Carta 3

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Querida Valeria:

Verte fue el más amargo de los placeres.
Mientras me reclamabas por estar con alguien más para llenar tu ausencia, detrás tuyo, como una sombra estúpida, estaba Steven. Con su cara de idiota, tratando de que te calmases mientras me decías que no me querías volver a ver.
Te veías tan distinta a mi Valeria, sin embargo, seguias siendo la misma. Tan temperamental, tan caótica.
Pero a la par, eras otra, una temerosa, llena de odio en su corazón y mirada. Me decías cosas horribles y parecías disfrutarlo, parecía que estabas feliz con verme sufrir tu desprecio.

Si no quieres volverme a ver, está bien. Lo cumpliré de la mejor forma que sé, nunca más tendrás que preocuparte por mí.

Con amor,
Bianca

Querida Valeria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora