➸Capítulo 16

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Las personas de las gradas enloquecidas se levantaron de sus asientos y Derek se desenrolló sus doblados brazos y vertió una mirada de completa absorción hacia mí.

Finstock hizo un gesto cruel para el otro entrenador mientras este intentaba de alguna forma maldecirme.

-ENSEÑALE A SU PORTERO QUIÉN MANDA MCCALL-gritaba Finstock una vez más

Miré al adolescente que protegía la portería, de sus brazos colgaba alguna tira quemada de la tela del uniforme, dadas las bruscas caídas sobre el césped del campo en defensa de la pelota.

Corrí a la portería, su mirada tan solo se centraba en mis pies y en la pequeña bola de plástico encerrada en mi red. 

Podía perfectamente oír las apresuradas zancadas del capitán licántropo que planeaba pararme los pies inmediatamente. Él pretendía empujarme al suelo violentamente y hacer que la pelota cayera en la verde hierba para liberarla de mí. Lo lancé rápidamente y lo suficientemente lejos, antes de que sobrepasara los diez centímetros que separaban mi cuerpo del suyo.

Él redució el color amarillo de sus ojos hasta dejarlos de su color natural y se paró a fruncir el ceño realmente inesperado.

Tan solo la lancé, haciendo que volviera a estar dentro de la portería.

La gente volvió al tono enloquecedor y el entrenador volvió a dirigirse hacia el otro coach, su expresión enfurecida mostró su rabia hacia Finstock.

-¿Cómo es posible que hayas...?-Stiles se acercó a mí 

-Esto no está bien-comentó Isaac

-Tienes razón, ¡Está genial!-exclamé

Tan pronto como hablé, todas las luces del campo se apagaron inmediatamente. 

Todas las personas se miraron las unas a las otras sin entender lo más mínimo lo que estaba pasando.

-¿Y ESTO?-Se comenzó a desesperar Finstock

-Alguien no ha pagado la factura de la luz-rió Stiles

Todos nosotros nos quedamos en silencio mientras contemplábamos como abría la boca enormemente para reír avergonzado.

Finstock corrió hacia el otro coach rápidamente con su albitro apresurándolo a la boca. Detrás de él, lo hizo sonar. Él se dio media vuelta y contempló al alcohólico profesor subírsele a las barbas con palabras subidas de tono y con dicha acusación.

Todos se dirigieron hacia ellos, creando un círculo alrededor de ambos.

-Es la hora-susurró una voz en mi oído.

Él paró su mano en mi brazo izquierdo, creando un escalofrío estremecedor, un escalofrío que tan solo él podía crearme, tan solo su voz podía hacerme sentir algo tan profundo y cálido.

-He fundido las luces, tal como lo planeado-volvió a hablar Derek, dejando cierto fresco aliento en mi nuca

Di media vuelta hacia él, tan solo nos separaban unos cinco centímetros de puro aire, que salía y entraba por nuestras bocas.

Su manera de mirarme, esa manera de mirarme que solamente tenía conmigo y con nadie más, era lo que más me atraía hacia él, como un imán y un trozo de metal.  

-Quizá debería avisar a...-comencé a decir señalando el resto de la gente, que se encontraba a unos cuántos metros de nosotros

-Están dentro del coche-me interrumpió quitándome lentamente el casco-Mucho mejor-

(...)

-Podían haberte reconocido-dijo Isaac nada más abrir la puerta del oscuro y lujoso coche

Los dos asomaron sus caras por el espejo retrovisor.

-Sigo sin entender como lo has hecho-comentó Stiles acomodándose en el asiento de cuero

-Era algo como...-comencé a decir tragando pausadamente saliva-Incontrolable

-¿Cómo demonios te estás convirtiendo en esto?-preguntó Isaac llevándose una mano hacia su ondulado cabello

Stiles dirigió su mirada a Derek, que continuaba conduciendo por la oscurecida carretera.

Isaac le dio un pequeño y poco disimulado codazo por su costado izquierdo.

Hale negó incontables veces, intentando no darle importancia a la pequeña acusación de Stiles.

Paró el coche de seco, a pesar de ir a una velocidad considerable, y algo enfurecido se bajó del coche dando un portazo. 

(...)

-¿Cómo se supone que vamos a avisarles para que puedan entrar en casa?-preguntó un Stiles histérico

Reí y él se cruzó de brazos para después mirarme realmente como si fuera una completa loca.

Acerqué el pequeño pero afilado alicate al cable azul, que sobresalía por encima de una montaña de cables negros. Tan pronto, como su punta rozó el plástico de dicho cable, las luces de toda la casa de reducieron al completo destello de la luna.

-Buena señal-comentó

Sonreí inmediatamente al ver a Derek e Isaac colarse por la chimenea que asomaba el tejado de la blanca casa.

Stiles y yo nos dirigimos a la puerta de la casa, como si de formalidad vecinal se tratara, esperamos durante un par de segundos hasta que un Isaac lleno de un polvo completamente negro que  cubría su cuerpo de arriba a abajo, nos desbloqueara la puerta principal.

-Bienvenidos-se cachondeó abriendo la puerta enormemente

(...)

Llevé mi mano derecha hacia la palanca que bloqueaba la gran puerta metálica, que daba lugar a una moderna sala de torturas.

Hale apartó mi mano cuidadosamente de dicha palanca y la aproximó hacia la derecha, la puerta se quedó un poco entreabierta durante un par de segundos, se asomaba una real oscuridad, más que la que inundaba la casa y un increíble silencio llegaba hacia nuestros oídos de forma sútil.

-Yo iré primero-dijo Derek echándome a un lado

Él se interpuso ante mí y continuó extendiendo la puerta, hasta abrirla completamente.


BESTIAL | Derek Hale®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora