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Desde mi operación había estado en tratamiento para recuperar mi voz, aún estoy en tratamiento, pero me dijeron que ya puedo hablar, al principio sonaría como un susurro, pero con la practica iría mejorando, quería hablar como si el mundo se acabase, pero tenía miedo, sin embargo sabia exactamente cuáles eras las primeras palabras que quería decir. Había quedado con Dave de encontrarnos en la cafetería.

Estábamos sentados en una mesa, él leyendo un libro y yo simplemente mirándolo, no había otra cosa que quisiera hacer, quería ver cómo era cada parte de su cara, cada perfecto centímetro imperfecto, si pudiera me lo quedaría viendo para siempre.

—Te-te Quiero—le dije bajo sin poder evitar tartamudear, él no había caído en cuenta que había sido yo, hasta que alzó la mirada y se lo repetí—Te Quiero — y así sin más le di un beso en la mejilla y me fui, no me siguió, al parecer se había quedado congelado.

Cuando salí me encontré con  mi madre, no sé qué hacía ahí, se suponía que vendría por mi más tarde.

—Quiero lo mejor para ti— dijo mi madre mirando por detrás de mí, volteé mi cabeza y al ver qué miraba me sorprendí, estaba mirando a Dave, le sonreí, le di un beso en la mejilla y le dije;

—Yo también.

En definitiva no era la única persona que se había dado cuenta de lo valioso que era Dave, mi madre igual, tenía sentido, Dave era encantador, colaborador, tierno y demasiado paciente, siempre aceptaba sus errores y por sobretodo odiaba ver a las personas tristes, él es como un chocolate, que endulza tu día.

*****

BUENAS!

Yo sé, yo sé, estarán pensando:

¿Y los chocolates amargos? pues no piensen en ellos! XD 

Yo hablo solo de los chocolates dulces y sus semejantes, nada de chocolate deschocolatado light, 0% grasa, sin endulzantes y sin cacao.

Nuestro Dave es en definitiva un chocolate Wonka, no piensen lo contario.

QUE TENGA UN LINDO DÍA/TARDE/NOCHE!!!!!


De Chocolate, Por FavorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora