Telepatic Boy [DongWoo y tú]

Capítulo 8:

Capítulo 8:

[Narrando DongWoo]

Me sentía como un idiota, había dejado mis sentimientos influir todo el día anterior, había dejado que esa chica entrara demasiado en mi vida y mi madre notó mi preocupación.

-DongWoo-Yah... ¿pasa algo?

-no, estoy bien- mentí sonriendo

-no parece cariño, has estado muy distraído hoy. ¿Tiene que ver con que no nos hayas ayudado estos últimos dos días?

-no, yo... estoy bien mamá, se me pasará pronto- el restaurante estaba casi vacío y hasta el momento había podido controlar la situación gracias a mi poder.

Había intentado controlarme toda mi vida y justo ahora sucumbía con ese par... Tal vez las cosas entre nosotros debían detenerse. Me comportaría más frío.

Durante el resto de la tarde estuve indeciso, una parte de mi deseaba dejarme llevar, hacerme amigo de ellos, después de todo, ella había confiado en mí sin pedir nada a cambio, y él, el buscaba una alianza pura. ¿Cuál era el problema? Solo tenía que aceptar que por primera vez sería aceptado tal cual, además de que no habría problema con mi poder, definitivamente yo, no podía leer sus mentes, tal vez con ella podía percibir sus sentimientos y podía ver una pared sólida en la mente de Hoya, pero no había nada más allá. Sin embargo, había otra parte de mí que se negaba a cambiar, que prefería mantenerse en su zona de confort, lejos de las personas con quienes podría involucrar mis sentimientos.

-Dino- Mi padre me llamó sacándome de mis pensamientos- hay un chico que quiere verte.

No estaba seguro de quien podría ser, y entonces lo vi. Era Hoya.

-perdón por lo de ayer-dijo apenas me acerqué a él- si te molestamos, te abrumamos o causamos algún inconveni...

-no, no fue nada- no quería que él se disculpara, no era su culpa-no fue su culpa, yo sólo me sentí mal, porque ustedes dos... me aceptan tal cual soy y yo...- no encontré las palabras para explicarle. Pero él me entendió.

Me miró confortablemente y se sentó.

-DongWoo ha estado desanimado todo el día, deberías descansar hijo- mi madre me sonrió y nos empujó directo a una mesa- Disfruten de la comida- nos entregó unos pocillos con comida y le guiñó un ojo a Hoya – trátalo bien.

Comenzamos a comer en silencio y después de un instante sentí la necesidad de romper el hielo.

-esto... cantas muy bien- dije sin levantar la vista

-tú también, cantas genial, y creo que mientras rapeas tus palabras son más entendibles que cuando hablas normalmente.-Eso me detuvo en seco, ¿qué trataba de decir?

Tal vez mi mirada me delató pues se sonrojó un poco y se apresuró a explicar

-quiero decir que a veces hablas muy rápido o no lo suficientemente claro para que te entienda- no podía culparlo, eso era algo que hacía desde pequeño.

-también bailas muy bien- traté de hacerle un cumplido

-gracias, soy la "dance machine" de la escuela, siempre que hay concursos de baile me inscribo y gano, creo que es lo que más me apasiona.

-¿de verdad?- Hoya parecía alguien serio y que me revelara eso debía ser algo emocionante.

Nos envolvimos en una conversación en la que nos comenzamos a conocer, y la verdad es que descubrí que tenía muchos prejuicios acerca de él, era alguien muy amable, decidido y seguro de sí mismo, me gustaba como hablaba sobre su futuro, sobre sus sueños y sus metas, porque estaba seguro de cómo las lograría. Incluso me encantaban sus gestos y la atención que ponía cuando yo le hablaba. Si fuera mujer podría haber dicho que me había enamorado, pero no, yo no sentía nada de eso, simplemente me había capturado, tenía toda mi atención y respeto.