Capitulo 58

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MEGAN

Termine de entrar en la habitación deje la bandeja con la comida en una mesa que había en la habitación. Asimile la información que me acababa de enterar mi esposo no me recuerda de todo lo que pudo haber olvido su mente me eligió a mí para dejarme por fuera, esto es tan injusto no sé si puedo seguir aguantando todo esto; siento que en cualquier momento me derrumbare como un castillo de naipes. Me acerque a él pero esta vez no me senté en la cama sino en una silla en la habitación Carlos y el doctor Méndez nos habían dejado solos cerré los ojos y me obligue a no llorar ya había llorado demasiado no iba a derramar ni una sola lagrima mas.

-¿Por qué no me lo dijiste Sebastián?- no me sentía bien refiriéndome a el por otro nombre no en estos momentos.

-Quería hablar primero con el doctor Megan- todo se sentía tan extraño tan irreal pensé que en el momento que abriría los ojos me sonreiría y me besaría hasta dolernos los labios pero la realidad me ha dado una buena cachetada. Asentí hacia a él y le pregunte

-¿Quiere que te cuente como fue que llegamos a casarnos tan rápido?- no sabia que mas decirle en estos momentos.

-No Meg mis recuerdos volverán- me dijo firme y en verdad yo deseaba, no yo anhelaba que eso sucediera. Necesitaba a mi esposo ese que me decía que amaba en cada oportunidad que tenía de decirlo, que con sus caricias me confortaba en cada momento que lo necesitaba. No sabía cuánto tiempo iba aguantar sin tirarme a sus brazos a llorar y que me digiera que todo iba a estar bien, sin embargo tenía que hacer otra cosa.

-Te traje una sopa de pollo y algo de pan debes comer- le dije con un nudo en la garganta. El asintió y trato de sentarse en la cama pero hizo una mueca de dolor

-Tranquilo cariño te ayudare- no pude evitar llamarlo así, la costumbre será.

-Estoy bien ángel- no podía entender cómo es que si no me recordaba me llamaba de esa manera.

-Ven- tendí mis brazos hacia él para que se apoyara en mí. Lo ayude a sentarse y destape el cuenco que contenía la sopa y otra taza donde estaban unos deliciosos y suaves panes calientes en otro recipiente tenía un jugo de naranja para que pudiera tomar y otra pequeña jarra con agua.

-Come-

-Suenas como si tuviéramos en la oficina y me estuvieras ordenando-

-Te lo estoy ordenando- frunció el ceño, y yo enarque una ceja

-Está bien- acepto a regañadientes

-Así está mejor- le dije con una pequeña sonrisa

No sé cómo tratarlo por primera vez en mi vida me cohíbo de hacer algo. Enterarme de que él ha perdido la memoria me a desubicado. Pero lo intentaría, a pesar de su amnesia Sebastián es el hombre de mi vida, el es mi otra mitad y lo amo de tal manera que me ahogaba de solo pensar que podría perderlo, pero el hecho de que él me había borrado de su vida aunque no intencional me dolía y mucho. Pero eso no me amedrantaría el volvería a mí de eso estaba segura. O eso quería creer yo.

-No puedo más cariño estoy lleno- asentí hacia él y retire la bandeja. Estábamos un poco incómodos por así decirlo vi la hora y ya eran cerca de las 7:30pm. Una enfermera entro a la habitación reviso sus constantes y sus costillas y toqueteo un poco de más de lo que debería es una perra.

-Es hora de bañarlo Señor Andrade, se puede bañar sentado; si usted quiere lo ayudo - le dijo coquetamente. O sea esto es enserio ¿tengo que soportar esto también?

-Yo lo hare- le dije y la vi directo a la cara tuvo el descaro de observarme malhumorada sinceramente me importaba una mierda

-Cuando quieras me dices y te ayudo a llevarte al baño Sebas-

Mi Jefa o Mi EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora