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JungKook POV

Antes de ir a ver a YoonGi, fui a ver a mi madre al hospital. Seguía inconsciente, pero dicen que hubo una mejoría. En lo que no hubo ninguna mejora fue en la cuenta del hospital...sólo aumenta sin parar.

Lo que sea que quiera que haga YoonGi, lo haré, no importa si es barrer su casa.

~*~

Creo que llegué antes.

... Ganas me sobran de quemar este maldito edificio. Me apoyé en una de las asquerosas paredes, poniendo mi zapatos en la pared (espero que se ensucie).

Mucha gente vestida de traje, empezó a salir. Ya es la hora de almuerzo, puse más atención a la puerta.

—No preguntes, no te rías y vámonos— me habló alguien rubio.

Seguro se confundió. No me pienso mover de aquí, tengo que esperar a mi posible jefecito.

—Jungkook, ¿te vas a quedar ahí?

¿Qué? Hahaha no puede ser ¡está rubio! El conservador YoonGi ahora luce así... Debe ser el final de los tiempos.

Me llevó a un restaurante cercano, demasiado lujoso. Dijo que podía elegir lo que quisiera del menú. Luego de que llegara la comida, el ambiente se volvió más ameno y la conversación fluyo muy bien.

—¿Qué has estado haciendo estos días?

—No mucho, he hecho trabajos de carpintería, algo de albañilería, nada más. Nada ha sido fijo ni bien pagado, pero estando en el desempleo y teniendo deudas, uno no le hace mala cara a lo que venga. ¡Oh! Lo que sí me ha dejado dinero fue vender mi cuerpo, ese es buen negocio.

—JungKook no hagas eso, pueden resultar cosas malas de eso: enfermed...

—Ah... ¿Por qué eres tan viejo? Tú no entiendes mis bromas.

Me reí por dentro al ver su cara enojada.

Mierda. Él puede ser tu jefe, no bromees, idiota...

—Lo sien...

—Empecemos a hablar de negocios — sacó unos papeles de su maletín— este sería tu contrato de trabajo. Técnicamente es igual al que tenías anteriormente: mismo salario, mismos beneficios, horas laborales... Todo. Léelo y si tienes alguna duda, con mucho gusto te respondo.

Me perdí en las letras de aquel contrato. No me importa leerlo, de todos modos es igual que el anterior.

—Firmare, dame una pluma.

—Ok, muy bien. En cuanto termines tu postre, nos vamos.

—¿A dónde?

—Pues a elegir un auto, a realizar una prueba para saber cómo manejas, mejorar tu presentación personal. Hay que hacer mucho hoy.

—¿Qué? Entras en cinco minutos, ¿cómo vamos a hacer algo de eso en ese lapso? No te da ni tiempo de volver.

—Qué joven más astuto. Pedí el resto del día, Jungkook. Tenemos que iniciar hoy— ¿día libre? Es el fin del mundo—. Espero que lea todos los términos y condiciones, los códigos, las cláusulas y el pequeño reglamento que hice para ti. Harás muy poco y por eso agregué funciones adicionales.

Revisé por encima los papeles en lo que me comía mi red velvet.
"El colaborador debe ser puntual.
Su jornada laboral será diurna, con un horario de 5:30 am..."

Empiezo a sentir el ácido.

~*~

Luego de comprar (mucha) ropa formal, toda costeada por él, hicimos lo del seguro y algo de una póliza y otras cosas que no entiendo. Nos sentamos en un parque y mi jefe empezó a hablarme del contrato.

«—Sé que no lo leerás, así que presta atención»

Una hora después de eso, fuimos a una agencia de autos. Miles de marcas, precios de millones (que de seguro, en mi vida podré ganar tanto), tantos beneficios, tantos colores. El vendedor ya me tenía mareado, que se calle. Ya entendimos que sólo quiere que compre el más caro de todos.

—JungKook, ¿qué opinas de este?

Caro, feo. No pienso manejar esa cosa.

—Espere, venga aquí jefe. Y usted por favor aléjese, maldito chupa sangre— susurra lo último y caminé hacia otra sección—. Se lo quieren bailar, jefe. No compre ninguno de esos, mejor lleve— revisé todo el lugar con la mirada, el tipo de antes sólo nos enseñó la parte lujosa. Mis ojos se llenaron de lágrimas al encontrarse con algo hermoso—... ese.

Mi padre tenía un carro de esos. Obviamente cuando estaba vivo, mamá tenía buena salud y era un modelo más viejo. Me acuerdo que salíamos de paseo muy seguido.

Caminamos hasta el auto.

—¿Ese te gusta? ¿De verdad?

—Sí, míralo. Es elegante, espacioso, cómodo. También dice que es amigable con el ambiente— le dí en su punto débil.

Hizo una seña al chico que nos atendía.

—Me lo llevo.

Me burle del chico cuando le dijo a YoonGi que podía pagarlo a cuotas. O sea, mira su cara. Por todo lado dice: puedo limpiar mi culo con billetes de 100,000 wons.
Era obvio que se lo llevaría al contado. El chico nos dio su tarjeta y dijo que si algo pasaba, que lo llamara. Ni loco llamaré a ese tal... ¿Taehyung?

~*~

5:20 am.

—Jefecito, aquí reportandome en mi primer día de trabajo.

Me abrió la puerta, me dio las llaves del auto e hizo que lo esperara afuera. Revisé que todo estuviera en orden tanto adentro como afuera del auto y luego de 15 minutos, ya estábamos de camino a su trabajo.

—Lo noto algo tenso, jefe. ¿Quiere que ponga música? ¿Necesita un dulce? ¿Bailo para usted? ¿Necesita un masaje?

—No, JungKook, tú sólo conduce— revisó unos papeles que tenía el sus manos, veía por la ventana (muy desesperado)—. ¿Qué hora es?

—Tranquilo YoonGi, es temprano. Demasiado son las 5:43 am. ¿Por qué salimos a esta hora? Va a llegar a las 6 en punto y ahí abren hasta las 6:30 am.

—No me cuestiones muchacho y da la vuelta otra vez.

—Te gusta mucho esta calle o ¿qué? — cinco vueltas a esta cuadra, ya estoy mareado.

Lo miré por el retrovisor mientras esperaba la luz verde. YoonGi jugaba a marcar un número en su móvil para luego cortar la llamada.

Beep, beep. Por estar de chismoso estaba haciendo presa.

Repetimos el mismo proceso unas tres veces más, hasta que de la nada se emocionó RARISIMO.

—¡JungKook, JungKook! Estaciona el auto en la próxima calle.

Esto ya me está dando miedo.
Tras de su actitud extraña, inhala y exhala varias veces. Se sonroja al preguntarme que si se ve bien y sale del auto. Lo veo saludar a una persona y lo escucho decir "... bueno, ya que es una bella coincidencia el  encontramos aquí, déjame llevarte".

~*~

Soporté sus sonrojos y las miradas melosas que le enviaba al chico, sus torpes intentos de entablar una conversación, sus movimientos roboticos... Todo de él está mal.

Una vez que dejamos al chico en la universidad (y YoonGi se acostó en el asiento trasero del auto para quejarse), no me quedó ninguna duda. YoonGi está...ay que vomito... Idiotizado, enamorado, como colegiala.

—JungKook, cuando pasemos por un puente, me avisas para lanzarme de ahí.

Frené bruscamente y mi jefe se cayó del asiento.

—¿Qué piensas que haces? ¿Quieres que te despida?

—Te gusta ese chico, ¿cierto?— su silencio me contestó— Con esa actitud extraña no vas a conseguir nada. Porque, más que un empleado, me considero tu amigo, te voy a ayudar a conquistarlo. ¿Qué le parece?

Definitivamente es el final de los tiempos...

¿Amor? [YoonMin/JimSu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora