Ojos de Cristal (Legolas) [SOF #2]

Prólogo

Sus ojos iban perdiendo el brillo, sabía que su cuerpo no daba para más

Su respiración se iba apagando con el transcurso del tiempo, había llegado su final. El polvo mezclado con la sangre adornaban su piel.

El dolor se esfumó de los graves golpes en su cuerpo agonizante, un agudo sonido se hizo presente en su oído. Sus manos temblaban intentado buscar algo para sujetarse pero en el fondo nada podría salvarla de una muerte segura.

El sonido desapareció, el ambiente estaba mudo. Sus sentidos se iban apagando.

Ella quería pensar que todo había sido una pesadilla desde que salió de su hogar para hacer ése viaje.

Pero, ¿cómo decir que era una pesadilla si encuentra sueños en ella?

Un sueño fue que aquélla elfa rubia tan simpática se volviera su mejor amiga. Por no contar que apesar de haberlo perdido, tuvo la suerte de conocer a ese hombre de cabellos castaños que convirtió su vida en un chiste.

Nunca los volverá a ver.

Empezaba a rendirse, sabía que era lo mejor. Quería regresar al lado de su amada madre y al de su incondicional amigo, que la apoyó y le dio su consejo cuando más lo necesitó.

Todo apuntaba a que debía rendirse. Era la única solución. No tenía motivos para quedarse. No había a quién aferrarse para seguir viviendo.

La imagen clara de su infancia se reflejó en su mente cómo un espejismo y así; sucesivamente los hechos que más marcaron en su vida.

Su cuerpo iba abandonando la Tierra Media.

Pero aquél espejismo dentro de ella le recordó a alguien especial.

En su mente estaba él.

El elfo rubio al qué le prometió que volvería.

El momento en que se conocieron pasó volando ante su visión para pasar a aquél viaje que emprendieron atados por la muñecas.

Cuando quedó él encima de ella mientras luchaban con sus espadas también se hizo presente. Las luciérnagas alumbraron su imaginación, el recuerdo vivo cuando la abrigó con ésas dos mantas cuando ambos cayeron en la laguna alumbrada por los pequeños insectos de luz.

Sus caricias se hicieron presentes en su imaginación.

Pero una imagen retumbó en su mente. La noche que nunca debían olvidar. Su beso tan necesitado y esperado la hizo derrumbarse.

Ella quería volver a sentir las sensaciones que tiene cuando está con él. Quería volver a sentir sus labios con los de ella.

Sintió cómo volvía a revivir aquéllos enigmáticos recuerdos que nunca la abandonarían.

El dolor volvió a su estático cuerpo, recuperaba sus sentidos, volvía a sentirse ella misma.

La imagen del elfo iba desapareciendo, pero de su corazón nunca lo haría.

Él la estaba salvando, ella encontró un motivo para quedarse.

Sintió sus párpados pesados por la debilidad. El recuerdo desapareció por completo.

Pero finalmente, abrió los ojos.