¿Amor? [YoonMin/JimSu]

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—Buenas noches joven. Mi nombre es Min YoonGi, es un gusto conocerlo por fin. Esta mañana estuvo llorando, espero que ya se sienta mejor. Nunca había llorado con ningún libro, me tuvo preocupado todo el día... ¿Sabe? Me dio mucha vergüenza haberle dado esa servilleta, debí ofrecerle un pañuelo, algo con más clase. Discúlpeme. Sería un gusto enorme conocer su nombre, ¿me lo diría?

Lo vio acomodarse, seguro estaba incómodo.

Respiró profundamente antes de continuar el monólogo que tanto había ensayado en su mente.

—Aún no es muy tarde, ¿Le gustaría ir a cenar? Parece un joven interesante, vamos a ser amigos— hizo una pausa— y, ¿por qué no? Con el paso del tiempo, podríamos llegar a ser algo más.

Lo logró. Lo que tanto había querido decir por un año, ahora pudo salir sin problemas.

Pero no fue como planeó lo, Jimin no respondió. Para su pesar, el joven dormía, y no quería despertarlo, se notaba que tuvo un día muy pesado, además era: «una nueva faceta de Luke».

Fingió exageradamente tener tos para despertar a Jimin en cuanto llegaron dónde el joven debía bajarse.

~*~

Jimin POV

La odio. La maldigo. Maldito el sol, maldito el aire, maldito mi sueño/pesadilla. Es increíble lo imbécil y egoísta que puede ser, ¿quién se cree par aparecer así en mis sueños?

Que alguien la detenga. No tengo agendado “pensar en Lily”  en ningún día, ni siquiera si es para sentir odio. Rápidamente me alisté para mis clases y me dediqué a esperar el tren con impaciencia. Para mi bella suerte, hoy llega cinco minutos antes.

¡Qué bien! Hoy también alguien ocupa el asiento del frente. ¿Cuál será el día que pueda irme sólo? El tren avanza, hoy no quiero leer, de todos modos, traje el mismo libro de ayer.

—¡Buenos días joven! Espero se encuentre muy bien hoy— me habló.

No, hoy estoy de muy mal humor para responder. En especial si veo a la dueña de mi mal humor, pasearse tranquilamente por la calle.

¿¡Es ella!?

Esperé desesperadamente la siguiente estación (que no estaba lejos) y corrí. Tengo que hablarle, saber cómo está, preguntar qué ha hecho en todo este tiempo. Pero ¿con qué excusa? ¿Y si no se acuerda de mi? Voy a quedar como un idiota...

Algo de lo que ella estaba cargando, se cayó al suelo. Esta es mi excusa.

—Disculpe señorita, dejó caer esto.

Lentamente, se giró y quedó frente a mí. Agradeció amablemente y se fue. No era. Me dejé llevar por el color de su cabello.

Y aquí comienzan las lágrimas a caer, seguido del regaño de otro Jimin más astuto.

“Idiota Jimin, olvidas que ella se fue del país. Y que ahora tendrás que caminar hasta la universidad y tus cosas quedaron en el tren. Ahora no comerás por un mes para comprar todos los libros de nuevo. ¡Oh! También tienes que hacer todos los apuntes de nuevo y ¿quién te ayudará? ¡NADIE! Porque tus compañeros te odian y tú familia te echó de la casa. No hay nadie que se preocupe por...”

—¡Joven, joven! Ay por Dios, ¿cómo puede correr tan rápido?— un señor muy agitado tocó mi hombro.

—Disculpe, no sé quién es usted.