo abrazándome.

-Zack... Lo siento... pero no puedo huir todo el tiempo. Si tengo que morir, moriré. -Dije temblorosa pero segura.

-Tu no vas a morir ¡Como que me llamo Zack!. -Dijo entre risas.

-Bueno ¿Que pasó después de que me fui?

-Él tipo ese que me pregunto por el colgante. -Hizo una pausa. -Luis Marxen es un exs cuidador del colgante ya que tuvo problemas, es decir, se volvió malo y bla bla bla. Desde entonces busca el colgante y a mi.

-¿A ti?. -Me pregunte confusa.

-Si, desde que el se convirtió en una amenaza para el colgante, me encargaron la tarea de proteger el colgante y... -Le interrumpí.

-Y eso le molesto al tal Luis ¿No?. -Le miré. -Y ahora quiere venganza y obtener el poderosisimo colgante ¿No?. -Todas las palabras que decía me sonaban a una telenovela.

-Si, eso mismo. -Sonrió contento de que entendiera lo que me intentaba explicar.

Después de aquello desayunamos. Zack había preparado un desayuno muy rico. Hablamos y me contó todo lo que había pasado. Era agradable hablar con él, a pesar de estar enamorada de él siempre pensé que al ser un chico popular sería el típico chico hueco que no tenía tema de conversación. Al contrario, era un chico con grandes argumentos.

Me contó que el tal Luis tenía un amo, el cuál quería acabar con Zack. Lo que nadie sabía aún es que Zack ya no tenía el colgante y que ahora lo tenía yo. Zack pensaba que era mejor que las cosas continuaran así.

Después gracias a las indicaciones de Zack me fui a duchar. Aún me preguntaba donde estábamos. Me terminé de duchar y encontré ropa limpia encima de aquella cama. Había un vestido de flores, con una chaqueta y unas botas. Me puse lo que encontré y salí de aquella habitación. Caminé hasta el salón y me encontré con Zack. Parecía preocupado. Me acerque a él.

-Zack ¿Que pasa?. -Me hizo un gesto con su dedo para que hablará más bajo.

-Luis Marxen esta fuera. Tenemos que irnos ¡Ya!. -Dijo arrastrándome escaleras arriba.

-¿Como vamos a salir sin que nos vea?. -Pregunte asustada.

-No lo sé. Lo que se es que el no puede entrar, la casa esta protegida. -Miró por la ventana.

-¿Entonces porque nos preocupamos?. -No entendía nada.

-Porque si llama a su amo, ahí si que nos tendremos que preocupar. Es muy poderoso y el conjuro que tiene la casa no es muy fuerte. -Me cogió del brazo y abrió la ventana con mucho cuidado. -Vamos a saltar.

-¡¿Que?! ¡¿Estas loco?! ¡Nos verá!

Mi protectorWhere stories live. Discover now