CAPITULO 6.

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Capitulo 6.

Capítulo 6

-Despierta.-sentí un susurro en mi oído.

-mmm...-el sueño era más importante en este momento.

-Dormilona, arriba que pesas mucho para tener que cargarte hasta tu casa.

Yo solo restregué mis ojos, mientras un bostezo poco femenino salió de mi boca.

-Por fin, ya empezaba a pensar que eras un perezoso.

-Puede que lo sea. Uno nunca sabe en estos tiempos, tu eres un Lobo yo porque no podría ser un perezoso.

-Listilla, pero tu olor te delata.-Me huele.-Más humana no podrías ser.

-¿Te puedo hacer unas preguntas?.-Mi curiosidad ya se había despierto.

-mmm...déjame y lo pienso.-Yo solo lo mire como diciendo "enserio".-Vale, dispara.

-¿Con tu olfato que tan bien puedes llegar a oler?

-Bueno, es muy bueno.

-Sí. Lo sé, pero lo que me refiero es como por ejemplo...si yo oliera feo y bueno si tuviera m...

El solo se me sonrió.

-Sí. Podría oler cuando estas en tus días, cuando estas ovulando y si estas embrazada.

Joder, eso no me gustaba. Me daría vergüenza estar en mis días que alguien más lo supiera.

-Eso no me agrada.-El solo frunció en entre cejo.

-Te tendrás que acostumbrar, como lo hacen nuestras mujeres.

-Y ¿Por qué me tengo que acostumbrar? Yo no vivo con ustedes.

-Aun.

-¿Qué?

-Se te olvido lo que te dije.-Yo negué con mi cabeza.-Tu y mi hermano son mates, así que eso de hace parte de la manada y tendrás que convivir con nosotros. Con el tiempo te acostumbraras.

-Mira, que tu hermano y yo supuestamente seamos mates. No quiere decir que vamos a ser novio o algo más, tu hermano apenas y me soporta.

-Eso no es cierto, el solo está algo confundido. Acaba de encontrar a su mate es normal que todavía le cueste acostumbrarse.

Yo sabía que Daniel quería ayudar a su hermano, pero eso no solucionaba que Caleb era medio Bipolar en especial con migo.

Caleb me atraía de cierta forma que no sabía explicar, pero algo me detenía.

No sé si sería que a veces era bueno con migo y otras simplemente frió.

Era guapo eso no se lo podía quitar. Me hacía sentir segura, querida e incluso amada. Pero también demostró que no quería que yo supiera de su mundo y eso me hacía dudar de lo que yo sentía por él.

-Vale. Digamos que es eso.-Esta ganaba el.-¿Tú tienes a tu mate?

Su mirada se endureció y una sombra de tristeza se pasó por ellos, lo vi desviar su mirada y tomar una respiración.

-Creo que es hora de irme.-Su voz sonó entre cortada.

Su ojos estaban cristalizados y el parpadeo varias veces. En unos segundos se volvió a endurecer y poner su muralla de chico malo.

Ahí lo supe, debajo de su fachada dura escondía algo que le dolía, algo de lo cual nuca había hablado con nadie, algo que lo perseguía y le hacía esconderse del mundo.

El Amanecer De Los LycanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora