Capítulo 35

936 60 7
                                    

POV Pablo

- Entonces... ¿Me juras que no la vas a lastimar?

- No mamá, por mi vida que no lo haré

- Ven acá hijo - me abraza, besa mi cabello mientras me canta La Vie En Rose, tal como lo hacía mi abuela

- Gracias mamá - digo al separarnos, sonríe

La tarde se nos pasó en familia, Paula hablando con mi madre. Salva y mi padre hablando de muchísimos temas en lo que también intervine. Juegos con mis sobrinas y el interrogatorio de Casilda

- Entonces no te odia ni nada

- No ¿Por qué inventas esas cosas?

- Sólo estoy preguntando, además por poco te quedas sin novia

- Pero no fue así - suspiro de alivio

- ¿Y luego...?

- Fuimos a mi departamento

- ¿Y bien? - me pregunta - ¿Lo hicieron con protección?

- ¡Casilda! - ella ríe

- ¿Qué? Digo, apenas están volviendo y quedan embarazados

- Ahm...

- Pablo...

- ¡Nada! - nota mental... No hablar de estos temas con Casi

- ¿Feliz?

- Sí - sigo suspirando

- ¿Tan bien la pasaron?

- ¡CASILDA! - grito tan fuerte que todos se giran a verme, incluso Paula. Me muero de la vergüenza

- ¿Pasa algo Pablito? - me mira preocupada Paula mientras mi hermana explota en risas

- Nada mi niña, sólo que Casi... me está jugando una broma - miro molesto a Cas

- ¿Contenta con tu broma?

- ¡Demasiado! - y sigue riéndose

- ¡No te diré nada!

- Ya pues... - deja de reírse - lo importante es que eres feliz con Paula y que nadie los va a separar. Es distinto lo que veo con ustedes que con tus anteriores parejas. Estoy segura de que pronto te veré en el altar - sonrío por las palabras de mi hermana y la abrazo

- ¡Te quiero loca!

- Y yo a ti loco - susurra - te deseo lo mejor hermanito.

- Gracias hermanita

Nos vamos de casa y vamos a buscar las cosas de Paula a la casa de su mamá. Las llevamos a mi departamento y la noche transcurrió en conversaciones, café y arreglos de sus cosas. No podíamos dejar de reír ni un momento. Y tampoco de besarnos. Esa noche descubrí, que a ella es muy ordenada y yo.... soy, en gran parte, lo contrario

- Buenos días Pablito - gruño - Pablito - me besa en los labios

Abro los ojos y veo a Paula, con una bandeja, tiene frutas, cereal y café. Me levanto sorprendido

- Mi niña, yo soy quien te debe traer el desayuno - acomodo en algún lugar las cosa y la siento en mi regazo.

- Sí, pero quería hacerlo. - beso su frente

- Bien pero desayunas conmigo

- ¿Y si te quiero desayunar? - me mira maliciosa

- No me provoques - digo con voz ronca

Vuelve... una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora