Insignes

Prólogo

La noche estaba a mi favor. No había mucha iluminación por parte de la luna y las estrellas. El cielo nocturno estaba nublado, las gotas y los relámpagos se podían escuchar con fuerza desde el interior de la construcción principal.

Conocía a la perfección el castillo, sabía hacia donde ir. El piso en el que me encontraba estaba vacío, por suerte. Doblo a la derecha y sigo caminando hasta la última puerta, entro con sumo cuidado. Ahí estaba él, el traidor, el malnacido que mató a mi madre. Al otro lado, en una cuna amplia, estaban acostadas las dos niñas. Me acerco a ellas, destapando el pequeño frasco en el interior de mi chaqueta. Dejo que algunas gotas del líquido caigan por sus labios, para dejarlas inconscientes unas horas. Ellas se lo toman sin despertar.

Las tomo a ambas y me dirijo a la salida. Miré a mi hermano una última vez antes de salir con las dos niñas en mis brazos. No tenían mas de 7 años, pero igual era algo complicado cargarlas a las dos.

Lo importante era que ya las tenia en mi poder. Mientras el idiota estaba descansando después de un largo día de trabajo, yo me estaba llevando a sus hijas lejos de la fortaleza.

Paso la seguridad del castillo con sumo cuidado, a pesar de que ya había persuadido a algunos guardias. La verdad no fue nada difícil. En la salida me encuentro con mi mano derecha dentro del castillo.

—Todo esta listo señor —dice uno de los pocos aliados que tenía en este lugar. Por seguridad, fue al único al que advertí de mi plan.

—Te acabas de convertir en el miembro más importante de la causa —digo colocando a las niñas en el auto que él había preparado para mi escape —pero acabas de traicionar a tu raza, espero que comprendas eso.

—Me mantengo firme en mi decisión, confío en mi propio criterio de decidir qué es lo correcto —me responde completamente serio —recuerde, el suero que le dio a las niñas las dejara dormidas varias horas. Al despertar se van a sentir desorientadas, no van a recordar mucho ¿Qué les piensa decir cuando despierten?

—Ya veré eso después, lo importante ahora es irme de aquí. Nos mantendremos en contacto. Te necesito como doble agente —el joven asiente sin titubear. Por eso lo había escogido, sus padres creían firmemente en mi madre, y él creía firmemente en ellos. Ademas de eso, era el mejor de su clase. Por eso fue el único a quien informé de mi plan, nadie más iba a saber de esto... Por ahora.

—Buen viaje, jefe —da la vuelta para escabullirse de nuevo a la fortaleza, mientras yo me alejaba sigilosamente de allí.

Aunque en un principio, se tenía pensado obtener el control para ayudar y salvar a todos los habitantes de la tierra, esto ya no se trataba simplemente de salvar la humanidad. Iba a vengarme de mi hermano por todo lo que nos había hecho, era un traidor y un cobarde. Merecía una lección, lección que yo mismo pensaba darle.

Años después

—Se están acercando y no puedo perderlas.... no estando tan cerca —digo desesperado, caminando por mi oficina, pensando en como salir de esta —¿Cómo dieron con nosotros?

—Han pasado 10 años, se estaban retardando —dice Jess y yo la miro con enojo, su comentario no me servía de nada.

—Devuélvelas —dice mi mano derecha.

—¿Acaso eres idiota? el propósito es conservarlas —digo obvio, mi paciencia se estaba colmando.

—Piénsalo, les ayudaré a crear un plan para rescatarlas, pero nosotros tendremos la delantera, porque nosotros sabremos que es lo que harán —explica su punto y yo frunzo el ceño, procesando todo lo que él dice —usted las crió, puede estar seguro que no van a confiar en ellos. Aquí se les ha enseñado a manejar todas las armas que pueden llegar a utilizar, todas menos una, la única que en realidad nos importa. Solo ellos las pueden ayudar en el día de su transición. Ellos son los únicos que las pueden ayudar con eso.

—Yo les puedo enseñar, tu también —contradigo su último punto.

—Tal vez, pero los docentes de allá saben como enseñar, saben como explotar sus habilidades al máximo, tienen mejores métodos. Con ellos estarán listas en una semana, con nosotros, con suerte en un mes —dice enfatizando cada palabra —Derek, ellos las van a encontrar, ya no es tarde o temprano, es cuestión de meses o incluso semanas —dice él tratando de hacerme entrar en razón —es mejor que todo lo dirijamos nosotros, así tendremos el control y todo saldrá como nosotros queramos. Ya comenzaron con su plan, y yo soy parte de él por obvias razones.

—¿Cómo haremos que vuelvan a mi? Me odian —digo con rabia. Su plan era bueno, pero eso era lo único que no me cuadraba del todo.

—Cuando lleguen allá, conocerán su pasado, una vez sepan un poco de él, van a querer descubrirlo todo. En el fondo, ellas sueñan con algo así. Cuando el momento llegue, creo que usted sabe como traerlas de vuelta —dice él con total seguridad. Él era el único que sabía de eso, y aunque no quisiera admitirlo, tenia razón, era una excelente idea.

—Bien, hagámoslo —digo decidido y me siento en la mesa para comenzar a planear el "escape" de las niñas —en algún momento, y espero que pronto, tendremos que atacar para sacarlas, también tenemos que prepararnos para eso.

—Usted tranquilo, todo saldrá de acuerdo a lo que usted ordene —dice él seguro —esas niñas son rebeldes, y mejor, son inestables, yo diría que podemos utilizar eso a nuestro favor —hace una pausa y se recuesta en la silla, de manera relajada —antes de lo planeado las tendremos aquí, este es su lugar, aquí se criaron. Usted mismo las crio, sabe lo crueles que puedes ser, cuando llegue el momento, no lo van a decepcionar.
 
—¿Qué haremos con el chico? —pregunta Jessica.

—Lo matamos —digo obvio.

—No creo que sea una buena idea —replica el hombre a mi lado —él es la persona a quien ellas mas aman. Si los matamos ahora, jamás podremos ponerlas de nuestro lado. Podemos reclutarlo, él nos puede ayudar.

—Te aseguro que él jamás haría eso, tiene a dos chicas en su cama cada noche —responde Jessica —siempre lo veo salir en las mañana de el cuarto de ellas. Él nunca las traicionaría.

—Entonces, cuando llegue el momento, él será la carnada perfecta —digo concluyendo la conversación —bien, comencemos a planear su escape.

—Ellas harán cualquier cosa por salvarlo, es su única debilidad —dice él a mi lado —él tiene que escapar con ellas. Jamás dejaría que les pasara nada, él es nuestra garantía de que ellas estarán bien.

—Estoy de acuerdo —digo decidido —se van tres, vuelven tres ¿Cómo haremos para que acepten irse con Derek y sus guardias? Tu lo dijiste, no confían en nadie.

—No van a tener otra opción. Debemos hacer que odien éste lugar, más de lo que ya lo hacen —dice Jessica —estarán tan desesperados, que ese obstáculo no les va a interesar.

Poco a poco el plan iba tomando forma. Estábamos demasiado cerca de lograr lo que siempre habíamos querido, pero ellas necesitaban ir, necesitaban aprender y no había un mejor lugar. Además, por mucho que odiaran éste lugar, yo tenía la garantía de su regreso. No tenía la menor duda de que volverían a mi.

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HOLA! Esta es mi primera historia, espero les guste❤️