La Cita

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bueno antes que nada IGNOREN TODOS LOS GLOBOS DE DIÁLOGOS QUE HAYAN EN LAS IMÁGENES, NO TIENEN NADA QUE VER CON LA HISTORIA, espero que lo disfruten y difundan

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         El sol iluminaba mi cara por la ventana, abrí mis ojos para ver la hora "las ocho treinta", me levanté con bastante pereza, me sentía algo decaído, no había recibido noticias del hospital en los últimos días y eso me preocupaba bastante, con todo lo sucedido mi mente está completamente distraída. Sentía que no había dormido bien, me pesaba mucho el cuerpo, me dolía un poco la espalda. Al verme en el espejo veía como mi cara estaba hecha un desastre, pensé en lo que había pasado durante la noche, antes de quedarme dormido, había una voz que decía "tuve que haber pedido más" y otra parte de mi decía "no abuses de él" aún no sé qué es lo que me sucede, no lo he invitado a salir, solo hablé profundamente una vez con él y fue sobre mi vida. Me metí en la ducha y empecé a recibir el suave tacto del agua caliente y relajante, estuve aproximadamente unos diez minutos bajo el relajante chorro de agua. Mientras me secaba escuché que mi teléfono vibraba mucho, me dirigí a ver que era y resultó ser Terence con un millón de mensajes inservibles que eran todos "hey" "oiga" "por favor" y al final un mensaje muy largo.

-escuche... lo que sucedió ayer no fue cosa mía, ósea sí, pero al final fue algo muy estúpido y lo siento... yo no quise incomodarlo, seguro que lo molesté mucho y pues... todo lo que le envié por favor se lo pido no le diga a nadie...

-niño-empecé a escribir en forma de respuesta-no me molesta ¿ok? Yo también lo hice y quizás lo hago pero eso no le incumbe a nadie, es normal, no te preocupes por nada J y hablando de todo esto... ¿tienes que hacer algo hoy en la tarde? Yo estoy libre-se demoró bastante poco en responder.

-¡pues claro! Solamente tengo que dejar el papeleo hecho rápido pero yo creo que a las siete estoy listo.

-¡¡perfecto!! Te esperaré.

-muy bien, nos entonces nos vemos más tarde. Adiós.

-Adiós.

Me puse la ropa más cómoda que encontré, un conjunto medio vaquero, camisa de cuadros rojos de mangas cortas, vaqueros azules y botas estilo militar tácticas. Partí hacia el hospital, no me había llegado ninguna noticia nueva, estaba bastante preocupado, necesitaba saber que estaba pasando. Decidí dejar mi auto en casa, compré un boleto para el tren, no eran tan caros y así ahorraba en combustible. Me demoré alrededor de veinte minutos en llegar al hospital, al entrar las enfermeras pidieron (como siempre -¿es que acaso sus computadoras no guardan los datos?) todos mis datos para después guiarme hasta la habitación cuatrocientos noventa y seis, en la puerta estaba mi hermano Murdoch esperándome, Gino estaba adentro con Max mirando atentamente, se veía bastante preocupado.

Vida De un Padre SolteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora