Suceso sucedido

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Yuriko's POV

Era una tarde oscura en Francia, había salido tarde del hospital porque tenía un paciente con un caso muy extraño, decidí irme caminando hacia mi casa ya que no se encontraba muy lejos; además, caminar me ayuda a despejarme y pensar con mayor claridad. Estaba sumida en mis pensamientos cuando empieza a llover abundantemente, no sabía a donde ir, mi casa se encontraba a unas cuadras pero no podía correr hacia ahí.

"Genial, ¿Ahora dónde voy?" pensé, vi que cruzando la acera se encontraba un árbol frondoso, quizás me pueda refugiar ahí mientras pasa la lluvia.

Estaba yendo lo más rápido que podía hacia ese árbol hasta que una luz se aproxima rápidamente, pude distinguir que eran las luces de un carro, me quedé paralizada y mi único impulso fue cerrar los ojos.

¿Acaso ya morí?

Escuché una puerta abrirse, decidí abrir los ojos y vi a un chico que venía hacia donde yo estaba con un paraguas. Tenía un pelo rojo liso y puntiagudo, no me pude fijar bien en sus ojos, pero era en cierta manera, era un chico misterioso e intimidante.

-¿Estás bien?- me preguntó con un tono calmado y frío

-Sí- contesté

-¿Quieres que te lleve a dónde vives?- me preguntó mirándome a los ojos

Wow, qué asombroso, sus ojos eran heterocromos, uno es de color rojo y el otro es de un dorado cristalino.

-Ehm, sí, gracias- dije

No me podía negar a esa propuesta, seguía lloviendo a cántaros y al parecer sería así toda la noche, además, me sé defender muy bien si es que sucede algo...

Al entrar a su carro me invadió un olor agradable, no podría describirlo, era demasiado confortante. Me ofreció una manta y unas toallas para que me pueda secar, lo bueno es que yo no me enfermo fácilmente.

Me solté el cabello para poder secarlo con la toalla, sentía su mirada sobre mí, era un poco incómodo pero yo ya sabía manejar estas situaciones.

-¿Cómo te llamas?- preguntó

-Yuriko, ¿y tú?

-Akashi, pero me dicen Edgar- contestó

Qué nombre más respetable.

Luego de indicarle el camino hacia mi casa nos quedamos viendo, aún me sorprende su semblante serio y refinado, y sus ojos intimidantes y dominantes; él era una persona fuerte y peligrosa.

Pasaron semanas luego de haber conocido a Akashi, seguía yendo a mi trabajo, en realidad me especializaba ahí, hasta que un día lo volví a ver.

Yo entraba tranquilamente y al final del pasillo vi al director conversando seriamente con alguien, con alguien de cabello rojo puntiagudo.

-Señor director, ¿sucede algo?- pregunté

Parecía como si hubiese pasado algo serio, me preocupaba de que fuera por Akashi

-No señorita Vera, no se preocupe está todo en orden- me intentó tranquilizar.

Desde ese momento estuve pensando en Akashi, ¿qué hacía él aquí?

Me dirigí al comedor en el momento del descanso, quería seguir analizando la situación de Akashi, me tiene muy intrigada.

Insoportablemente adorableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora