Capitulo 3

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CAPITULO 3

SEBASTIAN

Estoy parado frente a la oficina de Megan mientras las escucho hablar con sus socias. Que mierda es eso de que se tiene que casar y eso de que tiene que alquilar un marido, no sé por que pero eso me jode por dentro.

Me vuelvo y me siento en la mesa, siempre me ha gustado esa mujer solo hay que verla alta, esbelta, largo cabello castaño, hermosos ojos marrones, labios hechos para ser besados, largas y hermosas piernas, un culito redondito y respingón, un color moreno muy claro a qué hombre no le va a gustar la gran Megan Anderson, somos muy distintos ella es rica, tiene su propia empresa, yo soy humilde y trabajo para ayudar a mis padres. Siempre que la veo llegando a la empresa me imagino entrando en su oficina cerrarlo con pestillo llegar hasta donde esta ella levantarla tomarla por la cintura pegarla a mí y darle un beso demoledor que la haga olvidar todo, luego echar todo lo de su mesa al piso y recostarla sobre su escritorio ¡oh siii! Bajarle la falda, romper los botones de su blusa y explorar toda la belleza exótica que tiene esa mujer y perderme entre sus piernas.....

-Sebastián puedes venir a mi despacho por favor- es Megan por el intercomunicador, joder que me pasa.

-Claro Señorita un momento -me acomodo a mi compañero que ya estaba listo para dar batalla

Me levanto voy hacia su puerta toco y escucho un pase, y entro y ahí está la culpable de todas mis fantasías en toda su gloria sentada escrutándome con la mirada, hoy me ha observado fijamente lo cual es raro en ella que me haga eso; tal vez y solo tal vez te pregunte a ti si quieres casarte con ella ¡Ja! Eso no te lo crees ni tú mismo amigo me reprendo mentalmente.

-Dígame Señorita en que puedo ayudarla-

-Sebastián necesito que me pida algo para comer-me dice y se me queda observando nuevamente; me repasa de arriba abajo descaradamente, si supiera en lo que estaba pensando antes de entrar aquí no hiciera eso

-claro ¿necesitaba algo más?-

-Nada solo eso te puedes retirar- se pone toda colorada, mmmm así que Megan se ruboriza

Me doy la vuelta para encargarle algo para comer y juraría que una de ellas menciono- que culo el que se gasta el Sebas-, cual de ella no sé, salgo y cierro la puerta, al momento que la cierro escucho que Megan les dice

-¿Qué les parece Sebastián de candidato?-

Bueno esto se pone interesante, me dirijo hacia mi escritorio con una sonrisa en la boca





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Mi Jefa o Mi EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora