Misión 25: Te extraño...

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Pasó la semana y llegué a Río de Janeiro martes por la noche. Saludé a Jezebel y al doctor Posey que conversaban en la sala de estar. Ésta base era similar a la de Noruega, habitaciones pequeñas de dos literas, un baño pequeño y un closet con diferentes compartimentos.

Fénix y Ava eran mis compañeras. Danielle, Jemma, Jezebel y Daisy estaban en otra habitación. Fui a hablar con Coulson, lo vi feliz de verme. Yo estaba un poco resentida con él, estaba casi segura que me ocultaba el paradero de Charles.

-Prue! Es bueno verte! Cómo estás? Cómo está el pequeño, Marco?
-Bien. (Dije secamente, la verdad no tenía ganas de hablar con Phil)
-Tengo mucho trabajo para ti, querida.
-Cuando quieres que comience?
-Cuando tu quieras.
-Que te parece mañana a primera hora?
-Excelente!

Y así fue, a las 5:00a.m estaba tomando un café, mi primer misión era en Chile, Ling, Connor, Danielle y Ava debíamos traer a un magnate dueño de unas minas de cobre. Fue fácil, estaba tomando vacaciones en un hotel de Valparaíso.

Regresamos temprano a la base, Mike había preparado un rico banquete típico de Brasil especialmente para mí. A él le gustaba consentirnos, era un hombre regordete adorable. Las mucamas eran otras, dos señoras nativas del país. Ambas muy simpáticas. Después de almorzar fui a hacer el informe de la misión.

Ben llegó de su misión, se sentó junto a mí sin saludarme. Se quedó viéndome y yo lo observé confundida.

-Qué? Se te perdió algo?
-No. Cómo estás?
-Bien.
-Me alegro. Nos vemos!
-Alguna vez te han dicho que eres raro?
-No pero apuesto sí! (Él sonrió y luego salió)

Seguí trabajando en algunos papeles hasta que escuché unas voces en el pasillo. Era Ling y Knight, ambos entraron.

-No puedo creer lo que ven mis ojos. (Era Edward, yo sonreí) Dormiré en paz ésta noche!

El fuerte moreno me dio un cálido abrazo mientras me alzaba y me daba un dulce beso en la mejilla.

-Cómo está mi agente favorito?
-Extrañando a la pequeña más bravucona. Cuando llegaste?
-Ayer por la noche.
-Yo estaba en una misión en Japón. Estuve casi una semana en ese lugar, sentí 13 temblores. Odio Japón. Odio los temblores.

Ling y yo reímos.

-Y Charles? No apareció? (Preguntó Knight)
-No. Bueno sí. En realidad, sigue desaparecido pero al menos con vida. Me hizo una vídeollamada.
-Y que? te dijo dónde está? (Era Ling, preguntaba curioso)
-No quiso decirme pero en fin. No quiero hablar de él. Estuve algo afectada y no quiero que influya en las misiones.
-Tienes razón. (Era Knight) Y el pequeño rubio?
-Bien! Está en York, con mi cuñada. Debe estar contándole historias a su primo.
-Genial!
-Que tal si vamos a la playa en la noche? Hay un ambiente espectacular. (Era Ling)
-Suena fantástico, Zhao! Pero estoy algo cansada. Tal vez más adelante. (Le dije)
-Bien, le diré a Danielle o a Jezebel, vieron si Jemma ya regresó de sus vacaciones?
-No la he visto. (Le respondí)
-Yo vi a Fitz en el laboratorio, pregúntale a él. (Era Knight)
-Bien, nos vemos en la cena.

Los días transcurrieron, más misiones en Sudamérica se hicieron presentes, llamaba a Marco todos los días a la misma hora. Me contaba que Chris estaba empezando a caminar y que decía algunas palabras. Yo por mi parte había recibido varias balas y roces en mi cuerpo, lo normal, un día mi hombro lastimado cedió y me lo desmonté de nuevo. Me perdí de tres misiones en las Guyanas Francesas. Daisy y McClean habían salido heridos en una misión, el doctor Posey pidió que lo asistiera. La verdad curar a las personas no era lo mío.

Pasaron los días, notaba a Benjamin extraño. No paraba de verme, me seguía a dónde fuera, se sentaba junto a mí en el comedor pero nunca me hablaba. De verdad me estaba molestando. Quería preguntarle el porqué me había ayudado cuando secuestraron a Marco. No había tenido la oportunidad de hacerlo.

Estaba en un tipo de terraza de la base, habían lindas plantas tropicales y cómodos asientos para diafrutar del tiempo libre. Terminé de hablar con Marco por una vídeo llamada y le marqué al celular a Steve.

-Hola?
-Steve...
-Prue? Hola! Cómo estás?
-Bien. Algo cansada. Cómo va todo?
-Bien! Algo desanimado. Perdí el rastro de Bucky. Creí que estaba cerca pero no fue así, creo que ni siquiera estoy cerca.
-Lo lamento.
-Y? Cómo está Brasil?
-Húmedo. (Reí y luego hubo un silencio)
-Te extraño, Prue...
-Yo... yo también te extraño, Steve.

Hubo un largo silencio, sólo escuché su respiración, sabía que estaba ahí tratando de decirme algo más, lo sabía porque yo también quería decirle algo más.

-Agente Halliwell? (Era Ben)
-Disculpa, Steve. Te parece si hablamos luego.
-No te preocupes, adelante! Cuídate.
-Adiós!
-Lo siento, Prue. No sabía que estaba ocupada. Coulson me dijo que le avisara que Max había llegado. Sólo para que lo supiera.
-Gracias, agente Rawlings.
-Okay!

Quise preguntarle algo pero titubee, preferí ir a ver a Max. Él había sido asignado a otras misiones de los Vengadores pero había vuelto a GHOST. Al llegar a la sala de estar vi a Max, lucía tan apuesto como siempre. Danielle le traía un refresco de bienvenida. Hacían una linda pareja. Vi a todos preguntarle cosas y hacerle bromas, así que, me dispuse a ir a dormir. Tendría tiempo para hablar con él luego.

Había pasado un mes y fui a visitar a Marco, había subido de peso, al parecer Hilda lo consentía en todo lo que deseaba comer. Al menos la primavera se acercaba y la nieve empezaría a derretirse. Sabía que pasaría corriendo todo el día detrás de los patos o hacia la colina y el lago. Christopher cumpliría pronto su primer año. Tal vez vendría para la celebración.

Volví a Brasil una semana después. Empezaba a sentir la falta de Marco y de Charles nuevamente. Mi ira ya había cedido y su ausencia me desvelaba. Pensaba en él todas las noches. Había empezado a dejar la comida y brincarme tiempos.

Luego de volver de una misión con Max, Fénix, Knight y Jezebel. Vi a Danielle recibir a Max muy amorosa. Me recordó el tiempo en que esperaba a Charles en el hangar muy ansiosa. Debía sacarme eso de la mi mente. No era bueno para mi estado de ánimo, mucho menos para las misiones.

Pasaron dos semanas, todo iba de mal en peor, la ropa me empezaba a quedar grande. Connor me había preguntado si estaba durmiendo bien y que lucía palida. Yo le dije que sí aunque sabía que era mentira. Le había dicho que estaba algo cansada y extrañaba a Marco. Traté de comer mi almuerzo pero fue imposible.

Coulson me había pedido que fuera a su oficina para hablar de mi pago. Al parecer mis servicios habían aumentado por el nivel de riesgo. Estaba ganando realmente bien, aunque gastaba poco, Maggy no quiso aceptar que le retribuyera algo por cuidar a Marco.

Pensé que quizá podría ahorrar para comprarle algo lindo, también ropa, juguetes a Marco y a Chris. Ropa para mí, tenía mucho de no ir de compras, esa tarde sería perfecta para hacerlo.

Me puse un lindo vestido playero estampado color menta, unas sandalias bajas y mi cartera. Me armé con mi 45 y salí de la habitación. Cuando iba por el pasillo hacia el ascensor empecé a notar todo borroso. Me apoyé en la pared y me desvanecí.

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