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  — Haley, ¿Qué hacemos con el cuerpo? — Me preguntó Grace mientras lloraba.

Vi a Nate, él parecía dormido, le di un último beso en la boca.

— Dulces sueños mi amor. — Dije.

Grace se acercó y me dio un abrazo por atrás, Kile también abrazó.

Pero estaba destrozada, sentía como si no pudiera respirar, era como si una parte de mí hubiera muerto.

— Póngalo en sofá, tápenlo y esperaremos a que llegué la policía.

 Kile y Liam lo cargaron e hicieron lo que hice.

  — Bien, quiero que todos se queden aquí, mientras yo voy a abrir esa habitación.

Caminé hasta la habitación de Mayra, metí la llave y al instante en que la giré se abrió.

Abrí la puerta y me metí, cerré la puerta con la llave.

No sabía donde buscar, por lo regular esto lo hacía Maya...

Me acosté en la cama de Maya y dormí.

Estaba en la misma habitación, no había funcionado, me levanté y trate de buscar la hoja del diario y el collar, voltee a la cama y me vi a mi acostada y dormida.

Esto era lo más escalofriante que había hecho en toda mi vida, me estaba viendo, era como si fuera un fantasma.

— ¡MAYA!....

— Haley. — Voltee y vi a Nate.

Corrí hacía él lo abracé mientras lloraba.

— Nate, creí que no te volvería a ver.

— Haley, siempre estaré aquí.

— Nate, te amo.... No sé como voy a continuar sin ti.

— Lo harás, por eso te amo... Tú siempre encuentras la manera de seguir adelante, además yo siempre estaré contigo... Pero ahora Maya esta en peligro, no te puedo decir mucho ya que los muertos no podemos interferir con los vivos, pero búscalo, porque Maya esta en peligro y si no la encuentras antes de 6:30 ella estará muerta.

  — Nate.

Desperté sobresaltada y vi que estaba en la habitación, di un gran respiro y busqué por toda la habitación.

Hasta que encontré que abajo de la cama había una caja.

Me quedé sorprendida, la saqué y había una página y el collar.

Mayra era la hermana.

Saqué la página y comencé a leer.


Querido diario:

Ellas me están vigilando,  cuando duermo puedo escuchar sus voces en la oscuridad, podía escuchar sus planes... Ella quiere volver a la vida y para ello necesita a una persona muy especial, podría ser Haley, una compañera pelirroja ella tiene el don, pero no es tan fuerte ella solo tiene un 50 por ciento, ellas necesitan a alguien que sea poderosa, a alguien que sea un 100 por ciento. Ni yo les sirvo, yo solo tengo 70 por ciento, por eso la puedo ver, por eso la puedo escuchar, pero ya no puedo más, sé mucho y sé que ellas vendrán por mí para matarme.

Escuché como entraban a la casa los amigos de Haley, pero sentí algo mayor, sentí a alguien que era el 100 por ciento y era esa chica de pelo negro y ojos azulados. Maya.

Entonces como un foco se iluminó todo, ella era la puerta, ella era la respuesta a todo. 

Maya tenía acceso con el mundo de los muertos, ella era como una puerta, podrían pasar los muertos, pero ella estaba vida, de seguro me van a matar solo para distracción, para que se enfoquen en mí, mientras ellas cumplen su plan, y de seguro a las 2 o 3 de la madrugada la secuestrarían para realizar el ritual.

Y es seguro ya estoy muerta y Mayra arrancó esta página para que no vieran todo el panorama, pero si estas leyendo esto y eres Maya o Haley, te diré una manera para detenerla.

Tienes que esconder a Maya, si puedes mata a Mayra, ella no se detendrá hasta que su hermana vuelva a la vida. 

Ponte el collar y cuando sea el momento destruyelo....


Mayra. Bajé corriendo las escaleras y llegué a la sala donde estaban todos tomando un café.

Busqué a Mayra pero no estaba.

  — ¡¿DÓNDE ESTA MAYRA?!

— ¿Qué pasa? — Me preguntó Kile.

— Mayra es la asesina, ella mató a Renata y matará a Maya, hará que su hermana la posea, tenemos que encontrarla, ¿DÓNDE ESTA MAYRA?

— Ella fue al baño.

—Encuéntrenla.

Corrí al baño y no había nadie, no estaba.

  — Chicos, no esta.

— ¿Dónde esta? — Me preguntó Grace.

— No lo sé, pero tenemos hora y media para encontrarla o si no morirá.

Todos me miraron preocupados, teníamos que encontrarla, no me rendiría ante nada, no permitiría que alguien más muriera.

Yo la detendría. 

  



 

Sin salida: El reencuentro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora