7. Te extrañé

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-Mithrandir, mira quién está aquí -le dijo el rey de Mirkwood al Istari.

-Gandalf -saludó Evangeline pero sin darse cuenta dejó ver su marca en la mano.

El enviado por los Valar se fijó en ella, alzó su báculo hacía la recién llegada.

Después para Evangeline todo se esfumó en el aire y se escondió en la oscuridad.

-¡Evangeline! -gritó el príncipe de Mirkwood al ver como la nombrada se desplomó ante el golpe que le brindó el Istari.

-Legolas, aléjate -dijo Gandalf seriamente.-Ella no es Evangeline.

-¿De qué hablas? -dijo el rey Thranduil mientras observaba al atacante.

-Miren su mano -indicó Gandalf mientras que con su báculo dejó a la vista la marca del mal en el cuerpo de Evangeline.

Padre e hijo se sobresaltaron al notar la mano negra de la hija de Elrond.

-¿Éso que significa? -preguntó el rey.

-Aún no lo sé -respondió Gandalf-. Legolas, necesito que te alejes.

Legolas lentamente se fue alejando, el Istari dijo unas palabras en un idioma poco entendible para los dos elfos presentes. Pronto el cuerpo inconsciente de Evangeline empezó a levitar.

-Rápido -dijo-. Necesito un cofre vacío.

Apenas escuchado la orden, Legolas salió corriendo hacia las caballerías teniendo la esperanza de encontrar un cofre, en su cabeza habían demasiadas dudas pero buscando por cada rincón de éste lugar hasta que en una esquina bajo mucho polvo encontró lo pedido.

Salió corriendo en dirección a la sala principal. Cuando llegó todo seguía tal cual, Evangeline estaba en el aire mientras que Gandalf la apuntaba con su báculo.

-Ponlo debajo de ella -indicó Gandalf.

Él príncipe acató la orden y dejó el cofre abierto bajo ella. Luego, se apartó para mirar que planeaba el Istari.

Gandalf pronto empezó a hablar en la lengua negra de Mordor, todo a nuestro alrededor empezó a temblar, hubo nubes negras en la sala mientras que la voz del enviado por los Valar se transformaba mas gruesa y fuerte.

Ante los ojos del rey y príncipe de Mirkwood, el color negro de la mano de Evangeline empezó a bajar como una fina línea hasta el cofre. Poco a poco el color del mal iba desapareciendo de su mano hasta que pronto, el negro se esfumó de su cuerpo.

Inmediatamente, en el cofre apareció un collar hecho de un cuarzo totalmente blanco que estaba atado a una cadena de oro.

El cofre se cerró.

Todo volvió a la normalidad en la sala, Gandalf se sentía agotado ya que utilizó gran parte de su poder en aquel hechizo que nunca antes lo había hecho. Sin embargo, con mucho esfuerzo apartó el cofre y lentamente fue bajando el cuerpo inconsciente de Evangeline.

-Llevenla... a una habitación -dijo Gandalf agitado-. Dormirá... por varias horas.

El rey Thranduil hizo que algunos elfos guardianes se la lleven a una habitación, tal como dijo Gandalf.

-¿Qué ha pasado? -cuestionó atónito un Legolas confundido.

-El mal se quiere apoderar de ella -respondió Gandalf-. Arkent y Sauron la quieren de su lado.

-Pero ambos fueron destruidos -defendió seriamente el rey Thranduil.

-Si, pero talvez sus espíritus la están persiguiendo y atormentando -indicó Gandalf-. Nadie sabe que ha pasado en estos seis meses que ella ha estado desaparecida. Evangeline debe luchar contra ella misma.

Ojos de Cristal (Legolas) [SOF #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora