Prologo.

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Me es realmente difícil afrontar estos eventos donde personas alardeaban de sus futuros proyectos o intentan convencer a otro para trabajar "codo a codo" con ellos. Donde las mujeres ya sean casadas, viudas, prometidas o incluso muy pequeñas alardeaban de sus esposos, difuntos, prometidos y padres, presumiendo todo lo que se poden comprar como joyas invaluables, juguetes o vestidos de marca.

Ese ambiente de hipocresía no pintaba nada en mí, me es nauseabundo y me descompone al punto de querer sacarme los intestinos con una cuchara para té. Se preguntaran que hago aquí entonces, muy buena pregunta y si se tuerce un poco la vista a la derecha podrán ver a la estrella de esta noche, la razón de esta blasfemia de fiesta, mi hermano de ley, Derek, si, ni más ni menos.

La realidad es que no soy la hija mimada de un millonario o una huérfana acogida por un hombre solitario de buen corazón y por sobre todo ricachón, ni mis padres murieron trágica mente dejándome al cuidado de un pariente desconocido que no le gustaba la compañía humana y que solo se centraba en que su trabajo produzca muchas ganancias, mis lectores eso solo pasa en las novelas.

La realidad es que mi madre, una casa fortunas con todas las letras, se caso con el padre de Derek tras pasado unos cuantos años de su divorcio con mi padre.

Mi papá biológico sigue vivo y muy felizmente casado con su nueva mujer, alguien que solo conociéndola por fotografías y algunos comentarios por carta de mi papá, se había ganado todo mi respeto y cariño.


           Mis padres tuvieron un feo divorcio y pelearon hasta la última partícula de polvo que había en la casa, mi madre quedo de alguna extraña manera devastada por haber perdido casi todo lo único con lo que se quedo fue con el departamento y mi custodia -lo que mas le dolió a mi padre quien le habría dado todo solo por tener mi custodia- y no encontró consuelo en ningún lado... primero paso meces llorando día y noche prácticamente de la rabia, después no tenía ganas de hacer nada que no fuera beber y fumar y por último, un día, sin decir nada se levanto de su cama, se baño, peino, se puso bonita y no volvió a la casa hasta pasados unos meces, dejo dinero, no mucho pero era suficiente... el dinero del juicio cubría los gastos escolares y el alquiler del lugar, no teníamos muchos problemas económicos pero si ella no se la pasara de hombre en hombre seguro que podríamos hacer un poco mejor que subsistir o al menos eso pensé.

Así fue como después de tres años y medio mi madre me presento a su último candidato a esposo, el Sr. Rocada, líder, cabeza y fundador de una empresa creciente que según su único hijo es la más grandiosa empresa que se haya hecho nunca.

Nunca olvidare la vez que se me acerco con una cálida sonrisa diciendo << "a partir de ahora llámame papá">> e hizo una boda muy lujosa donde vinieron todos los trabajadores de la empresa, amigos de mi madre y otros, además de que me hizo entregar los anillos.

     - Nos vemos de nuevo Mayra.

Ese día también conocí al Sr. Tocayo quien me superaba por unos diez años. Era increíblemente irrespetuoso y aun así vino a "animarme", cuando todos festejaban en el salón, yo me encontraba pacíficamente sentada no muy lejos del altar cuando él se apareció. << "no te ves muy feliz por tu madre">> Dijo, pero no le respondí, estaba murmurando alguna clase me mantra maligno en contra de mi madre y luchando en mi interior para no estallar en cólera por haberme alejado de mi padre así como así, no me importo quedarme a la fuerza con mi madre tras el dichoso divorcio porque podía visitar a mi papá bastante seguido y cuando desapareció esos meces simplemente me quede con el diciendo que ella me había mandado.

Aun con todas mis fuerzas estalle, quería volver a mi casa, quería volver a Cancun, quería estar con mi papá no con ese hombre en este raro y excéntrico país... mas cuando explote en cólera, en cuanto eso paso, él, el Sr. Tocayo, intento consolarme con un beso en la mejilla. Fue entonces cuando una chispa me recorrió el cuerpo de pies a cabeza haciendo que dejara de molestarme por la boda al instante y mi cuerpo se moviera involuntariamente por el furor del momento le cachete gritándole en la cara << "¿¡Quien te crees parara darme un beso!?">> mientras él me miraba con los ojos abiertos y su mano sobre la mejilla donde había impactado mi mano. Luego entre corriendo a la fiesta, estaba roja de la cólera en ese momento y sabia con seguridad de que ese tipo se estaba riendo de mi pero no me importaba, lo único que pensaba es que por más que se casara mi madre nunca los aceptaría como familia.

Los años pasados. (REESCRIBIÉNDOSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora