Capítulo Tres

50 9 0
                                    

Intento despertar pero es imposible, no puedo moverme apenas y me duele todo el cuerpo. No sé donde estoy. Solo veo una habitación blanca y yo sentada en una camilla, puedo ver que estoy enchufada a unos cables y empiezo a entrar en pánico. De repente la puerta se abre y entra un doctor y un hombre alado. Me estoy poniendo nerviosa y no sé porque.

- Buenos días Megan, como estas?- Dice el doctor. El hombre que esta situado a su lado solo observa atentamente pero no dice nada.

- Estoy como si me hubiesen disparado en las costillas... - Digo sarcásticamente. El hombre que aún no ha dicho nada intenta ocultar su sonrisa pero falla totalmente ya que segundos después se ríe como si no hay un mañana. En cambio el doctor me da una sonrisa forzada.

- Me gusta su sentido del humor señorita, en estos momentos hay dos personas que desean verla, quieres que los haga pasar?

- En estos momentos no quiero ver a nadie, estoy cansada y solo quiero descansar por favor. - Digo porque es verdad, y no quiero verle la cara a mi padre,  porque gracias a él estoy aquí.

-como usted quiera...- Dice mientras se va por donde vino

No sabia que tenia tanto sueño hasta que caí rendida en los brazos de morfeo. Cuando ya veo que he dormido demasiado me despierto, pero unos pasos hacen que me haga la dormida, y como soy tan obvia me descubren.

- Enana,sé que estás despierta, recuerda que eso solo cuela con tus padres. -Dice James, mi amigo. Me conoce tan bien este tío.

Veréis James es mi mejor amigo desde que tengo 3 años, el es moreno ojos miel, es muy guapo, una pena que no le vayan las tías, porque sería mi novio JAJAJA, bueno no me desvío del tema. Como iba diciendo James es mi mejor amigo, mide 1,90, cuando vamos juntos por la calle parecemos la i el es el palo y yo el punto, ya que yo mido 1,57..

- Calla mamón que me pensé que eran mis padres. Además para tu información si que estaba dormida. Ay pero que mono si me has traído bombones y todo, ven aquí gordo mio que te beso esos mofletes. -Por eso es mi mejor amigo, porque me trae lo que mas me gusta. El muy tonto se me tira encima y yo pego un grito que se habrá escuchado en el hospital entero.

- ¡OSTIA PERDÓN SE ME OLVIDÓ QUE TENÍAS MAL TU COSTILLA! Estás bien enana? -Dijo frunciendo el ceño y mirándome el cuerpo, yo asentí con la cabeza y le dije.

- Tranquilo estoy bien, no me has dado el besito aún. - Puse mi mejor cara angelical, al muy cabrón no se le olvidó que tenia la herida solo quería joderme, así que yo haría lo mismo. Él acercó su cara y yo cogí la almohada y empecé a pegarlo hasta tirarlo al suelo, pero como el muy tonto se movía mucho me caí con el, gemí de dolor, al sentir una punzada ahí abajo. Justo en ese momento entraron mis padres por la puerta. 

- ¡¿PERO QUÉ HACES AHÍ TIRADA MEG, SE PUEDE SABER EN QUE PIENSAS!? -Dijo mi madre preocupada, pero ni siquiera se molestó en ayudarme a levantarme.

- Hola mamá, estoy bien y tú? Gracias por preguntar. Ah y a la pregunta anterior, pues mira me apetecía saborear el suelo y aquí estoy tirada.. -Dije sarcásticamente. Intenté levantarme pero sin querer le di con mi rodilla a las partes bajas del melón que tengo como amigo, y este como el muy dramático que es se puso a gritar como niñita. 

- Ven aquí bebé, que te extrañé mucho. -Dijo mamá, y sabia que ella me quería, y es la única que se preocupa mucho por mí, se nota que lo ha pasado mal, tiene ojeras la pobre. 

- Valeria, iros de la habitación quiero hablar a solas con Megan. -Dijo mi padre serio. Mi madre se puso rígida, y James seguía tirado en el suelo haciendo la croqueta, pero se dio cuenta que lo estábamos mirando que se levantó de golpe y salió por la puerta. Mamá se acercó a mi me dio un beso y creo haber escuchado un losiento por su parte antes de abandonar la habitación. 

Nos quedamos en un silencio incomodo hasta que mi padre dice: 

-Megan..

Volverte a ver [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora