Capitulo 6

12K 946 38
                                    



MEGAN

Guuuuaaoooo creo que estoy borracha, y si no estoy cerca de estarlo la bebida nunca ha sido mi fuerte Raquel hace rato que anda perdida en alguna parte de bar y Roció baila como una descocida en la pista, y a mí se me acabo el trago me levanto y miro con la intención de ir hacia la barra y me sorprendo cuando a quien veo es a mi futuro marido con una guarra que se le está restregando toda encima del; ya lo decidí me caso con Sebaaastian el sexo me vendría bien además de que esta guapísimo! Roció viene hacia mí y cuando le señalo también se sorprende juntas vemos como la tía esa le esta restregándo las tetas en el brazo y lo peor de todo es que él le sonríe con una sonrisa seductora cuando veo que lo va a besar voltea hacia donde estoy lo veo y enarco una ceja; el solo sonríe y sigue hablando con la tipa esa; veo a Roció y le digo.

-Es que le daba un par de cachetadas y me quedo como Dios manda pero que le pasa-

-A ver qué te pasa cariño porque lo ves como si lo fueras a fulminar con la mirada-

-Ro como que que me va a pasar no puede andar haciendo eso imagínate si lo ve la prensa cuando diga que nos vamos a casar todo va a ser un desastre-

-¿Ya le dijiste? y ¿acepto?- me pregunta con los ojos como platos

-Ya le dije y si decidí que me voy a casar con el solo me dijo que vamos hacer un matrimonio real y que habrá muuuchoooo sexo-

-Joder con el Sebas- se mofa ella

-Ya vengo voy a saludar a mi futuro maridito- Le guiño un ojo y cuando me voy a encaminar hacia él, Roció me toma del brazo y me pregunta.

-¿Que vas hacer Meg?-

-Tranquila no hare nada no estoy tan borracha para armar un escándalo, ve, que el guaperas rubio con el que estabas bailando te está mirando-

-Pues si cariño hoy no duermo sola, me devorare a ese tío enterito, por cierto ¿has visto a Raquel?.

-No desde hace rato no la veo ve sigue bailando cualquier cosa te busco- le digo

Le doy un beso en la mejilla tomo mi bolso de mano y me encamino hacia mi futuro maridito que no me está observando sino que habla con la guarra esa; bien así puedo sorprenderlo.

Llego hasta donde está el y sin pensar lo que estoy haciendo lo abrazo por la espalda y le doy un beso en el cuello que lo hace estremecerse ¡bien! Y le digo

-Hola cariño cuando llegaste?-

La guarra al verme me dedica una sonrisa cínica y me dice

-Lo siento pero el está conmigo-

Veo a Sebastián enarco una ceja y le pregunto

-¿Es eso cierto cariño?

El ve a la putilla esa, me toma por la cintura y me huele el cuello y con la punta de la nariz me lo roza lo que hace que un cosquilleo empiece en mi espalda, luego me responde

-No nena solo te estaba esperando ¿dónde has estado?-

La putilla al vernos se levanta y se va maldiciendo entre dientes. Trato de separarme de él pero no me deja solo me pega más a su cuerpo. De repente me dice

-Entonces cariño por tu ataque de celos debo suponer que aceptas mis condiciones para casarnos-

Me enervo y trato de soltarme pero no me deja es como una roca, me echo hacia atrás y le digo

-No fue un ataque de celos Sebastián no se confunda-

El me ve y sonríe el muy canalla se está divirtiendo

-Y dígame Señorita Anderson si eso no fue un ataque de celos entonces ¿que fue?-

-Solo te lo voy a decir una vez Sebastián este matrimonio será un acuerdo; aun así con el sexo incluido, y nada de terceras personas, al momento que me entere de algo similar a lo de esta noche, exigiré el divorcio así pierda ese estúpido contrato ¿le quedo claro?-

No responde nada solo me agarra y atrayéndome hacia él, devora mis labios con pasión. No me pide permiso, se adueña de mis labios y los besa, salvaje, descontrolado; mueve la cabeza a un lado y a otro, mientras introduce su lengua en mi boca. No me amilano, el corazón me late vertiginoso pero salgo al encuentro de su lengua con la mía; me gusta el sabor de su boca, sabe fresca, aún le quedan rastros del sabor de la cerveza. Su lengua es diestra y siento de pronto su otra mano, que me coge por la nuca para impedir que mi boca se separe de la suya; sigue besándome, sigue hurgando en mi boca y creo que voy a ahogarme por falta de oxígeno,

Sebastián me quita el aliento. Pega aún más su cuerpo al mío y el martilleo incesante de nuestros corazones se confunde. De pronto se aparta, me mira la boca, la cual supongo que debe de verse bastante enrojecida por el ímpetu de su beso, se acerca y me muerde el labio inferior, lo tironea dejándolo entre sus dientes mientras respira descompasado.

Estaba tan descolocada con ese beso que no lo pienso le tomo la cara entre las manos y lo vuelvo a besar con fuerza e ímpetu lo saboreo con su lengua, Sebastián me pone; un par de besos y ya me tiene encharcada en todo en el sentido de la palabra.




lean díganme que les parece! un abrazo no se les olvide comentar y votar muchos besos chicas

Mi Jefa o Mi EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora