Capítulo 3

1.5K 80 9
                                    

POV Paula

Miedo.

Eso es lo que siento en este momento El leer lo que dice Casi; después de no verlo en dos meses, después de semanas previas a esos dos meses sufriendo porque solo recibía de su parte reproches y desprecios por decir lo que opinaba de Marta y ahora ¿Desea verme?

Sí, me siento feliz porque después de este tiempo quiere hablar, pero al mismo tiempo tengo miedo, miedo de que esto sea pasajero, miedo de que ellos solo hayan tenido un malentendido, miedo de que solo nos veamos para reprocharnos en cara todo lo que hemos pasado.

¿Hemos pasado? Como si hubiese sido la gran cosa, Paula.

Vaya ahora si es un buen momento para que mi conciencia hable ¿No?

El móvil seguía sonando, haciendo que mis pensamientos desaparezcan. Era otro mensaje, pero esta vez no era de Casi, mi corazón da un vuelco al ver de quién es el mensaje.

Es él.

Pablito: Este... hola. Sé que hemos estado mal en estos meses, pero... ¿Aceptarías tomar un café conmigo? Es que... mañana estaré en Madrid y quisiera arreglar las cosas.

Estoy sorprendida, cuando Pablo me alejó de su vida decidí cambiar mi número telefónico, para dejarlo en paz y tratar de seguir con mi vida; nadie de los Moreno tenía mi número excepto... Ya veo.

Y sí, a pesar de todo tenía guardado su número en mi móvil, llámenme idiota, pero tenía la esperanza, aunque sea pequeña, de que él dejara de lado su estúpido noviazgo para hacer las paces conmigo.

Y así tener la oportunidad de conquistarlo ¿O no Paula?

Callo mis pensamientos, mi consciente está muy entrometido hoy.

Llega otro mensaje.

Pablito: PD: ¿Por qué cambiaste tu número? Tu nuevo número me lo dio Casi, no te enfades con ella, yo la obligué a que me lo diera.

GRACIAS CASI.

Ahora, en definitiva, no sé qué hacer, entonces suena mi teléfono nuevamente, esta vez era una llamada: Casilda.

—¿Hola? —digo nerviosamente.

—¡Paula! ¡Qué bueno que contestas! Pensé que te había pasado algo malo ya que no respondías mis mensajes ¿Estás bien? ¿Aceptas tomarte el café con Pablo? Dime qué vas a hacer que tengo el alma en un hilo.

—No sé, estoy muy nerviosa —respondo muy rápido, hasta que recuerdo el mensaje de Pablo—. Casi —siseo.

—¡Ya sé! Y lo siento, me estuvo rogando todo el día y en cuanto le di el número, se sintió aliviado de que aún estamos en contacto.

—¡No lo entiendo! Manda a la mierda nuestra amistad, se va tras las faldas de su "novia" y la complace en todo. Pero se siente aliviado de que tenga a alguien de su familia que sabe de mí. ¡Ahhhh! esto me enoja Cas.

Es un cabezota y ciego, no hagas caso a sus cambios de humor.

—Casi... ¡Por Dios es tu hermano!

¿Y? Parece que de los hermanos Moreno, yo soy la única que tiene más cordura.

—Salva también la tiene —le contesto seriamente y defendiendo al único que no tiene nada que ver en esto.

Vuelve... una última vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora