Misión 20: Max! Quién era?

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Marco se durmió en el ferry, había quedado rendido en los brazos de Steve, era tan pequeño y frágil en ellos. Caminamos al auto, Steve y yo nos miramos a los ojos. Yo suspiré y luego me despedí.

-Bien, fue un placer verte de nuevo, Steve.
-Prue, la verdad no pude hablar contigo de lo que quería, no sé si otro día puedas tomar un café conmigo o podemos llevar a Marco a comer una hamburguesa. Sé que no es correcto pero quisiera que aceptaras.

-De qué deseas hablar, Steve? (le dije seria)
-No sé. Algunas cosas. No son importantes.
-Cómo cuáles? Si no son importantes porque las mencionaste? (Steve resopló)
-Yo... sólo quiero saber si volverás a las misiones? Seguirás buscando al asesino de tu madre?
-Oh... bueno. No sé. Llevo algún tiempo fuera. No me había cuestionado eso.
-Debes seguir adelante, Prue! No te des por vencida.
-Sí, eso haré. Gracias, Steve!

Ambos sonreímos.

-Fue un gusto verte de nuevo y conocer a Marco, es un niño afortunado.

Vi a Steve a los ojos, era una necesidad. Me acerqué a él y lo abracé. Él me rodeó con sus brazos, hubo cierta lejanía pero no me importó. Necesitaba hacerlo.

-Veamonos luego, sí? (le dije) Yo te llamo.
-De acuerdo!

Subí al auto y Steve me sonrió. Era extraño, sentí mis mejillas arder por un momento. Steve hacía que me sonrojara aún. Eso si que era un gran problema.

Después de ese día me sentí más motivada, salí a correr en las mañanas y llevaba a Marco al parque, íbamos a tomar un chocolate caliente y donas a alguna cafetería. El otoño pintaba los árboles de tonos naranja y amarillo, era muy lindo. Pasó una semana más y recibí una llamada. Esperaba que fuera Steve por alguna razón pero no, era alguien más.

-Prue Halliwell?
-Sí, quién es?
-Soy yo, Benjamin Rawlings. La llamo desde la nueva base de GHOST, en Río de Janeiro.
-Ben, oye! Qué te habías hecho?
-Estaba en una misión secreta de GHOST, no puedo decirte por teléfono.
-Y bien, para qué me llama, entonces?
-Coulson me pidió que la llamara. Quiere que se reincorpore a la organización.
-Mi contrato terminó desde que encontramos el algoritmo. He trabajo por mi cuenta desde eso, al igual que los agentes de los Vengadores, no tengo que reincorporarme a nada. Además, usted, joven Rawlings, me debe una explicación y no una, varias.
-Se las daré cuanto venga a la base.
-Dígale a Coulson que me llame él personalmente... no tengo que obedecerle a un practicante.
-Siempre eres tan odiosa, Prue?
-No soy odiosa! Y para ti soy agente Halliwell.
-Yo creo que sí lo es.

Hice un sonido irritada y colgué la llamada, que chico más irritante. No pasó mucho tiempo hasta que mi teléfono volvió a sonar.

-Hola?
-Cómo es que tienes a los chicos a tus pies siendo tan odiosa.
-Vete al...
-Mami, que pasa? (era Marco interrumpiendo)
-Nada, mi amor.
-No digas malas palabras delante de mi amiguito. Cómo está? por cierto. (Era Ben)
-Bien, él está muy bien. Sabes? hablemos mañana, voy a leerle un cuento a mi hijo. Adiós!

Le leí un cuento a Marco y se durmió. Pasó una media hora y me preparé a dormir, estaba cansada, Wanda no estaba para hablar así que me dormí temprano.

Empezaba a caer en un sueño profundo y en eso sentí que mi corazón se detenía por el susto, mi celular me había despertado. Vi el número, era desconocido. Sabía que era Ben.

-Ahora que quieres? (dije enojada)
-Lo siento, Prue. Soy yo, Steve.
-Steve? Qué...? Hola!
-Lo siento que te llame así. No quiero molestarte.
-Pasó algo?
-Sí, es tu padre.
-Qué?
-No te asustes. Él está bien, ahora.
-Su armadura tuvo un corto circuito al tocar un campo de fuerza y ésta falló. Él está estable pero muy lesionado.
-Dónde está?
-Vamos para New York.
-Cómo es que no la vio?
-Él sabía pero fue empujado por uno de los enemigos hacia ésta, pasó muy rápido. El otro hombre no sobrevivió.
-Oh, no. Ya le avisaste a Pepper?
-Sí. Ella está en el hospital donde lo atenderán.
-Voy para allá.

Colgué el teléfono sin esperar respuesta. Me puse unos jeans y una blusa blanca, acomodé mi cabello y busqué mi abrigo. Estaba muy preocupada por mi padre, podría ser un idiota algunas veces pero lo quería, tome las llaves y salí de la casa, encendí el auto, luego vino a mi mente algo que me faltaba:

-Marco!?

Subí corriendo las escaleras mientras, saqué a mi pequeño de su cama envuelto en las cobijas, lo llevé al auto y conduje hasta New York. Minutos después estaba tocando la puerta del apartamento de Max. Él abrió, estaba sin camisa y su pantalón de dormir.

-Max! (le dije exaltada)
-Prue?
-Lo siento que venga a ésta hora... (entré sin esperar que me dijera que pasara) Mi padre tuvo un accidente, debo ir a verlo al hospital.
-Y?
-Necesito que cuides a Marco por mí. (Coloqué al pequeño en sus brazos)
-Prue... él me odia, no quiero que me golpeé de nuevo el entrepierna.
-Eres un exagerado. Cómo un niño tan hermoso va a conocer el odio? Debes dejar de inventar cosas. Espero volver antes que despierte. Adiós. (dije saliendo aprisa)
-Qué? Prue...! Espera!

***

-Max! Quién era?
-Lo siento, Dani. Tenemos compañía.
-Qué pasó? Prue está aquí? Por qué trajo a Marco?
-Su padre tuvo un accidente!
-Osea hoy no hay noche romántica?
-Quizá, sólo no hagas ruido, no quiero que se despierte, ya sabes que me odia.
-Y con razón!
-No te pongas en esas, amor. Sabes, dejemos a Marco en el sofá y tu esperame en la cama.
-De acuerdo!

***

Fui lo más pronto posible al hospital, vi a Pepper y corrí a abrazarla, estaba desconsolada.

-Tranquila! Todo va a estar bien!
-Estoy muy asustada, Prue.
-Dónde está?
-Aún no llegan.
-Oh, cuanto más van a tardar?

Me dispuse a tomar asiento con ella y escuché la voz de Steve llamarme.

-Prue!
-Steve. (Corrí a abrazarlo, él me respondió un sus fuertes brazos y me vio a los ojos)
-Dónde está? (pregunté)
-Cómo está? (Era Pepper)
-Estable. Tiene varias quemaduras en sus brazos y el resto del cuerpo. Lo están curando, tranquilas. Él estaba preocupado por ustedes. Dijo que no quería morirse aún.
-Y no lo va a hacer. (era Pepper, caminó hacia uno de los pabellones)
-Pepper, espera! (le dije)
-Prue, déjala. (Steve me tomó del brazo y me vio a los ojos)
-Qué pasa? (le pregunté)
-Nada, sólo pienso que no debes entrar aún. Espera que el doctor lo permita.

Vi hacia Pepper, había entrado por una puerta. Llevé mis ojos a Steve, llevaba su traje, tenía sangre en la barbilla y un rasguño en su pómulo derecho. Busqué en mi bolsa, siempre andaba toallitas húmedas para limpiar a Marco. Steve me observó extrañado.

-Ven, toma asiento. (Steve obedeció y se sentó)

Sus ojos estaban clavados en mi rostro, tomé su barbilla, lo limpié con cuidado mientras él medio sonreía y se quejaba un poco. Él llevó su mano a la mía, me sentí extraña.

-Gracias!

Vi a Steve a los ojos. Quise decir algo pero sólo asentí.

-No me llamaste. (me dijo él)
-Lo siento, estuve ocupada.
-Entiendo... y como está Marco?
-Bien! Estuvo un poco resfriado pero está mejor.
-Prue... en dos días.
-No lo digas Steve. Aun me duele el corazón al pensar en ello.
-Quieres que nos veamos para hablar?
-No. Es mejor no tocar ese tema otra vez, Steve. Nuestro pequeño no va a regresar nunca...

Después de eso no hubo más conversación. Pasé esa noche sentada en un sofá en la sala de espera, Steve había ido a su apartamento a descansar. Pepper salió para hablar conmigo.

-Cómo está?
-Bien, está todo vendado pero ya salió del peligro. Ahora está cedado, seguro despertará hasta el medio día. Ve a casa, yo me quedaré con él.
-No, yo me quedaré con él. Tu debes trabajar.
-De hecho tengo una conferencia muy importante a las 10:00a.m. Te quedarías con él?
-Sí, Marco está con Max. No hay problema.
-Bien, Prue! Te lo agradezco mucho, pequeña!

Prue Halliwell: ValkyrjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora