—Shailene, Sebastian, se quedaron dormidos —dice Scarlett con fastidio, mientras nos zangoloteaba a ambos. No la culpo, en ocasiones también me ponía así en las mañanas.
—Cálmate —digo desperezándome, Bas seguía con los ojos cerrados —iré a ducharme —digo levantándome de la cama, para luego dirigirme a la ducha.
No me toma mas de cinco minutos bañarme y colocarme la ropa interior, salgo del baño con la toalla amarrada a la cintura. Scar estaba parada frente a Bas y parecía que estaban discutiendo.
—¿Todo bien? —pregunto mientras abro el armario y saco otro de mis enterizos de la academia y me lo pongo.
—De maravilla, sigo yo —dice Bas pasando por mi lado. Deja un beso en mi cabeza y se mete a la baño.
No había lavado mi cabello así que lo podía recoger. Decido hacerme una trenza, para mayor movilidad. Luego simplemente me siento en la cama, esperando a que Bas salga del baño.
—¿Te puedo preguntar como te fue? —me pregunta Scar, sentándose en la cama de al lado, frente a mi.
—Si, no hay problema. Sorprendentemente me fue muy bien —Scar levanta las cejas —no me malinterpretes, el tipo solo me hizo algunas preguntas y luego me dejó ir —digo alzando los hombros. Decido omitir el detalle del beso, de alguna manera sentía que era algo personal, y a pesar de que nos contáramos todo, me sentí extraña contándoselo.
—Por eso dormiste con Bas ayer —dice ella analizándome —¿Por qué siento que hay algo que no me estas contando?
—No hay nada que no te este diciendo, Scar —digo riendo leve. Siempre había sido mejor para mentir. Ella mira hacia la puerta del baño y luego me vuelve a mirar a mi.
—¿Es posible que te llegue a gustar Bas? —pregunta con una sonrisa, algo cómplice. Yo la miro a los ojos, tratando de descifrar si solo bromeaba. La pregunta había salido de la nada —los vi tan abrazados esta mañana que no pude evitar imaginarlo —dice con un tono meloso —si me dices juro no decirle nada —me quedo mirándola unos segundos más, al darme cuenta de que no bromeaba, suelto una carcajada.
—Por Dios, Scar —digo aun riéndome un poco —por supuesto que no, ese chico es el hombre que más quiero en la vida, el único. Pero es mi mejor amigo, mi hermano, y tú lo sabes bien —no podía creer que ella estuviera dudando de eso —creo que malinterpretaste todo. Es verdad, lo amo, pero no ese tipo de amor —digo obvia.
—¿Segura? —pregunta entrecerrando los ojos y señalándome con su dedo.
—Completamente, linda —digo recostándome en la cama —además, sabes que no quiero relaciones de ese tipo.
—Lo se —dice esta vez con una linea recta en sus labios —bueno, debemos ir a desayunar... Y luego a la formación general.
—Denme cinco —dice Bas saliendo del baño. Yo había olvidado por completo mi segundo castigo. Me preocupaba que esa mujer se pasara conmigo. No tenía miedo, pero sabía que no podía defenderme, y ella también lo sabía.
(*)
—Esas son las indicaciones de la semana —dice Derek, dando por terminada la formación general —le doy paso a la docente Jessica —dice él y me mira a mí, era mi turno de subir.
Salgo de mi fila con la autorización de Derek y me dirijo al frente.
—Buenos días —saluda ella por cortesía. Habían puesto un soporte como el de un columpio, solo que más angosto. El aparato tenía cadenas en cada punta, no eran tan largas. Ya me imaginaba a donde se dirigía todo esto —quiero que todos tengan claro que cualquiera que desafíe la autoridad es un peligro, tanto para sí mismo como para la sociedad, y merecen ser castigados —sus palabras no me enojaron, de hecho estaba haciendo un gran esfuerzo por no reírme. Verla con muletas y la pierna vendada era lo mejor que había visto en mi vida.
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Insignes
Novela Juvenil"200206, En las noches estrelladas, cuando la luna se viste de sombras y susurra secretos al viento, nacerá el destino tejido por hilos cósmicos. Dos hijas de la esencia etérea. Su unión enfrentará sombras ancestrales, encendiendo la chispa divina d...