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No entendía como y porque mis pies amenazaban con tropesar cada vez que miraba a aquel chico de ojos cambiantes, pero sabía que era una sensación de familiaridad lo que me recorría, ¿el era el Noctis que yo conocía?¿el niño con el que compartí mi infancia?, mi memoria no me fallaba al momento de recordar a aquel niño, admito que comparten un parecido sorprendente, pero decidí dejar ese tema de lado, el Begimo era la prioridad ahora y  quizás si acababa con rapidez la misión, podría irme a visitar otros lugares antes de regresar a Cañón Cosmo.
Red que asta entonces corría a mi lado, paro en seco, comenzó a olfatear el aire e instantáneamente comenzó a gruñir, sabía lo que significaba, como si de un truco de magia se tratara, hice que en mi mano apareciera mi sable pistola, sentí como detrás de mí llegaban los demás, ellos al verme preparada para luchar imitaron mi gesto, de la nada un animal que no alcance a reconocer se abalanzó sobre Red y comenzó a morderlo.
Corrí asta el sin pensarlo dos veces, prepare mi arma y se la atravece a aquel animal, lloré una lágrima por el, en el mismo momento que una esfera de luz se desprendía de su cuerpo, con ambas manos tome aquella esfera de color negro, al purificarla se volvió verde, al igual que la corriente vital, la dejé serca del piso para que se uniera a esta.
-no se confíen, hay más-me giro a ver a los muchachos que me miraban con cara de "que acaba de pasar?"
-Prompto, quedaré junto a Noctis y cuidemos retaguardia mientras avanzamos, Gladiolus, tu ve más serca de Enderight-el llamado Ignis dio lugar a cada cual para luego pararce a un lado de Gladiolus, comenzamos a avanzar con cuidado, asta que un fuerte crujido nos alertó, escuchamos un quejido proveniente de un ser humano, miramos a el tal Prompto que se encontraba por detrás de todos, tenía una pose bastante rara, estaba encojido de hombros, con una pierna levantada como si se negara a pisar y tenía una cara de asco difícil de ignorar.
Todos miramos a la dirección donde el rubio miraba, el asco nos invadió a todos.
-no lleva muerto mucho tiempo, no tiene olor a putrefacción  aún-camine parándome junto a Noctis, cerré los ojos tratando de ver si quedó algo del camino vital del asesino de ese animal, con los ojos cerrados divice todo el lugar, pero un aura verde Mako se encontraba en varios puntos de este, el begimo pasó y tiro su comida aquí, como buscando ubicarse en este lugar nuevo para el, me cruzo en el pecho una punzada de lástima.
-Que haces?-Noctis estuvo a punto de tocar mi hombro y sacarme de mi concentración, pero Red le gruño antes de que lo hiciera.
-lo dejo aquí a propósito, busca marcar su sendero con los animales, para aprender a llegar a su cubil-me paro y limpio mis rodillas,que se habían ensuciado de tierra, si había algo que verdaderamente odiaba, eso era la tierra.
-sabes donde está el cubil?-Ignis se acomoda sus lentes, pero fue lo más mínimo que vi, ya que sin darme cuenta, mi atención se había puesto nuevamente el chico de los ojos cambiantes, parecía una guerra de miradas, era como si ninguno de los dos planeara perder de pista a su objetivo-me has oído señorita?-
-pues si seguimos guiándonos por los cadáveres quizás hallemos el cubil, los animales atraviesan estos lugares muy seguido, es imposible diferenciar la vitalidad del begimo-aparto la mirada de Noctis y la concentro en otro lugar, el que sea menos en los ojos de aquel chico.
-intente olfatearlo, pero es difícil sin alguna ayuda-Red se echa de espaldas al piso con una muy notoria desesperación, algo propio de el cuando se separaba por mucho tiempo de su familia.
-Red, no importa, será fácil ubicarlo a partir de aquí-le regalo una sonrisa al felino en un intento de esperanzarlo, al parecer funcionó, ya que este se levanta de un salto y apolla su cabeza en la palma de mi mano.
-bien, sigamos- Ignis y Gladiolus tomaron la delantera, mientras yo quedaba por detrás con Prompto y Noctis, uno de ellos demasiado serio y callado y el otro demasiado hablador, entretenido, pero llegaba a irritar.
-Prompto, en las búsquedas lo normal es guardar silencio-miro al rubio quien me contaba la historia de la pistola que llevaba consigo.
-mejor has caso Prompto, sólo nos falta que el begimo nos ataque-me sorprendi al escuchar a Noctis hablar de nuevo, de vez en cuando daba un suspiro o respondía con una palabra, pero un milagro lo hizo decir una oración completa, y ese milagro era hacer callar a Prompto.
-bien, pero quiero hacerte una pregunta-siento su brazo por mis hombros, suspiro rodando los ojos y asiento-a donde iras luego de cumplir con lo del begimo?-
-no lo se-no necesite meditar mucho la respuesta, ya que aún así, no sabía a dónde iría o que aria, tenía planeado recorrer todo lo posible antes de que el anciano mandará a buscarme.
-Igniiiiis, Ender puede venir con nosotros? Andaaaa di que siiii!!-Prompto corrió hacia el hombre de anteajos y se abrazo a su pierna impidiéndole dar otro paso más.
-oh, vendría bien que la princesita viniera con nosotros- mire a Gladiolus quien ahora estaba mirándome, maldije ese día en cual respondi la pregunta de Prompto.
-Pues si todos estamos de acuerdo, no le veo problema a que viaje con nosotros-miro el piso apenada por su invitación indirecta a que vaya con ellos.
-sigamos- camino en dirección a donde se supone camino el begimo.

*el cubil del Begimo es su zona de caza, se encuentra serca a su nido y por eso es muy común encontrarlos ahí.

Poder Sin LimitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora