¿Amor? [YoonMin/JimSu]

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Yo... Odio este lunes ¿por qué tenía que llegar? Comenzando por mi nueva ropa y mi horrible cabello rubio.

«Este es un producto que deja el cabello más bonito» decían las estilistas «no va a pasar nada»... ¡Y nada normal fue lo que pasó! Y no, me gusta mi cabello, no lo iba a cortar todo. Sólo no pagué por lo que aplicaron en mi cabeza (ni siquiera recortaron las puntas).

Son las 5:59 am, hora de salir a por el tren. Agarré el periódico que estaba en la entrada y caminé a la estación. Varios vecinos se quedaron asustados al verme. ¡Sí, ya sé que mi cabello está horrible! No me lo recuerden con sus miradas feas. Debí ponerme un sombrero...

Una, dos, tres estaciones del tren y mis nervios aumentaron. Casi devuelvo mi desayuno, una parada más y mis manos sudan como nunca... ¡Cinco, seis! ¡Ahí viene Jimin! Abrí rápidamente el periódico y cubrí mi cara.

—¡Buenos días! ¿Puedo recomendarle algo, con todo respeto? Deje su periódico y vea por la ventana, es un día precioso.

—Hmm, gracias— hice que mi voz sonara más grave de lo normal.

La primera vez que me saluda primero y yo no le presto atención. Espero que no se enoje...

Cuando llegamos a nuestro destino, espere que el bajara primero.

Por primera vez en mi vida laboral, no entré por la puerta principal (siempre los saludo a todos y luego voy a marcar mi tarjeta), di la vuelta y usé la entrada exclusiva para el personal.

—¿¡Gerente Min!?— me saludó la “señorita” Cha— vaya, buenos días, ¡qué bien le queda ese look!

—Gracias. Ahora, a trabajar— levanté mis pulgares.

Subí al piso 30.
En la comodidad de mi oficina, sentí pánico. ¿Cómo me presento? ¿Cómo lo saludo? ¿Y si sabe que soy el del tren? ¿Qué va a pensar de mí?

Luego de mis lamentos, un YoonGi más astuto, me regañó:

“Min YoonGi, eres el Gerente de una empresa famosa en Corea del Sur. Jimin es sólo un estudiante. Tú eres la autoridad aquí, puedes hacer lo que quieras con ese chico... Respetando el código de ética y el reglamento, claro está. Así que ¡nada de miedo! Demuestra porqué estás en tu posición.”

—¡Sí!— todo el stress escapó de mí y llamé a recepción— Señora Cha, si llega el estudiante Jimin, que suba a mi oficina cuando sean las 7:00 am en punto.

Busqué en el archivero el Manual de Puestos, los reglamentos y códigos. Hice un archivo electrónico con su nombre, creé su correo de empresa y varios pequeños detalles que faltaban por afinar.
Cuando todo estuvo listo, escuché unos toquecillos en la puerta y unas cosquillas en mi abdomen me hicieron sacar una sonrisa tonta.

—Pase adelante, joven.